La independencia definitiva de Riobamba se consiguió el 21 de abril de 1822 -tras el triunfo del ejército libertador comandado por Antonio José de Sucre-. En esta batalla se distinguió el General Juan Lavalle, quien con sus granaderos lograron la primera gran derrota de la caballería española.

El brillante y patriótico episodio acaecido en Riobamba fue la gesta precursora de la batalla campal de Pichincha, que se erigió como la cuna de la libertad ecuatoriana.

Riobamba es conocida como la “Cuna de la nacionalidad ecuatoriana”, ya que en esta ciudad tuvo lugar el Primer Congreso Constituyente en el año 1830, que dictó la Primera Constitución del Ecuador, la cual a su ve eligió y posesionó al primer Presidente Constitucional de la naciente República, el General Juan José Flores.
Casi todos los historiadores están de acuerdo en que los héroes de la jornada triunfal fueron los hombres de las unidades de caballería, cuyo combate fue notorio y decisivo. Entre ellos sobresalen el venezolano, Coronel Diego Ibarra, quien acudió en auxilio del argentino Teniente Coronel Juan Galo de Lavalle, encargado de iniciar la jornada junto al también argentino, Granadero Timoteo Aguilera. A esta plantilla gloriosa se sumó el ecuatoriano, Comandante Wenceslao Franco y otros valientes.

Al caer la tarde los realistas no pudieron resistir las cargas patriotas y debieron retirarse desorganizadamente, declarándose el triunfo que derivó en la independencia de Riobamba.