Una radioterapia de alta precisión llamada radiocirugía estereotáctica (SRS, por sus siglas en inglés) trata ciertos tipos de tumores cerebrales en pacientes, a menudo en una sola sesión.

La SRS ofrece un tratamiento único e indoloro para los pacientes, nos explica el doctor Giovanny Negrete, neurocirujano con especialización en radiocirugía cerebral del Gamma Knife Center en Guayaquil. Asimismo, el enfoque dirigido de la radiación sobre los tumores causa menos daño al tejido cerebral sano circundante de los pacientes.

“Esta tecnología administra de manera segura una dosis concentrada de radiación de una manera muy precisa, apuntando a los tumores en el cerebro y dejándolos inactivos”, comenta Negrete. “En comparación con otros tratamientos relacionados con el cáncer que requieren varias rondas o ciclos, los pacientes tienden a apreciar recibir la SRS en una sola sesión”, añade.

Usando imágenes computarizadas en 3D, la SRS dirige haces de radiación a tejidos anormales en el cerebro, distorsionando y destruyendo el ADN de las células tumorales para que pierdan la capacidad de crecer o reproducirse. El doctor Negrete anota que el tratamiento óptimo desactiva el tumor para que se reduzca gradualmente con el tiempo.

Negrete señala también que ninguna evidencia actual demuestra que la SRS trate eficazmente los tumores cerebrales malignos primarios (tumores cancerosos que se originan en el cerebro) como el glioblastoma o los gliomas. Sin embargo, la evidencia muestra que la SRS es altamente efectiva en el tratamiento de:

• Tumores cerebrales primarios que son benignos (no cancerosos) y no se pueden extirpar fácilmente mediante cirugía, incluidos meningiomas, adenomas hipofisarios y neuromas acústicos
• Metástasis cerebral o tumores cerebrales secundarios como en el caso de cáncer que se origina en otras partes del cuerpo y se disemina al cerebro

La SRS demuestra ser muy segura y exitosa al atacar uno o unos pocos tumores cerebrales pequeños a la vez, indica Negrete, no más grandes de tres centímetros, aproximadamente del tamaño de un maní o una uva.

“Existe una limitación de tamaño para la SRS porque cuanto más grande es el tumor, más grande es el campo de radiación necesario y, por lo tanto, es más probable que el tejido cerebral normal reciba radiación innecesaria”, enfatiza el doctor Negrete. “Queremos minimizar el daño a los tejidos circundantes no tumorales tanto como sea posible en el cerebro”.

El doctor Negrete plantea varias razones científicas que explican por qué la SRS ofrece la mejor opción para muchos pacientes con tumores cerebrales. En primer lugar, a medida que crecen los tumores cerebrales benignos, empujan el tejido circundante, lo que puede causar problemas y síntomas neurológicos. Además, expone que muchos tumores en el cerebro no son accesibles quirúrgicamente debido a sus numerosas estructuras circundantes intrincadas y sensibles. Finalmente, agrega que las intervenciones médicas como la quimioterapia o las terapias sistémicas no tratan de manera efectiva los tumores cerebrales benignos o las metástasis cerebrales.

Los testimonios de pacientes son positivos y hablan bien de este procedimiento. Muchos de ellos llegan a consulta derivados por sus oncólogos, especialmente en aquellos casos en que se ha diagnosticado una metástasis cerebral. “Aparte de que la máquina es silenciosa, no sentí dolor durante la radiación y me alegré de tener que recibirla solo una vez“, reseña una opinión obtenida del informe de encuestas de satisfacción de clientes en GKCE.

Los expertos en atención médica pueden utilizar varios tipos de equipos para administrar una SRS. No obstante, el doctor Negrete —neurocirujano de Gamma Knife Center Ecuador—, enfatiza que este es el único centro especializado del país que utiliza un equipo que dirige rayos gamma para la administración de SRS, una herramienta de altísima precisión con sensibles ventajas y beneficios.

Por lo general, una SRS implica apuntar docenas de haces de rayos gamma a un tumor; dado que los rayos viajan por todo el cerebro en numerosos ángulos, pueden administrar una dosis baja de radiación a otras partes del cerebro con tejido sano. Sin embargo, las propiedades físicas del haz de gamma permiten a los expertos “dar forma a los haces”, puntualiza Negrete, y usar solo tres o cuatro haces y hasta 201 para minimizar la cantidad de cerebro normal expuesto a dosis bajas de radiación.

Un equipo de especialistas, que incluye enfermeros, dosimetristas, físicos, técnicos, neurocirujanos y médicos, realiza y analiza las imágenes de los pacientes y usa los resultados para elaborar un plan meticuloso para tratar tumores específicos.

“El equipo usará imágenes para desarrollar un plan de tratamiento que considere qué ángulos son óptimos para apuntar los haces de protones y qué estructuras importantes se deben evitar, como los ojos, los nervios y las partes del cerebro”, advierte Negrete.

Debido a la alta precisión de la SRS administrada con la técnica sueca de Gamma Knife, el doctor Negrete aconseja que los pacientes permanezcan extremadamente quietos para permitir que los rayos se enfoquen en sus tumores. Un marco colocado en la cabeza y conectado a una mesa ayuda a los pacientes a permanecer lo más quietos posible durante el procedimiento.

Los pacientes en estado de recuperación reciben un seguimiento constante tras haber recibido un tratamiento con Gamma Knife —el cual a veces complementa otros protocolos asociados con su cáncer primario—. Muchos de ellos afirman que, si bien su condición les lleva a vivir un día a la vez, también pueden reconocer claramente lo que esta avanzada técnica de radiocirugía cerebral ha aportado a su autonomía y bienestar general.

Fuente: Gamma Knife Center Ecuador

Gamma Knife Center Ecuador brinda —desde hace once años— innovación y probada experiencia a través de sus servicios de radiocirugía estereotáctica, una técnica mundialmente reconocida por la notable eficacia de su procedimiento, capaz de aumentar la supervivencia y calidad de vida de aquellos pacientes diagnosticados con patologías cerebrales.

El tratamiento con Gamma Knife® permite un abordaje seguro e indoloro de tumores, metástasis y malformaciones vasculares, el cual se realiza en una sola sesión ambulatoria que descarta tanto el uso de anestesia general como todos los riesgos asociados a una cirugía convencional.

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