La enfermedad del Parkinson afecta principalmente a las personas de la tercera edad, en edades que oscilan entre los 50 y los 65 años, aunque también puede darse entre la población más joven. Afecta más a los varones que a las mujeres, y los medicamentos aplicados solo pueden tratar los malestares más comunes.
Los síntomas son el resultado de una gradual degeneración de las células nerviosas en la porción del cerebro que controla los movimientos del cuerpo. Los primeros signos son apenas evidentes: una sensación de debilidad o rigidez en alguna extremidad o un leve temblor de la mano aun al estar en reposo.
A medida que la enfermedad avanza, los temblores se acentúan y se extienden; los músculos están más rígidos, y, el equilibrio y coordinación se deterioran. Con el progreso de la enfermedad aparecen dificultades cognitivas, depresión y otros problemas de tipo mental o emocional.
Consulte prontamente con su médico si tuviera sospechas o si cree requerir mayor información sobre el mal de Parkinson.