Un primer estudio de este tipo realizado por científicos de la Universidad McGill ha investigado la relación entre ciertos tipos de cáncer y las personas que viven muy cerca de los incendios forestales. Los hallazgos revelaron tasas más altas de tumores cerebrales y cáncer de pulmón en poblaciones asentadas dentro de los 50 km (31 millas) de un incendio forestal que ocurrió en los últimos 10 años.

Los efectos agudos en la salud por estar expuesto a un incendio forestal son bien conocidos. A menudo se informan tasas más altas de asma y enfermedades cardiovasculares cuando la calidad del aire cae en picada durante un incendio forestal. A menudo, también se observan varios resultados adversos al embarazo después de un gran incendio forestal.

Pero se sabe poco sobre los efectos a largo plazo en la salud de estar expuesto a estos eventos. Este nuevo estudio se propuso llenar ese vacío en el conocimiento al observar los datos de salud de alrededor de dos millones de personas en Canadá durante un período de 20 años.

El estudio analizó las poblaciones que viven dentro de los 20 km (12 millas) y 50 km de un incendio forestal, y luego se examinó la incidencia de ciertos tipos de cáncer durante el siguiente período de 10 años. En comparación con las personas que no estuvieron expuestas a incendios forestales, la investigación encontró que aquellas que vivían a menos de 50 km de un incendio forestal tenían una incidencia un 4,9% más alta de cáncer de pulmón, y una incidencia mayor al 10% de tumores cerebrales. Estas tasas más altas de cánceres fueron similares tanto en poblaciones de 20 km de radio como en poblaciones de 50 km de radio.

“Los incendios forestales tienden a ocurrir en los mismos lugares cada año, pero sabemos muy poco sobre los efectos a largo plazo en la salud de estos eventos”, dijo Scott Weichenthal, uno de los autores del nuevo estudio. “Nuestra investigación muestra que vivir cerca o bien la proximidad a los incendios forestales puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer”.

Los investigadores son cautelosos al enfatizar que estos hallazgos son observacionales y no apuntan a asociaciones causales específicas. Debido a que este es el primer estudio que investiga una posible asociación a largo plazo entre la exposición a incendios forestales y el riesgo de cáncer, se necesita mucho más trabajo para comprender exactamente qué podría estar impulsando este vínculo.

En el estudio se sugiere que es probable que un incendio forestal pueda aumentar el riesgo de cáncer en las poblaciones circundantes de varias maneras, más allá de la simple exposición al humo durante los días y semanas inmediatos a un incendio. La contaminación del suelo y el agua, por ejemplo, se ha detectado previamente en los meses y años posteriores a un incendio forestal. Esta contaminación puede incluir metales pesados y compuestos orgánicos volátiles.

“Además, también existe la preocupación de que los contaminantes derivados de los incendios forestales puedan retenerse en ambientes interiores durante largos períodos de tiempo, pero pocos estudios han examinado esta cuestión”, señalaron los investigadores. “Un estudio informó concentraciones detectables de carbón en muestras de toallitas, recolectadas de hogares, 3 a 8 meses después de un gran incendio forestal en Nuevo México, EE. UU.”,

El estudio también adolece de muchas limitaciones que necesitarán más investigación para desempacar. Por ejemplo, el estudio encontró aumentos similares en el riesgo de cáncer en poblaciones con exposición baja y alta a incendios forestales.

Los investigadores sugieren que las características de las diferentes exposiciones a incendios forestales deberán aclararse en estudios posteriores. Tal vez algunos incendios forestales expongan a las poblaciones a contaminantes más peligrosos. Y otras preguntas siguen sin respuesta, como ¿cuáles son los impactos a largo plazo en la salud de un solo incendio forestal grande en comparación con una población expuesta a varios incendios forestales más pequeños durante varios años?

Aun así, los hallazgos son novedosos y, a la luz del aumento en las tasas de incendios forestales en todo el mundo debido al cambio climático, los investigadores indican que existe una urgencia global para comprender los efectos a largo plazo en la salud de estos eventos.

“Dado que este es el primer análisis epidemiológico que investiga las asociaciones entre los incendios forestales y el riesgo de cáncer, enfatizamos que no se puede determinar un efecto causal a partir de este único estudio”, reiteraron los investigadores en su conclusión. “Se necesita más trabajo para refinar las métricas de exposición utilizadas para estimar los efectos crónicos en la salud de los incendios forestales, así como la replicación en diferentes ubicaciones geográficas y poblaciones”. El reciente estudio canadiense fue publicado en The Lancet Planetary Health.

Fuente: un artículo de Rico Haridy publicado en portal newatlas.com

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