Escribir a mano es el mejor regalo que puedes hacerle a tu cerebro. Las personas están perdiendo los beneficios cerebrales de escribir a mano a medida que la práctica se vuelve menos común, y ni siquiera están al tanto de cuánto mejora la salud y del bienestar que le proporciona a su cerebro esta práctica.
No hace mucho tiempo, usar lápiz y papel era una característica fundamental de la vida diaria. El diario y la libreta de anotaciones eran cosas muy comunes, y la gente intercambiaba cartas escritas a mano con amigos, seres queridos y socios comerciales.
Si bien la comunicación manual requiere más tiempo, existe evidencia científica de que las personas pueden perder facultades cerebrales en algunos casos, cuando abandonan la escritura a mano y lo sustituyen por el texto generado por el teclado.
Escribir a mano y las emociones
Desde la década los ochenta, los estudios han encontrado que «la cura de la escritura», que normalmente implica escribir sobre los sentimientos de uno cada día durante 15 a 30 minutos, puede conducir a beneficios medibles para la salud física y mental. Estos beneficios incluyen todo, desde menor estrés y menos síntomas de depresión hasta una mejor función inmune.
Y hay evidencia de que escribir a mano puede facilitar esta forma de terapia. Según un estudio de 1999 citado en el Journal of Traumatic Stress escribir sobre una experiencia de vida estresante a mano, en lugar de tipear al respecto, condujo a niveles más altos de autodivulgación, y se tradujo en mayores beneficios terapéuticos.
El arte de escribir a mano
Es posible que estos hallazgos no se mantengan entre las personas hoy en día, muchas de las cuales crecieron con computadoras y están más acostumbradas a expresarse a través de texto escrito. Pero los expertos que estudian la ciencia de escribir a mano dicen que hay razones para creer que algo se pierde cuando las personas abandonan el lápiz por el teclado.
Los psicólogos han entendido por mucho tiempo que la escritura personal centrada en las emociones puede ayudar a las personas a reconocer y aceptar sus sentimientos.
«Cuando escribimos una letra del alfabeto, la formamos con trazos componentes tras componentes, y ese proceso de producción involucra vías en el cerebro que se acercan o atraviesan partes que manejan las emociones», dice Virginia Berninger, profesora emérita de educación en la Universidad de Washington.
Tocar una letra completamente formada en un teclado es un tipo de tarea muy diferente, una que no involucra estas mismas vías cerebrales. «Es posible que no haya la misma conexión con la parte emocional del cerebro» cuando las personas tipean, en lugar de escribir pausadamente a mano, dice Berninger.
Escribir a mano es bueno para tu cerebro
Escribir a mano también puede mejorar la memoria de una persona para obtener y procesar nuevas informaciones.
Un estudio de 2017 publicado en la revista Frontiers in Psychology encontró que las regiones del cerebro asociadas con el aprendizaje son más activas cuando las personas completan una tarea a mano, en lugar de hacerlo con un teclado.
Los autores de ese estudio dicen que escribir a mano puede promover la «codificación profunda» de nueva información en formas que la escritura con teclado no lo hace.
Y otros investigadores han argumentado que escribir a mano promueve el aprendizaje y el desarrollo cognitivo de manera que la escritura con teclado no puede coincidir.
El hecho de que escribir a mano sea un proceso más lento que tipear en el teclado puede ser otro beneficio, al menos en algunos contextos. En conclusión, escribir a mano es muy bueno para tu cerebro.
Apuntes a mano versus apuntes digitales
Una investigación de 2014 divulgada en la revista Psychological Science descubrió que los estudiantes que tomaron notas de forma manual obtuvieron mejores resultados en las medidas de aprendizaje y comprensión que los estudiantes que tomaron notas en computadoras portátiles.
Daniel Oppenheimer, coautor del estudio y profesor de psicología en la Universidad Carnegie Mellon, indicó: «La principal ventaja de las notas manuales era que ralentizaba a las personas. Si bien los estudiantes que escribieron podían anotar lo que escuchaban palabra por palabra, las personas que tomaron notas a mano no podían escribir lo suficientemente rápido como para tomar notas textuales; en cambio, se vieron obligados a reformular el contenido en sus propias palabras. Para hacer eso, la gente tuvo que pensar profundamente sobre el material y comprender los argumentos. Esto les ayudó a aprender mejor el material».
