Después de que se diagnostica un tumor cerebral y se absorbe el shock, una de las primeras preguntas que hacen los pacientes es: ¿por qué sucedió esto? ¿Qué causó la aparición del tumor?

En la mayoría de los casos, la respuesta es que realmente no lo sabemos. A pesar de años de investigación, los científicos médicos no entienden las causas de la mayoría de los tumores que comienzan a crecer en el cerebro.

La gran mayoría de estos tumores, llamados tumores cerebrales primarios, surgen a partir de un gen que funciona mal dentro de una célula cerebral, y no hay nada que el paciente haya podido hacer para prevenirlo. Sin embargo, tenemos información sobre algunos factores de riesgo y por qué dan paso a algunos tumores cerebrales. Revisémoslos.

Radiación. Los investigadores saben desde hace tiempo que la exposición a la radiación puede dañar el ADN y causar mutaciones que pueden provocar cáncer. La radiación necesaria para causar este tipo de daño puede provenir de una exposición catastrófica durante, por ejemplo, un evento nuclear, o de la radiación utilizada para tratar un cáncer anterior o un tumor de la cabeza.

Teléfonos celulares. Investigadores se han preocupado por la exposición a largo plazo a dosis muy bajas de radiación emitida por teléfonos móviles. Pero hasta ahora, no hay evidencia concluyente de que los teléfonos celulares puedan conducir a tumores cerebrales.

Exposición a pesticidas, solventes industriales u otras sustancias químicas. Aunque no hay evidencia concluyente de que la exposición a estas potentes sustancias provoque tumores cerebrales, siempre se deberán seguir las pautas comerciales, estatales o federales cuando usted trabaje con ellos.

Alta ingesta de carnes curadas. Algunos estudios han sugerido que los tumores cerebrales pueden ser causados ​​por compuestos que resultan de nitratos y nitritos que a menudo se agregan a las carnes curadas.

Enfermedades hereditarias, como la neurofibromatosis. Alrededor del cinco por ciento de los tumores cerebrales pueden estar relacionados con factores genéticos. La neurofibromatosis tipo 2 (NF-2), por ejemplo, es una enfermedad rara que predispone a las personas al desarrollo de schwannomas vestibulares, también conocidos como neuromas acústicos. Estos tumores crecen a partir de las células de Schwann que forman la cubierta del nervio vestibulococlear, que se encuentra cerca del oído interno. Son benignos (no cancerosos) pero pueden provocar sordera si se desarrollan en ambos lados.

Datos demográficos. Algunos tumores son más comunes en ciertos grupos de personas. Los tumores cerebrales son más comunes en hombres que en mujeres, por ejemplo. Los meningiomas, que son tumores benignos, son más comunes en mujeres que en hombres, y más comunes en negros que en blancos. Los caucásicos tienen más probabilidades de desarrollar cáncer cerebral (gliomas) que los afroamericanos. Los tumores cerebrales ocurren en niños y adultos de todas las edades.

Cáncer en otras partes del cuerpo. No hay ningún misterio sobre la causa de los tumores cerebrales metastásicos, también conocidos como tumores cerebrales secundarios. Estos tumores se forman cuando las células cancerosas de un tumor existente en el cuerpo se propagan a través del torrente sanguíneo hasta el cerebro. Los cánceres de mama, pulmón, colon, riñones y piel (melanoma) tienen más probabilidades de hacer metástasis en el cerebro.

¿Qué puede hacer para protegerse de la amenaza de un tumor cerebral primario?

• Coma una dieta nutritiva y equilibrada, con muchas frutas, verduras y verduras de hoja verde.
• Minimice su consumo de carnes procesadas que contienen nitratos y nitritos.
• Tome precauciones sensatas y recomendadas cuando trabaje con pesticidas, solventes industriales u otros productos químicos potentes.
• Debido a que el veredicto sobre los teléfonos celulares aún está siendo analizado, mantenga su teléfono alejado de su cabeza tanto como sea posible, y procure dejarlo lejos de su cuerpo y lugar de descanso por la noche.
• Hágase chequeos regulares y visite a su médico si desarrolla síntomas inusuales, como dolores de cabeza crónicos, visión borrosa, mareos o pérdida del equilibrio.

Recuerde que los tumores cerebrales primarios son relativamente raros. ¡El riesgo de un tumor cerebral no debería mantenerlo despierto por la noche!

Fuente: www.radiologyinfo.org

Los síntomas más frecuentes asociados con los tumores cerebrales son las crisis epilépticas, los vómitos, las alteraciones visuales, la fiebre y la disminución de la coordinación y de la sensibilidad. Y asimismo, trastornos del comportamiento y cambios de conducta que, sin embargo, no generan violencia física.

En este contexto, debe tenerse en cuenta que cerca del 90% de los tumores cerebrales son benignos. Y en el caso concreto de los malignos, considerar que cobra una importancia especial su diagnóstico precoz, para posibilitar el inicio temprano de administración de procedimientos que eviten secuelas neurológicas significativas en los pacientes.

Es bien sabido que los tumores cerebrales se corresponden con uno de los tipos de cáncer asociados a una menor tasa de supervivencia en adultos. Sin embargo, y de acuerdo con los datos de prestigiosas instituciones vinculadas a la investigación oncológica, varias alternativas terapéuticas disponibles a la fecha –entre ellas la radiocirugía estereotáctica– han posibilitado que la supervivencia de los pacientes trascurridos cinco años del diagnóstico y tratamiento de los tumores cerebrales, haya pasado de un 24% a un 35% en solo unas décadas.

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