Este es sin lugar a dudas el dilema más común dentro de la Medicina. Desde la labor del médico en el área de emergencia -de cara a realizar un completo procedimiento de reconocimiento clínico-, hasta al cirujano que está por iniciar una operación, todos enfrentamos la obligación de comunicar a nuestros pacientes en los términos más simples.

Si no logramos esto, entonces, en esencia no hemos cumplido con nuestra responsabilidad hacia nuestros pacientes. Cuando estamos con ellos, frente a frente o a su lado, cuando realmente estamos presentes, hacemos mucho más por ayudarlos que “Dr. Google” o cualquier website que nos ofrece información.

Realizar dibujos sencillos o hacerles apuntes ampliatorios son formas concretas para que nuestros pacientes puedan apoyarse en explicaciones prácticas que pueden resultarles útiles -aun después de abandonar el consultorio o el centro especializado de salud-.

Durante la etapa de residente, un joven médico comentó que su supervisor tenía por costumbre visitar a quienes habían ingresado al hospital con un cuaderno; en él escribía unos cuantos puntos sobresalientes a modo de referencia de este, tales como resumen de la visita, diagnóstico, alternativas de tratamiento, etcétera; los cuales compartía luego con sus pacientes. Finalmente, dejaba abierta la posibilidad de que estos le escribieran a su correo electrónico para absolver preguntas o inquietudes que pudieran surgirles en el camino.

El médico jefe se reía de sí mismo al pensar que alguien podría juzgar su “técnica de comunicación pedagógica” con los pacientes según el número de correos que recibía. Esta es una habilidad que se optimiza con la práctica y que obviamente se adapta a cada paciente y su situación individual.

Resta un largo camino antes de lograr una cura definitiva para el cáncer, muchas enfermedades raras y la gran mayoría de patologías cerebrales. Esto nos ha proporcionado una lección: nuestro rol no es solo de médicos tratando al paciente y una determinada enfermedad, sino también de maestros comunicándose eficientemente con sus pacientes.

Cada día, Gamma Knife Center se esfuerza en facilitar la información necesaria para que sus pacientes puedan experimentar la cercanía de un aliado confiable y altamente profesional, en su camino de encontrar una mejor calidad de vida. Convertirnos en un educador de la salud –sobre todo de quienes consultan nuestros servicios- nos permite ganar su confianza y cooperación al momento de establecer las recomendaciones para el tratamiento puntual que cada uno requiere. ¡Permítanos asesorarlo! Velar por su salud es nuestra diaria consigna.