Cuando cantas, vibraciones musicales te atraviesan, alterando tu paisaje físico y emocional. El canto en grupo, para quienes lo han practicado, es el más estimulante y transformador de todos. Toma algo increíblemente íntimo, un sonido que comienza dentro de ti, lo comparte con una sala llena de gente y regresa como algo aún más emocionante: la armonía. Por eso no sorprende que el canto en grupo esté en auge.
Según Chorus America, 32,5 millones de adultos cantan en coros, es decir 10 millones más en los últimos seis años. Mucha gente piensa en la música de iglesia cuando se menciona el canto grupal. No obstante, ¡hay más de 270.000 coros en los Estados Unidos que incluyen desde grupos de góspel como los que se muestran en la serie televisiva Glee, hasta coros estrictamente amateur como Choir! Choir! Choir!
A medida que la popularidad del canto grupal crece, la ciencia ha trabajado arduamente para intentar explicar por qué tiene un efecto tan calmante y energizante en las personas. Lo que los investigadores están empezando a descubrir es que cantar es como una infusión del tranquilizante perfecto, del tipo que calma los nervios y eleva el ánimo.
La euforia puede provenir de las endorfinas, una hormona liberada al cantar, que se asocia con sensaciones de placer. O puede ser de la oxitocina, otra hormona liberada durante el canto, que se ha descubierto que alivia la ansiedad y el estrés.
La oxitocina también mejora los sentimientos de confianza y unión, lo que puede explicar por qué aún más estudios han encontrado que cantar reduce los sentimientos de depresión y soledad. Un estudio muy reciente incluso intenta argumentar que “la música evolucionó como una herramienta de vida social“, y que el placer que surge de cantar juntos es nuestra recompensa evolutiva por unirnos cooperativamente, en lugar de escondernos solos, cada habitante de las cavernas por sí mismo.
Los beneficios de cantar con regularidad parecen ser acumulativos. En un estudio, se descubrió que los cantantes tenían niveles más bajos de cortisol, lo que indica un menor estrés. Una investigación de carácter preliminar sugiere que nuestro ritmo cardíaco puede sincronizarse durante el canto en grupo, lo cual también podría explicar por qué cantar juntos a veces se siente como una meditación grupal guiada.
Estudio tras estudio ha demostrado que cantar alivia la ansiedad y contribuye a la calidad de vida. La doctora Julene K. Johnson, una investigadora que se ha centrado en cantantes mayores, comenzó recientemente un estudio de cinco años para examinar el canto en grupo como un método asequible para mejorar la salud y el bienestar de los adultos mayores.
Resulta que ni siquiera hace falta ser un buen cantante para cosechar los frutos. Según un estudio de 2005, cantar en grupo “puede producir sensaciones satisfactorias y terapéuticas incluso cuando el sonido producido por el instrumento vocal es de calidad mediocre”. Los grupos de canto varían desde reuniones casuales en las que no es necesaria ninguna audición hasta coros profesionales o vocacionales serios y comprometidos como el Los Angeles Master Chorale o mi coro de la ciudad de Nueva York, al que me uní cuando tenía 26 años y me encontraba profundamente deprimida. De aquella época conservo un recuerdo entrañable: cantar en un coro en Navidad, una experiencia tan eufórica que estoy segura jamás olvidaré.
Letras de canciones y habilidades de memoria
Recordar letras de canciones es una muy buena manera de entrenar el cerebro. Adicionalmente, usted también puede reconstruir recuerdos a través de la música. Recordar una canción es una experiencia agradable, y se ha demostrado que la música ayuda a calmar y regular las emociones de las personas con demencia, lo que les ayuda a tener momentos de conexión alegre.
Música y estado de ánimo
Todos sabemos que hay una canción perfecta para cada estado de ánimo. Pero cantar, especialmente en grupo, también aumenta la liberación de endorfinas y serotonina, las hormonas que nos hacen sentir bien y felices. Tocar en vivo también estimula la adrenalina y cantar mejora el sistema inmunológico al reducir la hormona del estrés, el cortisol. Se ha demostrado que estas hormonas ayudan a regular y controlar el dolor, un gran impulso para las enfermedades crónicas.
Los beneficios sociales de unirse a un coro
Además de estos beneficios físicos, unirse a un coro tiene claros beneficios sociales. Ver a las mismas personas todas las semanas y construir conexiones humanas es extremadamente valioso para la salud mental. El objetivo principal radica en construir un círculo social y cantar porque lo disfrutamos intensamente. La música fortalece la amistad: es un grupo que utiliza la música como punto focal. Más que nada, ¡cantamos porque es divertido! Tan sencillo como eso.
Si desea encontrar un grupo de canto al cual unirse, los coros de las universidades, las iglesias y los municipios son buenos lugares para comenzar. Pero si no existiese lugar para usted en ninguno de estos sitios, siempre puede buscar en Google “coro” o “sociedad coral” en su ciudad para encontrar más opciones sobre admisiones o plantearse crear un grupo con su familia y amigos.
Cantar en grupo es más barato que la terapia, más saludable que beber y, sin duda, más divertido que hacer ejercicio. Es la única cosa en la vida en la que sentirse mejor está prácticamente garantizado. Incluso si llegaste al ensayo exhausto y deprimido, al final de la noche saldrás como un torbellino de endorfinas y buena voluntad.
Fuente: un artículo de Stacy Horn publicado en el portal ideas.time.com
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