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Jornada del tumor cerebral tipo ependimoma

¿Qué es un ependimoma?

El ependimoma es un tumor cerebral tipo glioma que se origina de las células del epéndimo. Dichas células revisten los espacios que existen dentro del cerebro conocidos como ventrículos y de la médula espinal. Estos espacios contienen líquido cefalorraquídeo. En el cerebro estos tumores son malignos en la mayoría de los casos, porque tienden a ser localmente invasivos; mientras que en la médula espinal suelen ser benignos.

Tipos de ependimomas

Ependimoma es un tumor que crece lentamente en niños y adultos jóvenes. Aunque la mayoría de los ependimomas son benignos o de bajo grado, algunos pueden tener un comportamiento maligno.
Hay cuatro tipos de ependimomas:

  • Subependimoma. Se trata de un tumor benigno de los ventrículos. Generalmente crece con lentitud.
  • Ependimoma mixopapilar. Es un tumor ubicado en la médula espinal. Con frecuencia crece con lentitud.
  • Ependimoma clásico. Este tipo de tumor crece un poco más rápidamente.
  • Ependimoma anaplásico. Es un tumor que usualmente aparece cerca de la base del cerebro. Tiende a crecer también con cierta rapidez.

Con una resonancia magnética como herramienta de apoyo, resultará muy difícil distinguir entre los grados II y III del ependimoma. Solo un examen histológico contribuirá con los detalles necesarios para determinar el grado que estos presenten.

SITIO DEL TUMOR

En el cerebro, el sitio más común para los ependimomas es la fosa posterior y la base del cuarto ventrículo. Los tumores que se originan en la fosa posterior por lo general penetran en el tronco encefálico y comprometen el bulbo raquídeo, así como la parte superior de la médula espinal. Es frecuente el “sembrado” o la diseminación del tumor a los ventrículos y al espacio subaracnoideo.

¿Cuáles son los síntomas de un ependimoma?

Muchos síntomas asociados con los ependimomas son causados por un aumento de la presión dentro de la cabeza (PIC o ICP, por sus siglas en inglés). Pueden variar según la edad del niño y del sitio exacto donde se localice el tumor.

En niños menores de dos años, los síntomas pueden incluir vómito, irritabilidad, cansancio, cambios en el modo de andar, problemas de alimentación, movimiento involuntario de los ojos y aumento del tamaño de la cabeza debido a la hidrocefalia (condición que registra un aumento de la cantidad de líquido cefalorraquídeo en el cerebro). En niños mayores de dos años los síntomas más comunes son vómito, dolor de cabeza y cambios en el modo de andar.

¿Con qué frecuencia aparecen los ependimomas en los niños?

Los ependimomas representan más del 6% de los tumores cerebrales infantiles y del sistema nervioso central (SNC o CNS, por sus siglas en inglés). No obstante, los índices de incidencia de los ependimomas son similares en niños y adultos. Sin embargo, los ependimomas son más probables en bebés muy pequeños que en niños de mayor edad. Los ependimomas son menos comunes en niños cuya edad fluctúe entre los 5 y los 14 años. Su incidencia media es de 1,4 por millón. El índice de aparición es algo mayor en varones que en mujeres.

PRONÓSTICO Y RESULTADO

 El posible resultado o pronóstico, para un niño con tumor cerebral, depende de muchos factores; entre ellos:

  • La edad del niño
  • La salud general del niño
  • El sitio exacto del tumor
  • En qué medida el tumor ya ha afectado la capacidad funcional del niño
  • El grado de diseminación (metástasis)
  • El grado de extirpación quirúrgica
  • El tipo de tratamiento recibido

La extracción quirúrgica de un ependimoma puede llevar a la cura de la enfermedad; y la radioterapia postoperatoria aumenta positivamente la supervivencia general a cinco años. Sin embargo, incluso los tumores retirados “totalmente” pueden volver a aparecer. Es posible que también necesite que le coloquen un tubo para extraer el exceso de líquido cefalorraquídeo, para bajar así la presión dentro del cráneo.

La radiocirugía Gamma Knife puede ser una alternativa primaria o coadyuvante. Es posible que el paciente requiera quimioterapia.

Le recomendamos que a lo largo de este difícil proceso de diagnosis realice sin ambages todas las preguntas que estime necesarias y exprese con libertad sus inquietudes. Adicionalmente, no deje de buscar personas y lugares que lo nutran de energía y esperanza.