El cerebro o “materia gris”, como se le conoce comúnmente, es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo. Controla tanto las actividades cognitivas (pensar, abstraer, leer) como las reacciones del organismo (acciones y funciones corporales en respuesta a estímulos sensoriales).

Es un hecho cierto que, en las últimas décadas, la expectativa de vida subió exponencialmente y, ante esta realidad, la gran pregunta que nadie puede dejar de hacerse es cómo seguir manteniendo nuestro cerebro saludable al momento de llegar a ser adultos mayores.

Los trastornos cerebrales, incluyendo problemas mentales, neurológicos y de un adecuado uso, constituyen el 13% de la causa global de enfermedades, sobrepasando a las enfermedades cardiovasculares y al cáncer.

Muchos de dichos trastornos se pueden prevenir y tratar, pero los recursos de diagnóstico y tratamiento están penosamente distribuidos de forma muy desigual en distintas partes del mundo.

Por esta razón, desde 2014, cada 22 de julio se celebra el “Día Mundial del Cerebro”; un evento impulsado por la Federación Mundial de Neurología (WFN) dedicado a remarcar la importancia de la salud cerebral y a concienciar a la población sobre el alcance de la prevención relacionada con las enfermedades cerebrales, que son problemas de salud enormemente subestimados. Una fecha destinada a promover los cuidados que todos debemos activar para evitar así los riesgos y enfermedades silenciosas que pueden desgastarlo.

Particularidades del cerebro humano

El cerebro es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo, porque a través de sus funciones se tiene control de varios órganos que nos permiten realizar diversas acciones. Aquí algunas de sus características:

• En edad adulta puede llegar a pesar entre 1.300 o 1.400 gramos
• Consume un 20% de la energía y oxígeno que consume el organismo
• En una partícula casi microscópica se pueden localizar alrededor de 100.000 neuronas
• Representa el 2% del peso corporal
• Está conformado por un 73% de agua
• Transporta la información a una velocidad de 268 millas por hora (más rápido que un vehículo de Fórmula 1)
• La funcionalidad del lado izquierdo del cerebro está asociada con el análisis, la lógica, las matemáticas, el lenguaje y la secuencia. Mientras que el lado derecho desarrolla la creatividad, la intuición, los sentimientos, la imaginación y las artes

¿Cuáles son las enfermedades más comunes que afectan a este órgano?

Debido a que el cerebro es muy complejo —por todas las funciones que realiza— es importante atender cualquier molestia ante un especialista en neurología, ya que ellos son los encargados de estudiar, detectar, tratar y rehabilitar cualquier trastorno o enfermedad neurológica que se presente en el ser humano.

Entre las más frecuentes y conocidas se encuentran las enfermedades neurológicas como los tumores, las malformaciones, los trastornos neuropáticos, trastornos metabólicos, trastornos neuromusculares, esclerosis múltiples, epilepsia o accidentes cerebrovasculares, entre otros.

También pueden presentarse problemas relacionados con la salud mental, el comportamiento y/o desarrollo, dentro de los que destacan los trastornos de ansiedad, trastornos compulsivos, depresión, déficit de atención y de desarrollo, autismo, pérdida de memoria como el Alzheimer, trastornos alimenticios o trastornos en el estado de ánimo, los cuales a su vez desencadenan diferentes afecciones (depresión, estrés, distimia, ciclotimia o bipolaridad).

En relación con estas últimas enfermedades la Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que se van a convertir en un problema grave de salud a nivel mundial ya que no se les está otorgando la importancia necesaria para atenderlo de manera inmediata o generar una prevención.

En países como Ecuador existe una “brecha terapéutica” alta, es decir, un 50 % de los pacientes recibe un tratamiento adecuado y el otro 50 % no; cifra que aumenta en las áreas rurales, donde 70 % de los casos no son tratados de manera adecuada.

Acciones preventivas

“Muchas de estas enfermedades (cerebrales) tienen que ver con afecciones crónicas como hipertensión, diabetes u obesidad”, afirma la doctora Daniela Di Capua, neuróloga en el Hospital de los Valles en Cumbayá, Ecuador.  Por ello, la especialista recomienda mantener un estilo de vida saludable, que incluya el control de la presión arterial, la buena alimentación y hacer ejercicios. Otros cuidados preventivos contemplan:

• Mantenerse estimulado cognitivamente. Tratar de mantenerse activo y hacer cosas que desafíen a nivel cognitivo, y que nos permitan entrenar nuestro cerebro para mantenerlo activo.
• Alimentarse de manera saludable. Una dieta rica en frutas, verduras, cereales, legumbres y pescado ayuda a mantener la mente en forma (al favorecer el transporte de oxígeno y nutrientes a nuestro cerebro conseguimos que este funcione correctamente).
• Controlar los factores de riesgo cardiovascular. La hipertensión, el azúcar en la sangre, el colesterol, el cigarrillo, son algunos de los factores que hay que controlar para mantener nuestra salud cardiovascular y, por ende, un cerebro saludable.
• Realizar actividad física. Hay numerosos estudios que muestran que las personas que realizan actividad física, aunque sea moderada —como caminar tres veces por semana durante media hora— tienen un cerebro mucho más saludable a lo largo de la vida.
• Conservar nuestro bienestar emocional. Debemos tener en cuenta que la depresión, la ansiedad o los niveles prolongados de estrés tienen consecuencias negativas para las funciones intelectuales.
• No abandonar la interacción social. Aunque la presente situación sanitaria ocasionada por la pandemia nos exija distanciamiento, esto no obsta a procurar fortalecer nuestros vínculos sociales a través de otros canales, ya que este es otro de los factores preponderantes para mantener un cerebro saludable.

Fuentes: notiexposycongresos.com /  imagenradio.com.mx  /  actualidad.rt.com /

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