Las fresas son una fruta de verano icónica: deliciosas en limonada, en pasteles o simplemente directamente de la canasta. Y resulta que también pueden ser la forma más dulce de mantenerse saludable. La dietista registrada Bailey Flora, MS, RDN, LD, explica los beneficios de las fresas y qué nutrientes contienen que las hacen tan buenas para ti.

¿Por qué las fresas son buenas para ti?

“Las fresas te dan mucho valor nutricional por muy pocas calorías”, dice Flora. “Son sabrosas, pero naturalmente bajas en azúcar. Esa es una combinación que es difícil de superar”.

Para empezar, las fresas están cargadas de vitamina C. Ocho fresas medianas contienen el 160% de la cantidad que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) recomienda comer todos los días. Eso es más vitamina C de la que obtienes de una naranja, la fruta más famosa por su vitamina C.

Las fresas también están repletas de antioxidantes, que protegen las células del daño. El principal antioxidante de las fresas es la antocianina, que le da color a la fruta. La cantidad de antocianina en las fresas aumenta a medida que la fruta madura. Entonces, cuanto más roja está, más antioxidantes contiene.

Las fresas también contienen fibra y varias otras vitaminas y minerales importantes, como manganeso, potasio y ácido fólico. Y las fresas tienen menos azúcar natural que otras frutas populares como las manzanas y los plátanos.

Beneficios para la salud que nos aportan las fresas

Las fresas son un refrigerio rico en nutrientes que:

1. Aumenta el poder del cerebro

A medida que su cerebro envejece, puede perder parte de su agudeza mental. Pero según afirman los investigadores, comer fresas protege los poderes de procesamiento de su cerebro.

El Estudio de Salud de Enfermeras midió la función cerebral en más de 16.000 participantes durante seis años. Descubrió que las personas que comían más arándanos y fresas tenían menos deterioro cognitivo: sus habilidades de pensamiento y procesamiento no se debilitaron tanto. Tenían el poder mental de alguien hasta dos años y medio más joven.

En más buenas noticias para los amantes de las fresas anotaremos los resultados que el Proyecto Rush Memory and Aging mostraron en torno a que las personas que comían fresas tenían un 34% menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

Los científicos creen que los efectos protectores se deben a los antioxidantes que protegen las células. Algunos de los antioxidantes de las fresas también reducen la inflamación sistémica, cuando su cuerpo está en un estado de inflamación constante (hinchazón e irritación). La inflamación sistémica es un factor clave en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

2. Fortalece tu sistema inmunológico

Las fresas son una gran fuente de vitamina C (ácido ascórbico) que necesitas obtener de los alimentos, ya que tu cuerpo no puede producirla. En casos raros, las personas que no obtienen suficiente de esta vitamina crucial desarrollan escorbuto, una enfermedad que causa sangrado, hematomas y anemia.

La vitamina C juega un papel importante en la cicatrización de heridas. Y también puede prevenir y tratar infecciones respiratorias y sistémicas. La investigación muestra que la vitamina C aumenta la producción de:

• Células T, que eliminan las células infectadas y cancerosas.
• Células B, que crean anticuerpos para que su organismo pueda defenderse mejor contra los gérmenes en el futuro.

La vitamina C también es antiinflamatoria, lo que reduce la respuesta al estrés provocada por una enfermedad o simplemente por su ajetreada vida. Para protegerse de los gérmenes, los investigadores sugieren consumir de 100 a 200 miligramos (mg) de vitamina C al día, y más cuando esté enfermo. Como comer ocho fresas medianas te da 160 mg, solo necesitas un puñado para ayudar a mantener tu sistema inmunológico en buena forma.

“No hay suficiente evidencia para decir si la vitamina C puede prevenir los resfriados y la gripe”, añade Flora. “Y puede ser más beneficioso elegir alimentos ricos en vitamina C —como las fresas— en lugar de suplementos de vitamina C, ya que obtienes beneficios adicionales para tu salud. Con las fresas, eso incluye fibra y otros fitonutrientes, así como vitaminas que no se pueden replicar en un suplemento vitamínico”.

3. Protege la salud del corazón

Flora dice que meterse algunas fresas en la boca no es solo una forma de evitar el hambre, también es una opción de comida saludable para el corazón. Las investigaciones muestran que las fresas pueden ayudar a prevenir varias afecciones que suelen provocar enfermedades cardíacas y derrames cerebrales, así como diabetes, lo que aumenta la probabilidad de enfermedades cardíacas.

Dicho esto, cabe señalar que comer más fresas puede ayudarte a:

Mantener el colesterol bajo

En un pequeño estudio, los participantes consumieron dos bebidas al día, cada una preparada con 25 miligramos de polvo de fresa liofilizado mezclado con agua. Eso es casi lo mismo que comer 3,5 tazas de fresas frescas al día. Después de un mes, el colesterol total de los participantes era un 5% más bajo.

Los resultados de reducción del colesterol de ese estudio se repitieron en otro estudio en el cual se les dio a los participantes la misma cantidad de polvo de fresa liofilizado. Pero esta vez, consumieron la bebida durante dos meses. Los investigadores compararon los resultados con un grupo que simplemente bebió más agua. Aquellos que bebieron la bebida de fresa vieron disminuir su colesterol en un 10%.

Disminuir los triglicéridos

Los triglicéridos son grasas que se encuentran en la sangre. Tener los triglicéridos altos aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Y cuando los triglicéridos se descomponen, dejan subproductos que provocan inflamación, atrayendo depósitos pegajosos a las paredes de los vasos sanguíneos. Ese material puede obstruir tus arterias (aterosclerosis), explica Flora.

Pero comer una libra de fresas al día puede reducir los triglicéridos en un 20%. Ese es el resultado de un estudio, que también encontró que las fresas reducían el colesterol total en un 8%.

4. Reduce la inflamación

La inflamación interna generalizada contribuye a múltiples enfermedades, incluida la enfermedad cardíaca. Factores vinculados al estilo de vida, como una dieta deficiente, poca actividad física y el tabaquismo, pueden provocar inflamación.

Comer más fresas es un paso en la dirección correcta para mejorar la salud de tu corazón, sostiene Flora. Esto se debe a que los antioxidantes más frecuentes en las fresas son las antocianinas, conocidas por sus efectos antiinflamatorios.

5. Ayuda a controlar el azúcar en la sangre

Demasiada glucosa (azúcar en la sangre) es un factor de riesgo para la diabetes tipo 2, lo que también lo hace más propenso a desarrollar enfermedades cardíacas. Si está vigilando sus niveles de azúcar en la sangre, las fresas son una buena manera de satisfacer su gusto por lo dulce.

En un estudio finlandés, las personas que comieron fresas con un trozo de pan blanco liberaron un 26% menos de insulina en comparación con las personas que comieron pan con pepino. Los participantes también comieron pan con otras bayas, incluidas frambuesas y arándanos. Solo las fresas debilitaron el pico de azúcar en la sangre después de las comidas.

Las fresas son una gran adición a una dieta saludable, especialmente cuando las comes solas. Flora aconseja dejar de lado la crema batida, el pastel o el helado cargados de calorías, ya que por sí solas ellas son deliciosas, llenas de nutrientes y bajas en azúcar.

Fuente: un artículo publicado en el portal health.clevelandclinic.org

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