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9 abril, 2025
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Hablemos sobre el Parkinson

el Parkinson

Hoy se celebra el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad que fue descubierta un 11 de abril hace ya 208 años por el neurólogo británico James Parkinson.

La enfermedad de Parkinson idiopática, también conocida simplemente como Parkinson, es una dolencia crónica que afecta al 0,3% de la población (aproximadamente una de cada 10.000 personas), siendo la enfermedad neurodegenerativa más frecuente tras el Alzheimer.

El mal de Parkinson provoca la muerte de ciertas células del cerebro, que son las que ayudan a controlar el movimiento y la coordinación. La enfermedad lleva a que se presente agitación (temblores) y dificultad para caminar y moverse.

No hay ninguna cura para el Parkinson, pero un tratamiento acertado puede ayudar a controlar los síntomas.

Causas

Las neuronas utilizan un químico cerebral, llamado dopamina para ayudar a controlar el movimiento muscular. Cuando se presenta el mal de Parkinson, las neuronas que producen dopamina mueren lentamente. Sin suficiente dopamina, las células que controlan el movimiento no pueden enviar mensajes apropiados a los músculos. Esto hace que sea difícil controlarlos. Este daño empeora lentamente con el tiempo. Nadie sabe exactamente por qué estas neuronas se desgastan.

El mal de Parkinson en la mayoría de los casos se presenta después de los 60 años. Sin embargo, no es uno de los problemas del sistema nervioso más comunes en adultos mayores: el 20% de los individuos diagnosticados tienen menos de 40 años. En tales casos, a menudo se debe a los genes de la persona. Ventajosamente, es poco frecuente en niños.

Variantes

El mal de Parkinson es solo una de las enfermedades que forman parte de una amplia familia denominada “Parkinsonismos”. Dentro de este grupo están también otras menos conocidas como la enfermedad de Cuerpos de Lewy, la Atrofia Multisistémica y la Parálisis Supranuclear Progresiva.

Los parkinsonismos en general tienen su origen en la falta o baja actividad de un neurotransmisor fundamental en el cerebro humano, la dopamina, en ciertas estructuras motoras del cerebro implicadas en el movimiento. En función del origen de esta carencia, el tratamiento, pronóstico y síntomas varían.

Existen parkinsonismos debidos a la atrofia de las estructuras que fabrican dopamina, y otros donde el problema radica en la alteración de los receptores de esta. Incluso existen parkinsonismos (en este caso reversibles) debidos a efectos secundarios de medicamentos, como pueden ser los fármacos para tratar enfermedades mentales como la esquizofrenia o algunos medicamentos para los vértigos.

el Parkinson

Cuando se habla de Parkinson, la mayoría de las veces pensamos en temblor, pero es importante destacar que hasta un 25% de los pacientes con esta enfermedad no tiemblan. En la mayoría de los casos, otros síntomas son tan o más importantes, tales como la rigidez y la lentitud de movimientos. Otros síntomas físicos frecuentes son la falta de expresión facial, la sialorrea (babeo), la pérdida de equilibrio y de postura, la alteración al caminar, el arrastrar los pies, la congelación de la marcha, y otros síntomas motores. Sin embargo, en la enfermedad de Parkinson existen otros síntomas no físicos que pueden ser más incapacitantes que el temblor o la rigidez, son los denominados “síntomas no motores de la enfermedad de Parkinson”.

Los signos no motores pueden aparecer incluso antes que el temblor o la rigidez, y demandan un tratamiento distinto. Estos síntomas, bien conocidos por los especialistas en neurología y neuropsicología, son desconocidos para el público en general y para el propio paciente, y suelen ser atribuidos a otras causas. Los más frecuentes son apatía, falta de iniciativa y depresión, trastornos de sueño, pesadillas y sueños vívidos, disfonía (voz ronca, bajo volumen de voz), tensión arterial baja, entre otros muchos.

Es muy frecuente en la enfermedad de Parkinson el deterioro cognitivo e incluso la demencia, indicando los estudios que entre un 60% y un 80% de los pacientes con Parkinson cursan o cursarán con demencia asociada.

No obstante, el deterioro cognitivo en el Parkinson tiene características propias, aunque en ocasiones se confunde y solapa con otras demencias como el Alzheimer. La demencia asociada al Parkinson se caracteriza por déficits atencionales y de concentración, lentitud y rigidez de pensamientos, dificultades de control de impulsos, y especialmente alteración de la memoria a corto plazo. También es relativamente frecuente la aparición de conductas adictivas, desinhibición conductual o verbal, alucinaciones y delirios.

