Los tumores pituitarios crecen en la glándula pituitaria, la estructura del tamaño de un guisante justo detrás de los ojos en la base del cerebro. Estos tumores casi siempre no son cancerosos, pero pueden causar problemas si crean una sobreproducción de hormonas en el cuerpo o crecen lo suficiente como para presionar el cerebro y los nervios ópticos.

Si tiene un tumor hipofisario, es posible que usted se pregunte si existe algún cambio en el estilo de vida que deba hacer, por ejemplo, su alimentación. Hablamos con nuestros dietistas clínicos para obtener más información sobre la dieta y la nutrición para personas diagnosticados con tumores pituitarios.

Apunta a una dieta saludable basada en plantas

No existen suficientes pruebas concretas que demuestren que determinados alimentos son perjudiciales para las personas con tumores pituitarios.

“No hay una dieta específica a seguir si tiene un tumor hipofisario, por lo que recomendamos una dieta saludable”, explica la dietista clínica principal Trisha Rosemond. “Preferiblemente, esta es una dieta basada en plantas que incluye una variedad de frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables, y limita la cantidad de alimentos procesados”.

Esto significa que la mitad de su plato debe estar lleno de frutas y verduras. Trate de comer dos porciones de frutas y tres porciones de verduras cada día. Una porción equivale a una taza de frutas o verduras crudas y media taza de frutas o verduras cocidas.

“Sugerimos elegir proteínas animales magras, recortar las grasas visibles y quitar la piel de las aves”, dice Rosemond. “Se prefieren el pollo, el pavo o el pescado a la carne roja, porque los estudios de investigación han demostrado que el riesgo de cáncer de una persona aumenta con un alto consumo de carne roja, en comparación con otros tipos de proteínas”.

Controle los efectos secundarios del tratamiento con su dieta

El tratamiento para los tumores pituitarios puede incluir medicamentos para ayudar a reducir los niveles hormonales. Los medicamentos comúnmente utilizados pueden causar náuseas o vómitos. Un dietista puede ayudar a controlar esos efectos secundarios.

“Evite los alimentos picantes, fritos o grasosos porque no se asientan bien en el estómago cuando usted tiene náuseas; asimismo, los alimentos que tienen un aroma fuerte suelen provocar náuseas”, señala Rosemond. “Trate de comer alimentos simples que puedan ayudar a aliviar las náuseas y a calmar el estómago, como pan tostado o galletas saladas. El jengibre también ayuda”.

Rosemond comenta que ingerir comidas más pequeñas y bocadillos con más frecuencia puede ser mejor que tratar de consumir comidas grandes. “Si sufre de fatiga, asegúrese de beber muchos líquidos para mantenerse hidratado”.

Mantener la nutrición con cáncer de pituitaria

Aunque es raro, los tumores pituitarios a veces pueden volverse cancerosos y diseminarse a otras áreas del cuerpo. Cuando el tratamiento involucra radioterapia o quimioterapia, por ejemplo, el enfoque para los dietistas se convierte en controlar la dieta y los efectos secundarios.

“Algunos pacientes pueden experimentar cambios en el gusto debido a la quimioterapia, por lo que encontrar alimentos que puedan tolerar y que les sepan bien a veces requiere pensar fuera de la caja”, afirma Katie Roberts, dietista clínica en MD Anderson West Houston. “Como dietistas, nuestro objetivo es garantizar que los pacientes puedan comer y mantener su peso, lo que reduce el riesgo de desnutrición”.

Esto incluye encontrar formas de incorporar calorías adicionales y saludables en las comidas. Intente agregar aguacate a su sánduche o rocíe miel en su avena.

“A menudo les decimos a los pacientes que traten de comer algo cada dos o tres horas, incluso si son solo unos pocos bocados o un batido de proteínas, cualquier cosa para obtener esas calorías adicionales”, dice Roberts.

El horario de las comidas es importante

Si un tumor pituitario está presionando el cerebro, los pacientes pueden tomar esteroides para reducir la hinchazón.

“Los esteroides pueden elevar los niveles de glucosa en la sangre y hacer que los pacientes tengan mucha hambre”, apunta la dietista clínica sénior Jessica Tilton. “Entonces, el desafío es asegurarse de que obtengan alimentos con frecuencia, pero evitando los carbohidratos refinados como el arroz blanco, la harina blanca, la pasta y los dulces porque elevan la glucosa en la sangre”.

Asegúrese de comer muchas frutas y verduras, y de desayunar, almorzar, cenar y tomar varios refrigerios a lo largo del día. Es importante programar estas comidas alrededor de las horas de medicación.

“Si los pacientes reciben quimioterapia por la noche, podrían tener náuseas, por lo que deben cenar y tomar una pastilla contra las náuseas dos horas después”, anota Tilton. “Treinta minutos después de eso, puedes darles el medicamento de quimioterapia oral. Tienes que ser capaz de programar las comidas, para que puedas administrar el medicamento a tiempo”.

Tilton sugiere que los pacientes soliciten una derivación a un dietista para que puedan desarrollar un plan que funcione para ellos.

“¿Quieres asegurarte de comer algo al menos cada tres horas? ¡Planifica tus comidas con anticipación!”, recomienda ella.

Tilton ofrece estos ejemplos para las comidas de un día:

• Desayuno: huevos, mantequilla de maní sobre pan tostado con plátano o avena con fruta y leche sin lactosa
• Almuerzo: sopa y ensalada
• Merienda: fruta con mantequilla de nuez
• Cena: pechuga de pollo al horno sin piel con arroz integral y brócoli

Si está recibiendo quimioterapia, beba mucha agua antes y después de los tratamientos para mantenerse hidratado, enfatiza Tilton.

Consulte a su médico tratante si presenta otros problemas relacionados con los tumores pituitarios

Los tumores pituitarios no solo afectan el cerebro. También pueden afectar su capacidad para comer.

“Dependiendo de la gravedad del tumor, a veces un paciente puede tener dificultad para tragar”, agrega Tilton.

Si tiene problemas para tragar, programe una visita con un patólogo del habla. “Este especialista puede evaluar al paciente y decir exactamente dónde se encuentra el problema de la deglución”, enfatiza Roberts. “Además, ellos pueden compartir cuáles son los alimentos y bebidas más seguros para cada paciente”.

Fuente: un artículo de Valerie Jones publicado en el portal www.mdanderson.org

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