La cerveza es una perfecta herramienta social, contiene antioxidantes y se nos apetece enormemente en un caluroso día de trabajo. Pero la mayoría de las noticias que escuchamos al respecto no dejan un buen nombre a la cerveza, pues como bebida alcohólica batalla continuamente con nuestro organismo.
Hoy, les acercamos los detalles de algunos estudios realizados por Behavioural Brain Research, que nos revelan un curioso apunte: la cerveza puede ser buena para nuestro cerebro.
La clave está en el xanthohumol
Es indudable el hecho de que tomar alcohol en grandes cantidades es peligroso para la salud. Sin embargo, existen algunos componentes de las bebidas destiladas o fermentadas que también pueden ayudarnos a preservar nuestra salud.
Probablemente usted se esté preguntando ahora mismo qué es el xanthohumol (Xn), y qué relación tiene con la cerveza y el cerebro. Pues bien, esta singular molécula es un tipo de flavonoide, que procede de la planta del lúpulo, de la que todos bien conocemos su importante papel en la elaboración de la cerveza.
Aunque fue descubierta en 1913, hasta hace poco no se prestaba atención a las propiedades de esta molécula, de enormes efectos positivos para la salud.
Según un estudio realizado en la Universidad Lanzhou, en China, el xanthohumol es un antioxidante que reduce el nivel de oxidación por estrés de las células, proceso que está relacionado con las enfermedades degenerativas como la demencia, el Alzheimer o el Parkinson.
La conclusión de dicha investigación declara: “Todos nuestros resultados sugieren que el xanthohumol puede ser un candidato potencial para la prevención de desórdenes neurodegenerativos”.
Pruebas de laboratorio
El citado estudio encontró que la molécula del xanthohumol parecía potenciar la función cognitiva en los ratones jóvenes. No obstante, además de no funcionar en ratones adultos, la dosis que los científicos le proporcionaron a los ratones era tan alta que tendríamos que beber 2.000 litros al día para igualarla. No cabe duda que más de uno lo intentaría, pero aunque se pruebe que este compuesto es beneficioso, el alcohol presente en la cerveza no tiene excusas.
Está claro que la investigación necesita ser profundizada; demostrar resultados en humanos, conocer hasta qué punto podemos extraer el xanthohumol del lúpulo o incluso si existen otras propiedades (beneficiosas o perjudiciales) en esta peculiar molécula.
Por el momento los científicos han localizado estos flavonoides en otros alimentos, como el vino tinto y el chocolate negro, en busca de una posible relación con la mejora de nuestra memoria.
Los cinco efectos que produce la cerveza en tu cerebro: cara y cruz de esta popular bebida
He aquí algunos beneficios y desventajas que ocasiona el consumo de cerveza en el órgano responsable del pensamiento.
Un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana demostró que el sabor de la cerveza sin alcohol hace que se libere dopamina en el cerebro. Esta sustancia es un neurotransmisor que cuando se libera nos produce placer y motivación.
La corteza cerebral es la encargada de controlar la conciencia, pensamiento, lenguaje e interacción del ser humano con el espacio. Cuando se bebe alcohol, este llega hasta la corteza. Por ello, cuando uno ingiere un par de cervezas se pierde la concentración.
Por otro lado, cuando el nivel de alcohol en la sangre alcanza los 0.07 grados (dos vasos de cerveza) uno se vuelve más creativo. La cerveza hace que el cerebro se libere de preocupaciones y así, se puede llegar a elaborar pensamientos más profundos con grandes ideas.
La cerveza posee bajo contenido en sodio. Este elemento, cuando se consume en exceso, causa derrames cerebrales. Por otro lado, la cerveza contiene mucha vitamina B que es esencial para el sistema nervioso y la generación de células.
Si se consume regularmente un litro de cerveza a la semana, tu cerebro sufrirá diversas anomalías. Una de ellas es que los bebedores frecuentes usan más el cerebro. Esto quiere decir que realizan más actividad cerebral que una persona que no consume alcohol. El tener que usar más el cerebro hace que luego nos sintamos más cansados de lo normal.
Ahora bien, nada de esto implica que uno pueda tomar toda la cerveza que quiera con la excusa de que “es buena para la salud”. Tampoco quiere decir que es hora de que adoptes un conejo y lo empieces a entrenar. Pero ahora al dicho “una copita de vino por día hace bien al corazón” –avalada por varios médicos de renombre–, también se puede sumar un vasito de cerveza.
Fuente: Science Direct
Gamma Knife Center Ecuador: radiocirugía cerebral con tecnología de punta, sin anestesia ni hospitalización. Calidad de vida al alcance de todos. ¡Consúltenos!