Cada año, más de una centena de países celebran la llegada del verano –al hemisferio Norte– con la Fiesta de la Música, un evento conocido también como el “Día de la música”

La Fiesta de la Música es una celebración internacional que se originó en Francia, en 1982, y que tiene como principal objetivo el promocionar la música en vivo, brindando espacios a músicos voluntarios en la calle y organizando conciertos gratuitos para el gran público. A través de los años, esta conmemoración se ha convertido en un acontecimiento internacional celebrado en más de 120 países.

Aprovechamos la oportunidad para explorar cómo funciona la mente del músico y cómo afecta la música a las personas.

¿Qué beneficios brinda la música?

Algunos estudios reconocen los beneficios que la música brinda a los pacientes, al aliviar sus dolores agudos o crónicos. También existen evidencias de que el estímulo musical activa diversos circuitos y regiones cerebrales, con la participación de ambos hemisferios, hecho que genera una mayor conectividad y que a su vez desarrolla nuevas conexiones.

Otro investigación reveló en qué parte de la estructura cerebral se desarrolla cada elemento constitutivo de la música, a saber:

• Ritmo: Corteza frontal izquierda, corteza parietal izquierda, cerebelo derecho
• Tono: Corteza prefrontal, cerebelo, lóbulo temporal
• Letra: Área de Wermicke, área de Broca, corteza motora, corteza visual y zonas correspondientes a las respuestas emocionales

Pero además de afectar a nuestro cerebro a nivel químico, la música cumple también otras importantes responsabilidades; entre ellas, actúa como un amplificador de las emociones. A su vez, produce una reducción en los niveles de ansiedad, disminuye el dolor, ayuda a la recuperación de los enfermos, colabora positivamente con pacientes que presentan autismo y a quienes padecen algunos síndromes tales como Alzheimer, Parkinson y Tourette.

Escuchar música incrementa el optimismo y nuestras habilidades comunicativas, aumenta la creatividad y la felicidad. Adicionalmente, se ha comprobado que quienes han tomado clases de música en su infancia suelen alcanzar mejor rendimiento académico.

En resumen, la música genera placer en tu cerebro y logra sanar tus emociones. Llenemos de buenas notas nuestros días: ¡todos a escuchar buena música!