El cambio climático es un tema candente en estos días. Quizás porque el mundo está volviéndose más cálido (o más frío, más húmedo o más seco, según dónde usted viva).

“El cambio climático se refiere a un cambio prolongado en los patrones climáticos y las temperaturas globales más allá de lo que hemos presenciado en el pasado”, dice la especialista en medicina familiar, Neha Vyas.

Es posible que usted ya sepa que los cambios climáticos estacionales aumentan el riesgo de contraer determinadas enfermedades. De hecho, el cambio climático tiene un impacto aún mayor. Se estima que, ya en 2030, los problemas de salud relacionados con el clima se cobren la vida de unas 250.000 personas cada año en todo el mundo.

Cinco efectos del cambio climático en la salud

El cambio climático aumenta el riesgo de sufrir una serie de problemas de salud. La doctora Vyas comparte cinco impactos comunes del cambio climático sobre nuestra salud y lo que usted puede hacer para protegerse.

Enfermedades relacionadas con el calor

A medida que aumentan las temperaturas, también aumentan las enfermedades y muertes relacionadas con el calor. Por ejemplo, el calor extremo se cobró la vida de 207 personas en los EE. UU. en 2023, lo que lo convierte en la principal causa de muerte relacionada con el clima en ese país.

La exposición prolongada a temperaturas extremadamente altas lo expone y pone en riesgo de sufrir:

• Deshidratación, cambios en la presión arterial y problemas renales
• Problemas cardíacos, que incluyen arritmia, accidente cerebrovascular, ataques cardíacos e insuficiencia cardíaca
• Agotamiento por calor y golpe de calor
• Complicaciones del embarazo, incluyendo preeclampsia, partos prematuros y abortos espontáneos

Problemas respiratorios

El cambio climático empeora la contaminación del aire. Además, las condiciones similares a las de la sequía significan más incendios forestales, polvo y alérgenos. Todos estos factores contribuyen a la mala calidad del aire.

“El cambio climático puede dificultar la respiración si se padecen afecciones pulmonares como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”, sostiene la doctora Vyas. “También podría desarrollar alergias o asma alérgica por primera vez”.

La falta de oxígeno y el esfuerzo adicional que soportan los pulmones hacen que el corazón trabaje más. Las temperaturas extremadamente frías también significan problemas.

“Tu corazón tiene que bombear más sangre para mantenerte caliente”, explica. “Además, el aire frío puede provocar espasmos pulmonares”.

Enfermedades transmitidas por insectos y garrapatas

Si bien es posible que los humanos no disfruten de temperaturas extremadamente altas, las garrapatas y los insectos portadores de enfermedades son los más felices.

Las garrapatas que transmiten la enfermedad de Lyme y el síndrome alfa-gal se han trasladado a zonas que antes eran demasiado frías para ellas. Los casos de la enfermedad de Lyme, causada por picaduras de garrapatas, casi se han duplicado desde 1991, y los expertos creen que el cambio climático es un factor contribuyente.

Los inviernos más suaves también implican que los mosquitos viven más, tienen una temporada activa más prolongada y cuentan con más oportunidades de reproducirse. Eso significa que los humanos reciben más picaduras de mosquitos, lo cual representa un mayor riesgo de contraer las infecciones virales que transmiten, como el Nilo Occidental y el Zika.

Enfermedades transmitidas por el agua

El aumento de la temperatura del agua, las tormentas y la escorrentía de aguas pluviales facilitan la proliferación de bacterias y parásitos que causan enfermedades transmitidas por el agua.

Estas enfermedades causan dolores de estómago intenso, diarrea, vómitos y otros síntomas. En algunos casos, pueden incluso poner en peligro la vida y llegar a ser mortales.

Tragar una pequeña cantidad de agua contaminada lo coloca en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua como:

• Criptosporidiosis
• Escherichia coli
• Giardiasis
• Leptospirosis
• Salmonela

Infecciones por hongos

Las infecciones por hongos son una amenaza creciente para la salud a medida que los hongos se propagan a nuevas áreas geográficas.

Por ejemplo, históricamente, el hongo Coccidioides que causa la Fiebre del Valle se encuentra en estados cálidos y secos del suroeste de los EE. UU., como Arizona y Nuevo México. Pero un estudio sugiere que las temperaturas cálidas llevarán el hongo hacia el norte, a Nebraska, Montana, Wyoming y las Dakotas. Para el año 2100, se espera que los casos de esta infección micótica aumenten en un 50%.

Otro estudio muestra que el cambio climático está contribuyendo a la aparición de hongos nuevos o evolucionados que son más resistentes al calor.

¿Quién está en riesgo de sufrir problemas de salud relacionados con el clima?

Los efectos del cambio climático sobre la salud pueden afectarnos a todos, pero ciertos grupos los sienten más. A saber:

• Adultos mayores de 60 años. Los adultos mayores tienen más probabilidades de tener problemas de salud cardíacos, pulmonares u otras afecciones que los hacen más sensibles a los cambios climáticos y a la contaminación.
• Bebés y niños. El cuerpo y el sistema inmunológico de los niños todavía están madurando. Los niños también respiran a un ritmo más rápido y pasan más tiempo al aire libre respirando contaminantes.
• Personas con discapacidades o enfermedades crónicas. Las personas con determinadas condiciones de salud física y mental pueden ser especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Además, como explica la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), las personas con discapacidades “tienen más probabilidades de necesitar atención médica continua, que puede verse interrumpida antes, durante y después de un desastre natural o un evento climático extremo”.
• Grupos socialmente vulnerables. Las personas de color, los inmigrantes y las familias de bajos ingresos suelen vivir en áreas propensas a riesgos de salud relacionados con el clima. Tienen más probabilidades de padecer problemas de salud como asma y menos posibilidades de tener acceso fácil a atención médica de calidad.

Hable con su proveedor de atención médica sobre las medidas que puede tomar para proteger su salud, especialmente si pertenece a un grupo de alto riesgo o si tiene una afección médica preexistente. Juntos, pueden elaborar un plan que lo ayude a sentirse lo mejor posible y a garantizar calidad de vida.

Siete maneras de proteger el planeta (y a ti mismo)

Preocuparse por su salud y la salud del planeta puede generar ansiedad climática. Pero usted puede tomar medidas hoy para proteger la Tierra para las generaciones venideras.

“Salvar el planeta es un esfuerzo de equipo”, afirma la doctora Vyas. “Todos debemos hacer nuestra parte para frenar el cambio climático”.

Estas acciones pueden marcar la diferencia:

• Vaya en bicicleta, camine o tome el transporte público, cuando sea posible, en lugar de conducir.
• Composte los restos de comida. Reduzca los residuos. Reutilice o recicle los contenedores.
• Conserve agua y energía tomando duchas más cortas y frescas, y lavando su ropa con agua fría.
• Reduzca el uso de envases de plástico de un solo uso y opte por el uso de bolsas de supermercado reutilizables.
• Disminuya los contaminantes del aire interior y utilice purificadores de aire.
• Cambie a electrodomésticos, cortadoras de césped y vehículos energéticamente eficientes.
• Contacte a los funcionarios electos en su comunidad y solicíteles que promulguen regulaciones favorables al cambio climático.

Fuente: un artículo publicado en el portal health.clevelandclinic.org

Desde 2011, Gamma Knife Center Ecuador (GKCE), trabaja con el firme propósito de servir e inspirar esperanza tanto a los pacientes diagnosticados con tumores cerebrales, como a sus familiares, amigos y cuidadores.

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