La escuela no es lo único que comienza en el segundo semestre del año. Para muchos niños, el estrés de regresar a clases conlleva un retorno inoportuno a los dolores de cabeza.

Y en la era del COVID-19, ese estrés de regreso a la escuela no está disminuyendo.

“Es común que los padres escuchen repentinamente a sus hijos quejarse de dolores de cabeza en esta época del año”, dice el neurólogo pediátrico A. David Rothner, MD. “Especialmente agudizados ahora, cuando los niños todavía enfrentan desafíos de aprendizaje debido a la pandemia y la incertidumbre y la falta de estabilidad en sus entornos académicos y sociales”.

Antes de la pandemia, un cambio abrupto en el horario con nuevas presiones sociales y académicas ya se sumaban a los principales factores estresantes para los niños.

“Ahora, además de preocuparse por los nuevos maestros y compañeros de clase, los niños tienen que pensar en mantenerse saludables, usar máscaras, hacer amigos fuera del trabajo de clase remoto y más”, comenta el doctor Rothner.

“No hay duda de que la pandemia es un factor que contribuye al aumento de los dolores de cabeza por estrés en los niños”, observa.

Es importante comunicarse con su hijo sobre sus preocupaciones específicas y descubrir el mejor plan de acción para aliviar sus mentes preocupadas.

Los patrones de dolor de cabeza más comunes en los niños

Los niños están sujetos a migrañas, tensión o dolores de cabeza crónicos.

“Los padres pueden reconocer fácilmente la migraña de un niño”, afirma el doctor Rothner. Los signos de este dolor de cabeza severo y ocasional incluyen:

• Palidez
• Mal humor
• Molestias ante la luz y el ruido
• Falta de apetito, náuseas y vómitos

Para la mayoría de los niños, la migraña termina en dos horas por sí sola o con analgésicos simples como Tylenol^® o ibuprofeno. “Muchos niños se duermen por el malestar, lo que casi invariablemente acaba con la migraña”, añade.

Los dolores de cabeza por tensión o crónicos son cefaleas más leves, más frecuentes o casi diarios que no provocan náuseas u otras molestias características de una migraña, y tienden a durar la mayor parte del día.

Aproximadamente el 1% de los jóvenes desarrollan dolores de cabeza crónicos. “Los jóvenes con dolores de cabeza diarios crónicos parecen ser extraordinariamente sensibles al inicio de la escuela y al estrés asociado que esto conlleva, y por lo general son los que peor lo pasan”, indica.

Rothner detecta un claro aumento en los pacientes jóvenes con dolor de cabeza crónico en las primeras semanas de clases y antes de que estas comiencen. “Incluso antes de que saliera la información sobre la nueva variante delta, comencé a ver un aumento en los pacientes con dolores de cabeza crónicos”.

Comprender el impacto de la “vida pandémica”

Los dolores de cabeza por volver a la escuela ahora se intensifican con las preocupaciones desarrolladas durante el tiempo que un niño vive en un estado pandémico.

“Hay factores sociales, educativos y económicos a considerar aquí”, explica el doctor Rothner. “Incluso si un niño ya pasó un año de escuela durante la pandemia, no le resultará más fácil volver a hacerlo”.

A continuación, se muestran algunos ejemplos de factores de estrés adicionales que su hijo podría estar experimentando:

Factores sociales

• No poder hacer nuevos amigos ya que el aprendizaje fue completamente virtual el año anterior
• No poder socializar cómodamente con el uso perenne de mascarilla
• No poder conectarse con un maestro mientras usa mascarilla
• Temor de que otros estudiantes y profesores puedan llevar el virus a la escuela y contagiarlo
• Preocuparse por quienes no están vacunados

Factores educativos

• Temor a que se retrasaron el año pasado y no podrán ponerse al día
• Revisar contenido nuevo en un aula versus aprendizaje en línea
• Incomodidad con lecciones didácticas interactivas
• Incertidumbre sobre si el aprendizaje a distancia será nuevamente una opción de presentarse nuevos casos de coronavirus en la escuela

Factores económicos

Para los estudiantes que viven en vecindarios y distritos escolares desfavorecidos, existe una capa adicional de preocupación debido a:

• Depender de estar en la escuela para recibir colaciones escolares
• No tener acceso a tecnología en casa
• Encontrar transporte desde y hacia la escuela
• Carecer del equipo y la tecnología adecuados en la institución para que el estudiante vuelva a encaminarse en el ritmo académico adecuado

Fomentar hábitos saludables

“Cuando empiecen a aparecer los dolores de cabeza de su hijo, observe su estilo de vida y hábitos de comportamiento”, recomienda el doctor Rothner.

Para minimizar la probabilidad de dolor de cabeza, anime a su hijo a:

• Comer tres comidas al día con refrigerios saludables entre ellas
• Beber al menos seis vasos de agua al día
• Hacer ejercicio al menos tres veces por semana y mantenerse físicamente activo
• Dormir al menos ocho horas seguidas cada noche
• Consumir una dieta rica en frutas y verduras, con cereales integrales y proteínas magras

Además, controle la cantidad de analgésicos de venta libre que toma su hijo. “Tratamos de limitar a los niños que usan analgésicos de venta libre como ibuprofeno o acetaminofén a tomarlos dos veces al día, dos días a la semana”, apunta el doctor Rothner.

“Si usan analgésicos de venta libre tres o cuatro veces por semana, durante semanas, pueden sufrir dolores de cabeza de ‘rebote’ que son peores“, sostiene Rothner. Con el tiempo, tomar demasiados analgésicos también puede causar problemas digestivos, como gastritis e inflamación del estómago, señala.

Otra parte importante para lograr que su hijo viva una vida más saludable y menos estresante incluye fomentar una conversación abierta sobre su salud en general; esto implica conocer cómo se siente, qué le preocupa o incomoda. “No siempre tiene que ser un enfoque de medicamentos primero cuando se trata de tratar los dolores de cabeza inducidos por el estrés”, explica Rothner.

La terapia conductual y la orientación de los psicólogos escolares permite que las familias y los niños lleguen a la raíz de lo que realmente está causando el estrés infantil. “Encontrar formas de manejar las preocupaciones del regreso a clases a menudo comienza con una comunicación honesta y abierta”, agrega.

¿Cuándo es el momento de una visita al médico?

“Una vez que los niños comienzan a abusar de los medicamentos o faltan demasiado a la escuela (incluso llegar tarde y salir temprano), estamos frente a clarísimas señales de alerta”, anota el doctor Rothner. “Cabe entonces solicitar una cita a su médico de cabecera o pediatra”.

Lo mismo ocurre si los dolores de cabeza de su hijo se vuelven más frecuentes a pesar de practicar hábitos de vida saludables.

Si es necesario, su pediatra o médico de familia puede derivar a su hijo a un neurólogo o psicólogo pediátrico con experiencia en dolores de cabeza. Un buen cuidado ayudará a su hijo a manejar y superar la “nueva normalidad” de regreso a la escuela y a concluir sin tropiezos el año lectivo.

Fuente: un artículo publicado en health.clevelandclinic.org

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