La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas recomendó a los países miembros en 1954, destinar un día a fomentar la fraternidad entre los niños del mundo, y promover su bienestar con actividades sociales y culturales. Con este fin el Ecuador eligió celebrar cada primero de junio, el Día del niño.
Instituciones educativas, así como organizaciones estatales, no gubernamentales y populares que trabajan en pro de la niñez y la adolescencia, organizan anualmente actos en los cuales, luego de recordar y reflexionar acerca de los derechos de los niños, se los agasaja con música, juegos y presentaciones artísticas, compartiendo dulces y otras iniciativas lúdicas.
Es sin duda una fecha para acordarse y apoyar, a lo largo del año, a los niños más desfavorecidos que se encuentran en hospitales y hogares de acogida. Es un día para no solo celebrar al niño sino también para crear conciencia de aquellos que son sujetos de la violencia, el abuso, la explotación y la discriminación.
La fecha emplaza a las autoridades a realizar una necesaria reflexión sobre las adversidades y vicisitudes que enfrentan los niños que viven en situaciones de mayor vulnerabilidad en nuestra comunidad y en nuestro país.
¿Qué condiciones deben darse para que, a pesar de las adversidades, los niños sigan adelante con sus vidas? ¿Qué se puede hacer, desde el sector público y privado, para garantizar que estos tengan un desarrollo temprano de mejor calidad para llegar a ser adultos responsables y productivos dentro de sus familias y comunidades? He aquí algunas consideraciones:
Esto garantiza que los pequeños inicien sus vidas en un ambiente estable con interacciones y relaciones cariñosas; es más, la ciencia lo identifica como un factor esencial para adquirir y construir resiliencia. Además, un acervo contundente de evidencia demuestra los beneficios de apoyar a los cuidadores, especialmente aquellos que viven en mayores condiciones de vulnerabilidad, en el desarrollo de sus competencias parentales y de cuidado, para promover un mejor desarrollo psicosocial y cognitivo de los más pequeños.
La buena noticia es que se están multiplicando las iniciativas programáticas públicas y privadas que adoptan este enfoque. No obstante, existen todavía grandes retos de cobertura y, sobre todo, de calidad.
No podemos bajar la guardia. En el contexto de ajuste económico, el acceso efectivo a estas intervenciones debe de blindarse y es necesario que las autoridades realicen esfuerzos constantes de información y educación para los padres y cuidadores sobre cuán indispensable es garantizarlas.
La verdadera esencia del día es comprender la importancia de la niñez en nuestras vidas. Los principios, valores y disciplinas aprendidas son responsables de lo que serán en el futuro. Por lo tanto, la niñez debe ser celebrada todos los días.
Que sea esta fecha un recordatorio a todos los adultos de que los niños tienen derecho a disfrutar su niñez y de aprovechar su educación para una mejor vida. ¡La niñez representa la esperanza de toda comunidad!
¡Feliz día del niño a todos quienes aún conservan el alma de un niño!