“No sobreviví al cáncer para morir de estrés“.
Me encontré con esta cita en internet e inmediatamente me resonó. Sí, suena sarcástico, pero hay una cruda verdad detrás de esta pegadiza frase. ¿No nos sentimos así los supervivientes a veces?
A menudo dejamos que el cáncer y el diagnóstico abrumador sobre su tratamiento nos desvíe emocionalmente del camino. A la enfermedad le gusta jugar con nuestras mentes y somos vulnerables a sus caprichos. Un amigo sobreviviente lo expresa así: “Me temo que siempre estoy esperando a que caiga el otro zapato”.
Nuestro primer imperativo como sobrevivientes de cáncer y de toda enfermedad catastrófica es viajar con un itinerario de bienestar y tranquilidad, no de miedo y estrés. Para hacer que ese periplo sea un poco más sencillo, aquí hay tres consejos útiles para afrontar la situación por complicada que parezca:
Retrocediendo hasta el día en que escuchamos ese terrible diagnóstico. Volviendo al momento cuando soportamos innumerables tratamientos y superamos complicaciones interminables. ¡Rebobinando hasta el punto del agotamiento mental!
¿No hemos sufrido lo suficiente? Por lo tanto, cabe presionar “pausa” y reemplazar esas imágenes mentales con pensamientos y actividades libres de estrés. El cáncer subestima nuestra capacidad para ignorarlo.
¿Cuál es la mejor forma de afrontarlo? Solo tenemos este momento dorado y decidimos cómo pasarlo. Obtén una aplicación de mindfulness (atención plena) para tu teléfono o tableta o únete a una clase de meditación guiada. O tal vez desees adoptar el enfoque alegre, al elegir por ejemplo pasar una hora escuchando a tu comediante favorito en Netflix o Hulu.
Tengo un vecino que está confinado en casa con una condición médica grave. Con frecuencia recojo su medicina para él o hago otros recados. Es un privilegio y una alegría ayudarlo de esta manera. Y, noticias extra: ¡Nos hemos hecho amigos rápidamente!
Además, he sido un miembro dedicado de nuestro grupo de apoyo emocional durante tres años. Durante muchas de nuestras sesiones, la palabra “cáncer” ni siquiera aparece. Hablamos de jardinería, las últimas películas, actividades familiares y muchos otros temas.
Como consecuencia de ello, pienso cada vez menos en la amenazante presencia de mi cáncer.
No, no es fácil apagar esa molesta grabadora o aventurarse fuera de tu “zona yo”. Pero las recompensas (alegría y gratitud) superan el estrés y el miedo que genera a menudo el cáncer y otras enfermedades catastróficas. Flexiona un poco tus alas. ¡No te arrepentirás!
Fuente: un testimonio de Ron Cooper publicado en el portal www.curetoday.com
Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) es —desde hace una década— una organización pionera en el campo de la radiocirugía en nuestro país, en tanto se constituyó como el primer centro especializado para la atención de patrologías cerebrales que tradicionalmente requerían cirugía convencional.
La tecnología sueca de Gamma Knife® es eficaz para tratar: tumores cerebrales benignos y malignos, malformación arteriovenosa y neuralgia del trigémino. Asimismo, nos especializamos en la detección y el tratamiento eficaz de dolencias intracraneales consideradas como las más difíciles de diagnosticar en el campo de la neurocirugía.
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