Pasamos la mayor parte de nuestra vida adulta controlando nuestros niveles de colesterol, asegurándonos de que no suban demasiado. Si superan un cierto número, es probable que nuestros médicos quieran recetarnos medicamentos para reducir el colesterol llamados estatinas. Estas medicinas tienen un largo historial de reducción de muertes por enfermedades del corazón.

El uso de estatinas también parece reducir el riesgo de demencia más adelante en la vida, aunque no está claro cuánto de esto se debe a sus efectos reductores del colesterol. Las estatinas también reducen la inflamación en el cuerpo, por ejemplo, lo que podría proteger el cerebro.

De hecho, algunos estudios recientes sugieren que, si bien los niveles altos de colesterol a los 50 años pueden ser malas noticias, los niveles altos de colesterol a los 80 años pueden ser justo lo que recetó el médico. Específicamente, los investigadores han observado que las personas mayores con niveles altos de colesterol LDL tienen menos probabilidades de tener demencia que aquellas con niveles bajos de colesterol.

Cómo funciona el colesterol en el cerebro

Aunque a menudo pensamos en el colesterol como una amenaza, en realidad es un componente esencial de las células sanas y es especialmente importante en las neuronas o células cerebrales. De hecho, ¡el 25% del colesterol en su cuerpo se encuentra en el cerebro!

A continuación, anotamos más datos interesantes sobre el colesterol:

1. La mayor parte del colesterol en su cuerpo no proviene de los alimentos que consume. Más bien, es fabricado por su hígado.
2. Comer alimentos con alto contenido de colesterol, como huevos y camarones, no tiene un impacto importante en los niveles de colesterol en la sangre.
3. Comer alimentos con alto contenido de grasas saturadas, por otro lado, tiende a aumentar los niveles de colesterol en la sangre.

Eso no significa necesariamente que comer más grasas saturadas sea una buena manera de protegerse contra la demencia. Paradójicamente, aunque el colesterol alto en la vejez puede ser protector, los niveles altos de colesterol en la mediana edad tienden a estar asociados con un mayor riesgo de demencia más adelante en la vida. Por un lado, las dietas altas en grasas saturadas tienden a aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que a largo plazo puede aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer o demencia.

Todavía hay muchas lagunas en nuestra comprensión sobre la relación entre el colesterol y la demencia.

Por ejemplo, ciertos genes que están asociados con un mayor riesgo de Alzheimer también están involucrados en cómo el cuerpo procesa el colesterol. Y el vínculo entre un colesterol más alto en la mediana edad y un mayor riesgo de demencia más adelante se ve empañado por otros factores. Las personas con niveles altos de colesterol a menudo también tienen diabetes o presión arterial alta, y estas condiciones también aumentan el riesgo de demencia.

Es posible que la correlación entre los niveles de colesterol y el riesgo de demencia sea más evidencia circunstancial que una prueba irrefutable. Ciertamente, que no sería la primera vez. Después de todo, hemos llegado a conclusiones sobre el colesterol en el pasado que resultaron ser prematuras.

¿Deberían las personas mayores comer más grasas saturadas? 

No creo que tengamos suficiente evidencia para comenzar a aconsejar al abuelo que coma más tocino con el objetivo de elevar sus niveles de colesterol LDL.

Pero podríamos reconsiderar si deberíamos recetar medicamentos (o dietas bajas en grasas) a personas de 80 años, para mantener sus niveles de colesterol en los niveles objetivo de quienes tienen 50 años.

De hecho, la investigación ha demostrado que administrar estatinas a personas mayores que tienen niveles elevados de colesterol, pero sin otros signos de enfermedad cardíaca, no tiene ningún beneficio. De hecho, en realidad puede hacer algún daño.

A medida que nuestra población envejece (y vive más), se hace evidente que no tiene sentido agrupar a todos los mayores de 18 años en una sola categoría en términos de nuestros puntos de referencia de salud, valores de laboratorio, medicamentos y recomendaciones nutricionales.

Las necesidades nutricionales de una persona de 70 años son muy diferentes a las de una persona de 30 años. Y de la misma manera, una lectura de colesterol que podría ser preocupante en una persona de 40 años podría no tener consecuencias, o incluso ser tranquilizadora, en una persona de 80 años.

También es un buen recordatorio de que recetar medicamentos (o dietas) en respuesta a valores de laboratorio individuales no es lo ideal. Las recomendaciones siempre deben tener en cuenta la salud general, el historial de salud, el estilo de vida, los factores de riesgo y los requisitos ajustados por edad del paciente, así como otros medicamentos y afecciones.

Y finalmente, la compleja relación entre el colesterol y la salud es otro ejemplo más del hecho de que los alimentos y nutrientes individuales rara vez son todos buenos o malos. La mayoría juega una variedad de roles… y el contexto lo es todo.

Fuente: un texto de Mónica Reinagel, MS, LD/N, CNS, publicado en el portal www.quickanddirtytips.com

La radiocirugía estereotáctica que ofrece Gamma Knife Center Ecuador es una técnica no invasiva, capaz de administrar a un volumen predeterminado de tejido cerebral normal, tumor o malformación vascular, una dosis elevada de radiación, en una sola sesión, con precisión submilimétrica y, por tanto, con casi completa preservación del tejido cerebral sano que rodea a la lesión.

Este procedimiento ambulatorio de avanzada —disponible en el país desde hace una década— brinda excelencia en la atención a todos nuestros pacientes; para ello, nos adherimos a las más altas normativas de calidad, así como a protocolos de seguridad, capacitación permanente y auditoría de servicios.

La radiocirugía con Gamma Knife^® no es una modalidad terapéutica experimental. Se trata de un método muy efectivo para tratar tumores y lesiones cerebrales. Su aplicación cuenta con el respaldo de cinco décadas de investigación clínica publicada en prestigiosas revistas científicas y suma miles de casos exitosos.

Para servirlo mejor, estamos acreditados ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de las principales aseguradoras privadas. ¡Consúltenos!