El daño a los nervios puede ser un problema muy serio, especialmente considerando que sus nervios se conectan con casi todas las acciones que realiza. Reconocer temprano los signos de​​ daño potencial a los nervios es extremadamente importante. Podrá detectar problemas más serios a partir del progreso de estas molestias.

Más importante aún, puede lidiar con la causa del dolor nervioso de manera más eficiente cuando lo detecta en sus primeras etapas. No necesitará vivir con el dolor una vez que lo resuelva. No ignore estas incómodas señales de alerta. Ignorar el daño a los nervios puede tener consecuencias a largo plazo.

Tres tipos de nervios en el cuerpo humano

Tus nervios son como un cable eléctrico que envía impulsos desde tu​​ cerebro​​ a todos tus órganos y músculos. Estas corrientes envían mensajes que controlan todo en su cuerpo, desde la capacidad física para tomar un lápiz hasta parpadear los ojos y decirle a su corazón que lata al ritmo. De ahí que cuando se interrumpe ese circuito, hace que su cuerpo "falle". Estas señales de advertencia le alertan de que algo salió mal: es hora de visitar a su médico.

Según la​​ Universidad de Chicago, tenemos tres tipos de nervios en el cuerpo humano:

• Nervios autónomos: controlan el movimiento y la función involuntarios.

• Nervios motores: controlan los movimientos conscientes y la función voluntaria.

• Nervios sensoriales: transmiten señales de la piel y los músculos a su cerebro.

Dado que los tres tipos principales de nervios tienen funciones diferentes, sus síntomas pueden ayudar a determinar qué nervios están dañados e incluso dónde podría estar el problema. Existen muchas señales de que podría estar sufriendo daño en los nervios. Pero aquí anotaremos diez síntomas específicos que definitivamente no querrá ignorar.

1 - Necesidad constante de usar el baño

Si bien es posible que no lo espere, tener que usar constantemente el baño podría no ser un problema de vejiga. Los nervios autónomos controlan todo tipo de funciones y procesos, incluido el control de la vejiga. Si bien existe cierto control manual sobre la función de la vejiga, principalmente​​ en los músculos del esfínter uretral externo. Estos músculos pueden ayudar a cerrar la uretra y son los músculos que se activan cuando intentas sujetarla mientras corres hacia el baño.

Sin embargo, todos los demás músculos involucrados en el control de la​​ vejiga son involuntarios. Dependen de los nervios sensoriales activados por la presión que envían señales al cerebro y otros músculos para activar la contracción de la vejiga. Si estos nervios autónomos que controlan los músculos alrededor de la vejiga están dañados, podrían estar enviando señales para controlar la vejiga cuando realmente no es necesario, dándote esa sensación constante de tener que correr al baño.

2 – Estreñimiento

Al igual que los problemas de control de la vejiga, el estreñimiento crónico podría deberse a daños en los nervios. Todas las contracciones peristálticas (en forma de ondas) del tracto intestinal están controladas por el sistema nervioso autónomo. Si bien puede activar los músculos abdominales para ayudar a mover las cosas y empujar, o tensar el esfínter anal manualmente​​ para ayudar a sostener las cosas si se ve obligado a esperar, la mayor parte del proceso es automático.

Si tiene daño en los nervios que controlan el tracto intestinal, podría provocar un retroceso y bloqueos de​​ los intestinos, causando estreñimiento crónico. Si tiene estreñimiento crónico y cosas como los laxantes u otros tratamientos comunes no ayudan en nada, puede ser el momento de consultar a su médico para hacerse más pruebas.

3 - Sensaciones de​​ entumecimiento, hormigueo o ardor

Las neuronas sensoriales son responsables de enviar señales táctiles al cerebro. Esto incluye cosas como el sentido del tacto de sus manos y dedos, sensaciones de presión contra su cuerpo y la respuesta al dolor. Como era​​ de esperar, si tiene daño en los nervios de sus neuronas sensoriales, estas señales pueden confundirse.

Si siente un entumecimiento constante o una sensación de hormigueo en los dedos o los pies (como cuando siente alfileres y agujas), podría ser un signo​​ de daño en los nervios. En casos más extremos, este daño puede provocar y desencadenar una respuesta de dolor en los nervios. Este dolor crónico puede ser difícil de manejar, ya que proviene directamente del nervio e incluso volverse bastante intenso según​​ la gravedad y la ubicación del daño.

4 - No notas las lesiones y te lastimas con más frecuencia

Si bien muchas personas se enorgullecen de su alta tolerancia al dolor, no tener sensación de dolor podría ser un signo de problemas nerviosos. Por tanto, si bien un síntoma de daño es entumecimiento u hormigueo y dolor constante, otro problema podría ser exactamente lo contrario.

No sentir nada o​​ no sentir dolor​​ en un área puede significar que tiene algún daño. El dolor nervioso y la respuesta general al dolor, aunque desagradable, es una función esencial. Esto le permite a nuestros cuerpos saber que estamos en peligro y reaccionar en consecuencia.

Para mostrar cuán importante es esta respuesta, tomemos el escenario de tocar una estufa caliente. Cuando su mano toca la superficie, su cuerpo siente el dolor y la aparta de un tirón, evitando más daño.

