Hasta ahora, la idea más extendida era que el sueño ayudaba a limpiar y reparar el sistema nervioso central, pero una reciente investigación cuestiona esta premisa. Según este nuevo estudio, el trabajo de limpieza del cerebro no ocurre solamente durante el sueño, sino que también sucede durante el día, en la vigilia.

En este artículo veremos el nuevo estudio que afirma que el trabajo del cerebro de día es igual o más importante que durante el sueño en lo concerniente a su limpieza y recuperación.

El trabajo del cerebro durante el sueño

¿Cuántas veces hemos tenido una mala noche y hemos debido soportar los efectos al día siguiente? Es bien sabido que el dormir bien y las horas suficientes tiene un efecto reparador. Para que nos sintamos plenamente activos y con energía al día siguiente, nuestro cuerpo experimenta cambios hormonales, bioquímicos, metabólicos e incluso de temperatura durante las horas de descanso. Además, eliminar los desechos cerebrales acumulados durante el día, nos permite consolidar la memoria y el aprendizaje. El trabajo del cerebro es máximo durante el sueño.

Y es que, al igual que un ordenador, dirían los cognitivistas, nuestro cerebro almacena una gran cantidad de datos diariamente, muchos de los cuales no son necesarios, por lo que necesita limpiarse. El sistema glinfático elimina toxinas a través de una serie de pequeños canales. El líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro puede moverse gracias a este sistema, que también ayuda a eliminar el líquido cerebral sucio y obsoleto, que contiene metabolitos, proteínas y otros productos de desecho.

Este proceso del trabajo del cerebro se interrumpe cuando no dormimos profundamente, lo que dificulta la eliminación efectiva de sustancias tóxicas para el cerebro. Por ejemplo, se sabe que el trabajo de limpieza o lavado del cerebro es fundamental para eliminar el amiloide, una proteína que, cuando se acumula, está estrechamente ligada a la enfermedad de Alzheimer. Por lo tanto, dormir mal de manera sistemática aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad neurodegenerativa.

La neurocientífica Maiken Nedergaard de la Universidad de Rochester (EE. UU.) y sus estudios son la base de la teoría limpiadora del sueño. Experimentaron con ratones para demostrar que la entrada de líquido en el cerebro aumenta cuando los animales están dormidos o bajo anestesia en comparación con cuando están despiertos, y que cuando el líquido sale del cerebro, se lleva todo lo necesario para limpiar, por lo que aumenta el trabajo del cerebro. Esto había fortalecido la idea de que cuando dormimos, nuestro sistema nervioso se prepara para volver a funcionar.

El trabajo del cerebro de día también hace limpieza

Un estudio reciente indica que la teoría predominante en la neurociencia podría no ser del todo precisa. Para monitorear el flujo de líquido cefalorraquídeo a través del sistema glinfático y analizar su recorrido, un grupo de investigadores liderados por Nicholas P. Franks del Imperial College de Londres inyectó un colorante fluorescente directamente en el cerebro de ratones para ver el trabajo del cerebro.

El estudio completo sobre el trabajo del cerebro en vigilia se publicó en la revista Nature Neuroscience.

Sorprendentemente, después de tres o cinco horas de estar dormidos o anestesiados, encontraron más colorante en las áreas del cerebro que cuando estaban despiertos. Esto indicaba que se eliminaba menos colorante, y por tanto menos líquido, del cerebro cuando el ratón estaba dormido en comparación con cuando el animal estaba despierto. El trabajo del cerebro era mayor cuando estaban despiertos.

El sueño es una necesidad fundamental de todos los mamíferos, por lo que, aunque este estudio se limitó a ratones machos, los investigadores creen que los hallazgos del trabajo del cerebro durante la vigilia podrían aplicarse a los humanos. Debido a la evidencia creciente de un vínculo entre la mala calidad del sueño, el aumento de toxinas y el riesgo de tener Alzheimer, no cabe duda de que estos hallazgos tienen gran relevancia para la búsqueda de las demencias.

A pesar de que los descubrimientos son fascinantes sobre el trabajo del cerebro en vigilia, estos han causado controversia en la comunidad científica debido a las limitaciones en el diseño del estudio que otros investigadores han hecho valer. Por lo tanto, no podemos aceptar en forma definitiva que el cerebro elimina tantos desechos durante la noche como durante el día.

Fuente: un artículo de Diego Barrero publicado en el portal www.psicoactiva.com

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