La doctora Katerina, Johnson al estudiar las diferencias neurobiológicas que pudiesen explicar el porqué algunas personas con redes sociales más amplias tienen mayor tolerancia al dolor, hizo recientemente algunos descubrimientos relevantes.
Es posible que la endorfina -el químico presente en el cerebro e involucrada en el circuito neural de placer y dolor- también promueva la formación de nexos entre humanos y otros animales. La teoría sostiene que cuando un individuo encuentra o ve a sus amistades, las endorfinas se anexan a los receptores opiodes del cerebro generando una sensación de bienestar.
Además, las endorfinas tienen per se un efecto poderoso en el manejo del dolor -más fuerte aún que el de la morfina-. De ahí que las amistades consigan positivamente incrementar la tolerancia al dolor.