Un reciente informe de noticias destaca la desafortunada situación de una joven mujer en el Reino Unido, que afirma que sus repetidas visitas al médico por “dolores de cabeza paralizantes” fueron erróneamente descartados como “migrañas”, cuando en realidad resulta que estos fueron causados por un tumor cerebral. El relato publicado de su experiencia es bastante angustioso, pero nos brinda la oportunidad de profundizar más en lo que es preocupante y lo que es menos cuando se trata de tales síntomas. Los dolores de cabeza vienen en muchas variedades que van desde benignos hasta este ejemplo que subraya inquietantes señales de alerta.

Descifrando lo inquietante y sospechoso de la rutina   

Según el citado artículo, el dolor se atribuyó a antecedentes familiares de migrañas. Ahora bien, esto puede ser —en un principio— un dato tranquilizador en el contexto de los dolores de cabeza. Pero esta información debe compararse en su totalidad, nuevamente, con el paciente y una imagen completa de su historial médico, examen físico, trayectoria de síntomas y estado clínico, por enumerar solo algunos elementos. En el caso aludido, la paciente faltó varios días al trabajo debido a que los dolores de cabeza iban acompañados cada vez más de “vómitos intensos“. Entonces, ella “no podía siquiera retener la comida y apenas lograba caminar desde su cama al sofá… e incluso comenzó a tener visión doble”.

En última instancia, una visita al oculista reveló inflamación de los nervios ópticos, lo que condujo a pruebas que descubrieron la presencia de un tumor cerebral, el cual fue resecado quirúrgicamente. La paciente experimentó un revés reciente, ya que mostró un nuevo crecimiento tumoral, por lo que se le realizó otra craneotomía mientras recibía también quimioterapia y radiación.

¿Cómo tratar efectivamente un dolor de cabeza?

Existen varios tipos de dolores de cabeza. Los dolores de cabeza hormonales no son infrecuentes. Las mujeres pueden experimentarlos antes o durante la menstruación debido a una caída asociada en el estrógeno. Otra forma común es el dolor de cabeza por tensión, que a menudo se describe como una “banda apretada” alrededor de la cabeza. Esto puede verse agravado por el estrés. Las migrañas pueden pulsar y palpitar, y pueden estar asociadas con náuseas o alteraciones visuales. Luego, están todos los dolores de cabeza causados ​​por problemas secundarios. Por ejemplo, ciertas infecciones, exposiciones tóxicas, accidentes cerebrovasculares, coágulos de sangre o aneurismas rotos; incluso traumatismos o deshidratación pueden desencadenarlos. A menudo, en el caso de los niños, dado que los dolores de cabeza no son una queja típica, los anteojos ineficaces pueden ser los culpables, mientras que una revisión actualizada de la visión por parte de un oftalmólogo en estos casos resulta clave.

Entonces, el rango y la severidad son bastante amplios. De ahí que una historia clínica adecuada es esencial para desentrañar la etiología de los dolores de cabeza y determinar con oportunidad si justifican una intervención más agresiva. ¿Qué los hizo mejorar o empeorar? ¿Son acaso más frecuentes e intensos? ¿Hay la percepción de que algún medicamento recetado los origina? ¿Han modificado en forma súbita su carácter? ¿Qué otros síntomas asociados existen? ¿En qué actividades concretas se encontraba involucrado durante su aparecimiento? Por todos estos factores, un examen físico integral que incorpore una evaluación neurológica completa puede resultar muy informativa.

¿Qué sugirió entonces un tumor cerebral?

Hay muchos tipos de tumores cerebrales, algunos de crecimiento lento y otros de evolución más rápida; algunos benignos y otros malignos. Excepto en la primera infancia y los primeros años de vida, el cráneo es hueso mineralizado y representa un espacio fijo y confinado. Cuando el cerebro se lesiona y se produce una inflamación, existe un límite de cuánto puede hincharse antes de que surjan grandes problemas. Por lo tanto, la lesión primaria en sí misma y los eventos secundarios que facilita pueden causar un daño significativo.

Cuando un tumor cerebral ha crecido considerablemente, ejerce un efecto de masa sobre los tejidos circundantes comprimiéndolos o desplazándolos. La consecuencia se manifiesta en una intensidad de síntomas cada vez mayores (por ejemplo, “dolores de cabeza paralizantes” con episodios de vómitos intensos, visión doble, convulsiones y otros malestares).

¿Cuál es el resultado final?

La buena noticia es que muchos dolores de cabeza son bastante manejables con un tratamiento preciso para el diagnóstico correcto, por lo que la evaluación formal por parte de un especialista es el camino más seguro. Llevar un diario o bitácora de los dolores de cabeza es una excelente manera de defenderse y ayudar a su médico a armar las piezas del rompecabezas con fines de diagnóstico y tratamiento. La comunicación continua con su médico tratante ante cualquier cambio o empeoramiento de los primeros síntomas es altamente recomendada.

            Fuente: un artículo de Jamie Wells, MD, publicado en el portal www.acsh.org

Gamma Knife Center Ecuador aplica desde 2011, una reconocida técnica sueca llamada radiocirugía estereotáctica, la cual emplea múltiples haces de radiación que convergen en tres dimensiones para enfocarse de forma precisa en un volumen pequeño, como es el caso de un tumor cerebral; esto permite administrar dosis intensivas de radiación al objetivo, sin peligro de afectación a los tejidos circundantes.

El tratamiento con Gamma Knife^® se puede aplicar a muchos tipos de problemas; entre ellos, para tratar ciertos tumores malignos que aparecen en el cerebro o llegan a este órgano (tumores cerebrales primarios o metastásicos); tumores cerebrales benignos (meningiomas, adenomas de la pituitaria, neuromas acústicos); defectos de los vasos sanguíneos (malformaciones arteriovenosas) y problemas funcionales (neuralgia del trigémino).

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