La cultura y el arte son el alimento para el intelecto y para el espíritu. El arte hace que los hombres y las mujeres se engrandezcan y, en muchos casos, trasciendan las fronteras geográficas y políticas. Si nos damos tiempo de disfrutar de las diversas expresiones artísticas no solo adquiriremos una mayor sensibilidad, sino que podremos ser personas más sanas y felices.
Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, en Trondheim, realizado a más de 50.000 adultos (tanto hombres como mujeres), reveló que aquellos que son aficionados a visitar galerías y museos o bien a asistir a teatros y conciertos con cierta regularidad, son individuos más sanos, menos ansiosos y que por lo general tienden a deprimirse menos que aquellos que nunca participan en actividad cultural alguna.
Esta investigación, publicada en Journal of Epidemiology and Community Health –una importante revista vinculada a la epidemiología y salud comunitaria-, estudió la asociación existente entre una buena salud y la satisfacción que genera en la vida de los individuos de cualquier edad, la participación en actividades culturales. Esto debido a que dichos ámbitos tienen un impacto positivo y gratificante en la satisfacción vital de quienes los frecuentan, lo cual evita la depresión y por ende la ansiedad.
Los científicos no saben cuáles son los mecanismos que influyen en esta asociación, pero creen que, tal como lo han demostrado estudios efectuados en el pasado, que todas las actividades relajantes, como escuchar música, leer o ver una película, generan un impacto positivo en el manejo del estrés.
Además, los médicos a cargo del estudio agregan que, la disponibilidad para comprometerse en actividades culturales receptivas, tales como asistir a un concierto, al teatro o visitar un museo, no únicamente induce a los adultos a una mayor participación social y de actividad física, sino que también son indicadores de un mejor estado de salud mental y física.
Nuestro país dedica cada 4 de junio a rendir homenaje al artista ecuatoriano, quien enaltece los valores de la cultura y el arte de nuestro pueblo. En 1930, en la ciudad de Nueva York, José Feraud Guzmán logró gracias a su emprendimiento, los primeros testimonios fonográficos que acreditaban tanto a las composiciones. como a los intérpretes ecuatorianos que integraban el famoso dúo conformado por Nicasio Safari y Enrique Ibáñez.
Años más tarde, se expidió la Ley de defensa del Artista Profesional Ecuatoriano, para corresponder a tantos esfuerzos, sacrificios y desvelos.
Gamma Knife Center invita a sus lectores a incursionar en las artes para disfrutar de sus múltiples beneficios en pro de la salud cerebral, y envía un cálido saludo a nuestros intérpretes y artistas en general, quienes afianzando la tradición, costumbres y originalidad de nuestro pueblo y orgullo de nuestro país, siembran el camino de nuestra identidad.