Hay ciertas cosas que nuestro cuerpo hace con tanta frecuencia y de forma tan automática que apenas las notamos. Los bostezos, los gruñidos de estómago y la secreción nasal son buenos ejemplos. Cada uno es una parte universal de nuestra experiencia humana diaria.
¿Pero alguna vez te preguntaste por qué? A continuación, se presentan algunas cosas que sabemos y algunas que sospechamos.
¿Por qué bostezas?
Quizás asocies el bostezo solo con el cansancio o el aburrimiento. Si bien no sabemos exactamente por qué la gente bosteza, no faltan teorías. Bostezar puede:
Tampoco está claro por qué el bostezo es contagioso. En el reino animal, es común ver bostezos contagiosos entre los miembros de un grupo, quizás como señal de un comportamiento colectivo (como pasar de una actividad a un descanso).
¿Por qué te gruñe el estómago?
Ese ruido sordo en el estómago se conoce médicamente como borborigmos, una excelente palabra para los jugadores de Scrabble si tienes las letras correctas. Por lo general asumimos que refleja hambre. Y es cierto que la sensación de apetito puede hacerse sentir antes de una comida.
Pero su estómago también puede gruñir después de una comida, cuando el estómago y los intestinos impulsan líquidos y alimentos a través del tracto digestivo. El estrés también puede provocar ruidos estomacales.
¿Qué está causando todo ese ruido? ¿Alguna vez ha sido un problema? Puede deberse al gas que se mueve en respuesta a las contracciones musculares de las paredes intestinales. En ocasiones, los ruidos del abdomen pueden ser un signo de una infección intestinal u otro problema. Si experimenta otros síntomas, como dolor o fiebre, consulte con su médico. Pero sepa también que la gran mayoría de los ruidos son inofensivos y son una señal de que su intestino está funcionando normalmente.
¿Por qué te moquea la nariz?
A veces puede parecer que le moquea la nariz sin motivo alguno. Pero existen algunos desencadenantes bien conocidos como:
La línea de fondo
Algunas de las experiencias humanas cotidianas más comunes son también algunas de las menos comprendidas. Por supuesto, hay muchos otros ejemplos: ¿Por qué tenemos cosquillas? ¿Cuál es el problema con la congelación del cerebro? ¿Para qué sirve el hipo?
Puede parecer un acto de fe, pero es probable que existan muy buenas razones para la forma en que funcionan nuestros cuerpos, incluso cuando no sepamos cuáles son.
Entre tanto, nuestros esfuerzos se dirigen conscientemente a cuidar de nuestra salud. La ciencia tiene un amplio espectro por investigar y desentrañar a partir de los misterios cotidianos del cuerpo humano, muchos de los cuales aún no están del todo resueltos.
Fuente: un artículo de Robert H. Shmerling, MD, publicado en el portal www.health.harvard.edu
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