Su cerebro no está programado para reducir su tamaño y fallar como un proceso normal del envejecimiento. De hecho, usted puede construir un cerebro más grande y mejor, tomando decisiones inteligentes.

Las estrategias de estilo de vida que promueven la neurogénesis y el nuevo crecimiento de las células cerebrales incluyen varias acciones concretas.

Todas ellas se enfocan en una vía del gen específico llamado BDNF o factor neurotrófico derivado del cerebro, que promueve el crecimiento de las células cerebrales y la conectividad, hecho científico claramente demostrado a través de una resonancia magnética.

A continuación algunos puntos que conviene tener presente:

• Haga ejercicio. El fomento de la actividad física produce cambios bioquímicos que fortalecen y renuevan no solo su cuerpo sino también su cerebro, especialmente de las zonas asociadas con la memoria y el aprendizaje.
• Reduzca el consumo de calorías en general; incluya el ayuno intermitente si es resistente a la insulina.
• Reduzca el consumo de carbohidratos, incluyendo azúcares y granos.
• Aumente el consumo de grasas saludables. Las grasas benéficas que promueven la salud del cuerpo y que propician el funcionamiento óptimo del mismo –de su cerebro en particular–, incluyen la mantequilla orgánica hecha de leche recién ordeñada y la mantequilla clarificada de leche de vacas alimentadas con pastura orgánica; aceitunas, aceite de oliva orgánico y aceite de coco orgánico; frutos secos como las nueces de macadamia, huevos de gallinas camperas, salmón silvestre de Alaska y aguacate.
• Aumente su consumo de grasas omega-3 y reduzca su consumo de grasas dañadas de omega-6 (aceites vegetales procesados) con el fin de equilibrar el ratio o relación entre las grasas de omega-3 y omega-6. El aceite de krill resulta también ideal, ya que al igual que el salmón silvestre de Alaska, contiene astaxantina –un potente antioxidante particularmente benéfico para la salud del cerebro–. La astaxantina es un carotenoide, capaz de reducir la grasa dañada por los radicales libres. Recordemos que la composición de nuestro cerebro alcanza un 60% de grasa.puede dar su cerebro qué necesita para alcanzar su capacidad máxima.

Los requerimientos nutricionales del cerebro son complejos y sorprendentes, sobre todo si queremos que este funcione en forma óptima.

Si el cerebro es privado de algún nutrimento esencial durante la infancia o a lo largo del desarrollo fetal, tal carencia provocará que este importante órgano sea mucho más propenso a influencias tóxicas, las cuales se verán reflejadas a lo largo de la vida del individuo en escenarios tales como: déficit de atención, hiperactividad, problemas de comportamiento y aprendizaje; ansiedad, depresión, adicciones, etcétera.

En Gamma Knife Center Ecuador cuidamos celosamente de la calidad de vida de todos nuestros pacientes y de sus familiares, y vemos imperativo construir salud mediante la prevención. Por ello les recordamos a través de estos consejos, la necesidad de alimentar correctamente su cerebro de por vida.

Fuentes: Mercola.com