Disminuir la velocidad y escribir a mano puede tener otras ventajas. Oppenheimer dice que debido a que escribir es rápido, tiende a hacer que las personas empleen un grupo de palabras menos diverso.
Beneficios de escribir a mano
Alguna vez hemos tocado ya en esta página la importancia que tiene que sigamos escribiendo a mano, algo que, por desgracia, es cada vez más singular. Aunque sea a título anecdótico y no sirva para sustentar una tesis formal, una encuesta realizada a 2.000 personas en junio de 2014 parecía confirmarlo. De cada tres encuestados, uno no había escrito nada a mano en los seis meses anteriores, y, de hecho, no habían escrito nada a mano en los últimos 41 días, de media. Sin embargo, escribir a mano tiene numerosos beneficios que no se experimentan con la fría escritura en un teclado. A continuación, cuatro de ellos.
Escribir a mano mejora la conexión emocional
Escribir a mano permite a las personas más tiempo para encontrar la palabra más apropiada, lo que puede facilitar una mejor autoexpresión. Se especula también que la toma de notas a largo plazo puede ayudar a las personas ‒en ciertas situaciones‒ a establecer conexiones más cercanas. Un ejemplo: «Un médico que toma nota de los síntomas de un paciente a mano puede construir una mayor relación con sus pacientes que los médicos que están escribiendo en una computadora».
Además, mucho del trabajo financiado a Berninger por el National Institutes of Health (NIH) descubrió que aprender a escribir primero en forma impresa y luego en cursiva ayuda a los jóvenes a desarrollar habilidades críticas de lectura y pensamiento.
Finalmente, hay una montaña de investigaciones que sugiere que las formas de comunicación en línea son más tóxicas que el diálogo fuera de línea.
La mayoría de los investigadores que estudian la comunicación en línea especulan que la falta de interacción cara a cara y la sensación de invisibilidad son los culpables de la calidad desagradable y brutal de muchas interacciones en línea.
Pero la naturaleza impersonal del texto generado por teclado también puede, de alguna manera, contribuir a la toxicidad observada.
Cuando una persona escribe a mano, tiene que invertir más tiempo y energía que con un teclado. Y escribir a mano, a diferencia del texto tipeado: se da en forma única para cada individuo. Esta es la razón por la cual las personas generalmente valoran más una nota escrita a mano que un correo electrónico o un texto impreso, dice Berninger.
Si las palabras no fueran tan fáciles de producir, es posible que las personas las trataran con un poco más de cuidado.
Fuentes: www.zonaemocional.com / lapiedradesisifo.com
Desde que Gamma Knife Center Ecuador inició sus actividades hace ocho años en Guayaquil, sus especialistas han realizado más de 1.350 procedimientos. De ellos, el 59% han sido dirigidos a tumores cerebrales, tanto benignos como malignos, siendo su mayoría tumores residuales o recidivantes, luego de procedimientos abiertos.
Para ello, emplea rayos gamma a través de una radiocirugía estereotáctica donde se utilizan hasta 201 haces de radiación focalizados con altísima precisión para tratar tumores y otros problemas en el cerebro. Los mismos van dirigidos a lesiones ubicadas en cualquier parte del cráneo, con una exactitud menor a un milímetro, dejando el resto del tejido nervioso indemne.
El doctor Mario Pinos, director médico de Gamma Knife Center Ecuador, afirma que este tipo de procedimiento no requiere hospitalización y no tiene las complicaciones derivadas de una cirugía abierta y de su anestesia. Previo al procedimiento, es necesario realizar una tomografía, resonancia magnética, arteriografía cerebral o una combinación de estas.
El grupo de especialistas de GKCE, conformado por tres neurocirujanos, dos físicos médicos y un enfermero, trabaja en pacientes con tumores cerebrales, malformaciones arteriovenosas, metástasis cerebrales, neuralgia del trigémino, entre otros casos. Para el próximo año, el centro prevé actualizar la versión de su equipo, a un modelo Perfexion, para lograr un proceso automático y acortar el tiempo del mismo.