¿Qué hacer cuando tu cerebro está cansado?

Todos hemos sentido en algún momento fatiga física al final del día. Solemos pensar que es agotamiento producto de una jornada altamente demandante; sin embargo, esta tiene más que ver con el agotamiento mental que con cualquier ejercicio o actividad física que hayamos realizado.

El agotamiento mental no es necesariamente el resultado de que algo haya salido mal, o producto de cualquier hecho inesperado. Si bien esto puede incidir en parte, por lo general se trata más bien de una estéril acumulación de lo que llamaremos “los demasiados”. Demasiadas decisiones. Demasiado trabajo en poco tiempo. Demasiadas interrupciones, demandas o cambios en la atención. Demasiadas cosas por hacer sin tiempo para hacer una pausa y recuperarnos.

Este tipo de cansancio mental, nos golpea cuando la cantidad de tareas y actividades que hemos realizado excede también a nuestra capacidad para manejar cómodamente el estrés (incluso el estrés bueno). A veces el agotamiento mental puede causar problemas de salud. Depresión, enfermedades del corazón, enfermedades crónicas, así como enfermedades autoinmunes. También pueden conducir al insomnio o a problemas para dormir que, como un círculo vicioso, originan hasta fatiga mental.

Cuanto más cansados nos sentimos mentalmente, menos capaces somos de realizar las exigencias del día. Se torna más difícil tomar decisiones correctas, concentrarse en las tareas o en el trabajo, y mantener la calma. Puede incluso resultarnos difícil regular nuestras emociones. Con el tiempo, el agotamiento mental puede conducir a problemas físicos y a enfermedades relacionadas con el estrés.

Cabe diferenciar incluso la fatiga causada por el deterioro físico como aquel que acarrea el padecimiento de una enfermedad crónica, la toma continuada de fármacos y sus efectos secundarios, y la normal tensión de experimentar un diagnóstico inesperado.

Pero si te das cuenta a tiempo de porqué te sientes tan cansado, puedes tomar medidas oportunas para sentirte mejor. La fatiga mental puede manifestarse de muchas maneras. He aquí algunas de sus formas más comunes:

• Fatiga física. Sentir el cuerpo cansado y preferir acurrucarse en la silla que salir a correr.
• Impaciencia e irritabilidad. Ver cómo se desencadena facilmente la ira y otros malestares o reacciones anímicas.
• Incapacidad para concentrarse.Constatar cuán difícil resulta terminar su trabajo, concluir sus tareas, tomar decisiones o encontrar la palabra adecuada.

¿Cómo gestionar estos días tan exigentes?

He aquí cuatro consejos para aliviar la fatiga mental y capitalizar salud.

1.- Simplifique su vida. Nos enfrentamos a decenas de decisiones cada día y al final, casi siempre, solemos tomar las peores opciones, eligiendo lo que nos resulta más fácil. Sirva como ejemplo, elegir comida rápida para cenar en lugar de cocinar.

Una forma de compensar este descenso en cuanto a la energía mental, podría ser la de limitar las decisiones a tomar durante la jornada. Tomar la misma bebida todos los días, comer la misma cena todos los martes, son solo un par de ejemplos. Al mantener nuestras decisiones básicas, una suerte de rutina sencilla, adquirimos más energía mental para lidiar con el resto de nuestros días.

2.- Observa lo verde. Tomar un minidescanso y observar por la ventana. Un momento para mirar a los tejados, a la ciudad o al paisaje nos permite concentrarnos mejor y aun que reduzcamos nuestros errores, según un estudio de la Universidad de Melbourne.

Por ello, toma un descanso y contempla el espacio verde o utiliza tu imaginación para dar un breve paseo por el parque durante la hora del descanso. Este te ayudará a sentirte renovado y con una mayor capacidad para concentrarte en las tareas que tienes por delante.

3.- Levántate. Varios estudios muestran la importancia del ejercicio cuando se trata de la concentración y del enfoque mental. Veinte minutos de ejercicio puede optimizar el desempeño en cuanto a las tareas posteriores. Asimismo, sesiones de ejercicios intensas pero cortas aumentan el flujo de sangre que va al cerebro lo cual mejora el estado de ánimo, la memoria y la creatividad.

4.- Tiempo libre. Ya se trate de un minidescanso o una semana de vacaciones, el tiempo libre es esencial para combatir la fatiga mental.

Incluso en los días más ocupados, podemos hacerlo; asegúrate de tomar un descanso o reserva quince minutos al día para dar un paseo, o al menos tomar un respiro.