Los científicos dicen que una nueva vacuna personalizada para combatir el cáncer cerebral podría convertirse en un “gran avance” en el tratamiento de tan letal enfermedad, caracterizada por acabar con la vida de quienes la padecen, en períodos menores a dos años –después de que los pacientes han sido diagnosticados–. Sin embargo, los resultados preliminares alcanzados resultan para muchos “extraordinariamente prometedores”.

Los médicos han estado probando una vacuna posterior al diagnóstico de glioblastoma en 331 pacientes en varios hospitales, según lo revela un estudio recientemente publicado en el Journal of Translational Medicine.

El glioblastoma se produce cuando se forma un tumor en las células gliales del cerebro, que generalmente están ahí para ayudar a mantener al cerebro sano. Es una enfermedad “devastadora” que se propaga con gran velocidad y que mata rápidamente a los pacientes, según lo señala la Asociación Estadounidense de Cirujanos Neurológicos. Es la misma forma de cáncer cerebral que padeciera años atrás el senador estadounidense John McCain, quien fuera diagnosticado con este mal en el año 2017.

La mayoría de las personas muere uno o dos años después de realizado el diagnóstico, expresa un comunicado de prensa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington. No obstante, algunos pacientes –según lo describe el estudio de la citada vacuna– han vivido significativamente más tiempo.

Aunque el período de supervivencia promedio para todo el grupo fue de 23 meses, aproximadamente un tercio de los pacientes vivió casi el doble de tiempo; de hecho, algunos pacientes que participaron en el experimento y cuyos resultados recoge el ensayo, han vivido hasta siete años después de efectuado el diagnóstico, según anota el diario inglés The Guardian.

“En general, los pacientes con este cáncer viven de 15 a 17 meses. La parte sorprendente fue que los 100 “sobrevivientes extendidos” no parecen tener las características habituales asociadas con un buen pronóstico. Seguimos estudiando a estos pacientes para entender por qué les ha ido tan bien”, dijo Jian L. Campian, uno de los autores del estudio, en un reciente comunicado de prensa.

“Estos resultados parecen notablemente prometedores para una comunidad de pacientes a quienes se les han dado pocas esperanzas durante décadas”, dijo a la BBC David Jenkinson, director científico de Brain Tumor Charity.

Para crear la vacuna, los médicos extirparon la mayor cantidad de tumor cerebral posible de cada paciente; luego combinaron trozos del tumor con células del sistema inmunitario del paciente, entrenando esencialmente a las células inmunes para atacar a las células tumorales. La nueva vacuna se inyecta de nuevo en el paciente y los resultados se dejan notar pocos meses después.

“Dijeron que no podían hacer nada más por mí”, le comentó a la BBC Kat Charles, de 36 años, quien fue diagnosticada con la enfermedad en 2014. Sin embargo, después de inscribirse en el ensayo, su escáner cerebral todavía no detecta signos de cáncer cuatro años después.

“Voy a Londres en el tren, me aplican una inyección en cada brazo y luego soy libre de irme a casa. No me da ningún efecto secundario. Es fantástico”, dijo a la BBC.

Su esposo comentó que la vacuna había “hecho lo que todos decían que era imposible”.

El ensayo todavía está en curso, pero Keyoumars Ashkan, profesor de neurocirugía en el King’s College Hospital en Londres y coautor del estudio, dijo a The Guardian que los primeros resultados fueron causa de “cauteloso optimismo” en una batalla que deja a muchos sin esperanza.

“Aunque el juicio definitivo debe reservarse hasta que se disponga de los datos definitivos, el documento publicado hoy insinúa un gran avance en el tratamiento de pacientes con glioblastoma”, aseveró Ashkan al periódico.

Fuente:  Scott Berson para The Miami Herald

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