Aproximadamente del 70% al 100% de los pacientes con cáncer experimentan fatiga relacionada con esta enfermedad durante el primer año del diagnóstico, y hasta el 50% continúa sintiéndola después de un año.
Esto puede afectar en gran medida su calidad de vida; sin embargo, el ejercicio regular, una dieta saludable y otras terapias holísticas pueden ayudar, según un experto.
Es importante reconocer que la fatiga relacionada con el cáncer no es lo mismo que una sensación de cansancio cotidiano, explicó Heidi Donovan, profesora de enfermería y medicina en la Universidad de Pittsburgh. La fatiga vinculada con el cáncer es una sensación angustiante, persistente y subjetiva de cansancio o agotamiento físico, emocional y cognitivo relacionado con la enfermedad, el tratamiento o la prevención, que no es proporcional a la actividad reciente y que suele interferir con el funcionamiento habitual.
“Si observa cómo las personas que enfrentan cáncer describen la fatiga relacionada con este diagnóstico, usted escuchará con frecuencia palabras como estas…”, comentó Donovan durante una presentación en la 13ª Conferencia Anual de Uniendo Fuerzas contra el Cáncer Hereditario. “Es debilitante, altera la vida, te hace sentir abrumado. Los pacientes se sienten agotados, a veces confundidos… frustrados, molestos y deprimidos. Simplemente hace que ellos se sientan exhaustos”.
La fatiga relacionada con el cáncer puede afectar la salud física y psicológica del paciente, así como su vida social. Puede dejarlos sintiéndose ansiosos, deprimidos y culpables también. Y aunque están fatigados, los pacientes a menudo no duermen bien debido a estos síntomas.
“La fatiga afecta todas las partes de la vida del paciente, pero luego cada uno de estos factores diferentes que se ven afectados por la fatiga, crea este círculo vicioso en el que cada uno contribuye a aumentar la fatiga”, explicó Donovan. “Así que es un síntoma muy importante para asegurarnos de que no lo dejaremos ir y lo aceptaremos como algo con lo que tienes que lidiar”.
Qué pueden hacer los pacientes
Donovan destacó algunas estrategias que los pacientes pueden incorporar a su rutina y que pueden ayudarlos a combatir la fatiga relacionada con el cáncer. Señaló que antes de participar en cualquiera de estas estrategias, es imperativo que los pacientes hablen con su equipo de atención médica para determinar cuál es la opción más segura para ellos.
Vigilancia
“Una de las primeras cosas que siempre les digo a las personas con cáncer o después del cáncer es que, si tienen un problema que les está molestando, lo primero que deben hacer es comenzar a monitorearlo y tener un propósito al respecto”, explicó.
Los pacientes deben identificar su fatiga y qué tan grave es. A continuación, comprenda lo que lo empeora y lo mejora. Luego determine la línea de tiempo, si es consistente o va y viene en momentos específicos. También es importante comprender los resultados de la fatiga, particularmente cómo afecta su vida diaria y sus emociones. Donovan sugirió mantener toda esta información en un diario de fatiga.
“Esta rutina permite que un paciente se dé cuenta de cuándo es el momento de buscar ayuda y le brinda las herramientas para comunicarse de manera más efectiva con su proveedor de atención médica, cuando ingresa para ser evaluado”, dijo.
Ejercicio
Donovan llamó al ejercicio “la bala de plata”, ya que anteriormente demostró ser eficaz para controlar muchos efectos secundarios del tratamiento. El ejercicio puede mejorar la energía, el bienestar, la perspectiva de la vida, la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. También puede disminuir síntomas como fatiga, dolor, depresión e inflamación.
Una combinación de ejercicios sería lo mejor para reducir la fatiga, explicó Donovan. Esto incluye ejercicio cardiovascular durante 30 minutos al día, como caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o trabajar en el jardín. El entrenamiento de fuerza y resistencia también debe realizarse dos o tres veces por semana. Además, los pacientes deben trabajar en el estiramiento y la flexibilidad, con actividades como el yoga, de cinco a 15 minutos todos los días.
Suplementos
Los suplementos han ganado interés en el tratamiento de la fatiga en los últimos años. Sin embargo, la evidencia detrás de muchos suplementos no es lo suficientemente fuerte como para respaldar un beneficio, anotó Donovan.
Pero un suplemento que destacó por tener algún beneficio en el tratamiento de la fatiga es el ginseng de Wisconsin. En un gran estudio, el suplemento disminuyó significativamente la fatiga, especialmente en los pacientes que estaban en tratamiento, pero también en los que lo habían terminado. Cabe destacar que no está regulado por la Administración de Alimentos y Medicamentos, por lo que no existe una dosis estandarizada. Es importante hablar con un proveedor de atención médica antes de tomar suplementos, aconsejó.
Acupuntura
Según evidencia más reciente, la acupuntura ha mejorado los efectos secundarios del tratamiento del cáncer, como el dolor y la fatiga. Específicamente, seguir el régimen de sesiones de 20 a 30 minutos tres veces por semana durante dos o tres semanas, luego dos veces por semana durante dos semanas, y luego semanalmente durante seis semanas mejoró significativamente la fatiga.
Es de destacar que los efectos secundarios de la acupuntura incluyen infección, sangrado, hematomas o mareos.
Dieta
Donovan anotó que la dieta es un aspecto muy importante a considerar cuando se experimenta fatiga relacionada con el cáncer. Agregó que la dieta mediterránea ha demostrado ser la mejor dieta antiinflamatoria, lo que puede resultar en una reducción de la fatiga.
La dieta mediterránea se basa en plantas, por lo que dos tercios de un plato deben ser verduras, frutas, cereales integrales o legumbres. También se recomiendan las proteínas magras, como el pollo o el pescado. Esta dieta también incluye limitar la ingesta de sal, grasas saturadas, azúcares y alimentos procesados.
Higiene del sueño
“Todas las personas que sufren de fatiga deben asegurarse de tener una buena rutina de sueño”, dijo Donovan.
Una buena higiene del sueño puede ayudar a algunos pacientes que luchan contra la fatiga e incluiría un horario constante para acostarse y despertarse. No debe haber estimulantes como la cafeína, el alcohol, el ejercicio y el tiempo de pantalla justo antes de acostarse. En cambio, Donovan sugiere participar en una actividad relajante como escuchar música, leer o estirarse.
El entorno en el que se encuentra un paciente también es importante y debe ser un espacio cómodo para dormir. Deberían poder dejar de lado las preocupaciones para la mañana siguiente y practicar la gratitud por la noche.
Las cinco “p”
Aunque hay muchos remedios para probar, superar la fatiga relacionada con el cáncer aún puede ser un desafío. Donovan explicó que hay una regla de cinco “p” a seguir cuando se trabaja con fatiga para mantener el “banco de energía abastecido”, que incluye:
Es importante que los pacientes sean amables consigo mismos y hagan cosas que los animen durante este tiempo. “Para la mayoría de las personas, puedo ofrecerles la esperanza de que esto mejorará con el tiempo”, concluyó.
Fuente: un artículo de Colleen Moretti publicado en el portal www.curetoday.com
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