Sin esa respuesta de dolor, no hay nada que le advierta que mueva la mano. Esto podría provocar quemaduras graves y daños tisulares aún más graves. Si no tiene sensación de dolor en un área, podría resultar una buena idea consultar a su médico.

5 - Es excepcionalmente torpe o tiene problemas de equilibrio

La propiocepción es el mecanismo del cuerpo para mantenerse equilibrado y consciente de su propio movimiento en aras del movimiento coordinado. Implica muchos movimientos musculares finos, la mayoría de los cuales son automáticos. Sus músculos transmiten información al cerebro con respecto a la presión, el peso y la alineación, y el cerebro envía señales a los músculos en consecuencia. Sin embargo, los problemas del sistema nervioso con cualquiera de los nervios involucrados en esta configuración​​ pueden alterar las cosas.

El envío de señales incorrectas o la información sensorial inadecuada pueden provocar problemas de equilibrio, falta de coordinación o incluso vértigo si las señales están lo suficientemente desarticuladas. Si alguna vez siente que parece que no puede moverse de la manera que desea, o si tiene más problemas para mantener el equilibrio de lo que solía costarle, es momento para acudir a un especialista.

6 - Es difícil o imposible mover partes de su cuerpo

A veces, la dificultad para​​ moverse es normal, ya sea por rigidez en las articulaciones, dolores musculares o malestares propios de la vejez y artritis. No obstante, en otras ocasiones podría ser un signo de problemas nerviosos. Las neuronas motoras envían señales que desencadenan la​​ flexión voluntaria de los músculos. Si algo sale mal con las vías motoras, los músculos no se moverán como deberían.

Esto puede provocar una falta de control motor, hacer que algunas partes de su cuerpo se tornen más difíciles de mover u ocasionar incluso​​ la parálisis de ciertas articulaciones si el daño es lo suficientemente grave.

7 - Problemas del habla

La aparición repentina de problemas en el habla, como arrastrar las palabras y la incapacidad para hablar de manera coherente, es una señal de alerta importante de que algo anda mal. Esto puede deberse a una variedad de problemas. Una de las causas es la falta repentina de control motor en los músculos faciales. Esto también suele causar la caída de los músculos faciales y es uno de los​​ principales signos de un derrame cerebral. Otra causa es el daño al área del cerebro de Broca o Wernicke. Estas dos áreas son esenciales en la producción y comprensión del habla, respectivamente.

8 - Dolor en una sola pierna

Si siente dolor en una de sus piernas, que se origina específicamente en la zona lumbar, esto podría ser un signo de ciática.​​ La ciática​​ es causada por un daño o pellizco del nervio ciático, que va desde la parte baja de la espalda hasta las piernas. Esto puede deberse a otras afecciones como la diabetes o una hernia de disco en la columna que ejerce presión directa sobre el ciático.

9 -​​ Dolores de cabeza intensos e intermitentes

No estamos hablando de migrañas sino de dolores de cabeza más breves e intensos que se sienten casi como descargas eléctricas. Estos dolores de cabeza pueden ser parte de una afección llamada neuralgia occipital,​​ que es causada por el pellizco de un nervio en el cuello. El tratamiento suele ser bastante simple y no invasivo, con inyecciones de bloqueo nervioso para evitar que envíe señales de dolor a la columna vertebral. También podría haber otras razones neurológicas para los intensos dolores de cabeza. Cabe ser prudente y tomar medidas oportunas:​​ los​​ dolores de cabeza crónicos​​ por presión​​ no deben ignorarse.

10 - Contracciones​​ musculares severas

Si bien a veces​​ las contracciones musculares​​ pueden ser simplemente un aviso de que sus músculos están sobrecargados y con espasmos debido al agotamiento, otras veces​​ puede ser una señal de problemas nerviosos. Si sus músculos sufren espasmos con frecuencia y sin motivo aparente, cabe consultar a un médico.

De hecho, estos espasmos podrían ser el inicio de una afección neurológica como la del Parkinson, que resulta de​​ la lesión de las células nerviosas del cerebro. También podría tener esclerosis múltiple o una variedad de otras posibles afecciones del sistema nervioso según sus síntomas. Por supuesto, algunos casos suelen ser mucho más serias que otras.

Reflexiones finales sobre el conocimiento de los signos de daño nervioso

El daño a los nervios puede ser un problema grave según la causa. Los dolores punzantes y la debilidad podrían ser simplemente el resultado de un nervio pinzado. Sin embargo, otros problemas podrían​​ ser más graves. Si sufre alguno de los síntomas anteriores, se recomienda que hable con su médico y se haga una prueba.

Los casos raros o intermitentes de algunos síntomas como el estreñimiento pueden no ser preocupantes. Sin embargo, debe abordar todo lo​​ relacionado con el habla o el equilibrio de inmediato. Su médico también puede notar problemas durante los exámenes de rutina, por lo que los exámenes físicos regulares pueden ayudar a detectar problemas temprano. Lo importante es ser consciente de su propia salud. Además, si algo no anda bien y presenta alguna molestia, cabe que usted confíe en su instinto.

Recuerde que su dolor en los nervios puede no parecer mucho en este momento, pero podría ser un signo de una enfermedad grave.

Fuente: un artículo publicado en el portal​​ www.powerofpositivity.com

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