Por norma general, los fármacos para el Parkinson actúan sobre todo en los malestares físicos, pero no tanto sobre los síntomas cognitivos y psicológicos, por lo que el tratamiento y medicamentos para estos síntomas se les denomina “sintomáticos”; es decir, se aplicará un tratamiento en función de las necesidades y síntomas que vayan surgiendo. En el caso del deterioro cognitivo, el tratamiento farmacológico es muy limitado, siendo la base de la prevención y la rehabilitación cognitiva.

Por este motivo, una vez se hace diagnóstico de cualquier parkinsonismo, se recomienda el seguimiento cognitivo del paciente por parte de su especialista en la rama de neurología o neuropsicología, ya que la detección temprana de estos síntomas no motores, son fundamentales en el pronóstico y curso de la enfermedad. Del mismo modo, la estimulación y rehabilitación cognitiva son especialmente útiles en el tratamiento de estos síntomas, tanto para prevenir y retrasar la evolución a demencia, como para minimizar y frenar el curso del deterioro cognitivo una vez que aparece la demencia asociada al parkinsonismo.

Opciones de tratamiento para la enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es una enfermedad degenerativa y progresiva de los núcleos de la base, caracterizada por la pérdida de células dopaminérgicas de la pars compacta de la sustancia negra (la región que contiene la mayoría de las células pigmentadas de neuromelanina y principal fuente de producción de dopamina en el cerebro).

Las opciones actuales de tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson incluyen neuromodulación, lesión por radiofrecuencia y lesión por radiocirugía.

El objetivo de la radiocirugía es la producción de una lesión necrótica predecible mediante dosis muy elevadas de radiación ionizante, similar a lo que se logra con la radiofrecuencia. Los blancos que han sido utilizados en el tratamiento quirúrgico de la enfermedad de Parkinson incluyen al tálamo, globo pálido interno, núcleo subtalámico y radiaciones prelemniscales. No todos estos blancos se utilizan en radiocirugía.

La radiocirugía ha demostrado ser una herramienta útil en el tratamiento de pacientes diagnosticados con la enfermedad de Parkinson. Los blancos utilizados han sido el tálamo y el globo pálido interno obteniendo buenos resultados y pocas complicaciones. Todas las series exitosas reportadas emplearon la técnica sueca de Gamma Knife®. Se requiere de un elevado control de calidad del equipo para lograr una precisión estereotáctica adecuada, además de que el equipo multidisciplinario a cargo debe tener experiencia en el tratamiento de trastornos funcionales.

Radiocirugía estereotáctica con Gamma Knife® como tratamiento del temblor esencial y parkinsoniano: experiencia clínica

La radiocirugía estereotáctica cerebral con Gamma Knife® (GK) sobre el núcleo ventral intermedio-medial del tálamo (VIM) unilateral es una opción neuroquirúrgica mínimamente invasiva para el temblor refractario.

Se describe la experiencia de talamotomía con GK (TGK) en pacientes con temblor esencial (TE) y enfermedad de Parkinson (EP) de predominio tremórico de una unidad especializada en cirugía estereotáctica.

Método aplicado

Se revisan los pacientes tratados con TGK. Se analizan variables clínico-demográficas, indicación, dosis empleada, eficacia (mediante subescalas de Fahn-Tolosa-Marin (FTM) y MDS-UPDRS motora) y efectos adversos (EA).

Resultados

Se registraron 13 pacientes, seis con diagnóstico de EP de predominio tremórico, cuatro con TE refractario y tres casos de TE + EP. La mediana de edad fue 78 años (62-83), con siete pacientes > 75 años. Cuatro pacientes anticoagulados y dos con antecedentes de ictus previo. La dosis máxima de radiación aplicada fue 130 Gy. La media de seguimiento fue 30,0 (14,5) meses. Se observó una mejoría significativa del temblor en las subescalas de FTM del 63,6% a 12 meses y del 63,5% al final del seguimiento y en ítems de temblor de MDS-UPDRS del 71,3% a 12 meses, y del 60,3% al final del seguimiento. Once pacientes refirieron mejoría significativa en su calidad de vida. Tres pacientes refirieron EA leves y transitorios.

Conclusiones

Se presenta la mayor serie de pacientes con temblor esencial y parkinsoniano tratados con TGK con seguimiento a largo plazo. La técnica Gamma Knife® puede ser un tratamiento seguro y con eficacia mantenida en temblor refractario, incluso en edad avanzada o en tratamiento anticoagulante.

Mensaje de GKCE

El tratamiento con Gamma Knife® es considerado únicamente cuando el paciente no logra beneficio alguno con la toma de medicamentos, o cuando la estimulación profunda del cerebro realizado mediante cirugía convencional bajo anestesia general, no es una opción apropiada como terapia efectiva para el control del Parkinson.

Hay muchos asuntos a considerar para evaluar la opción de radiocirugía con Gamma Knife®. Estos deberán ser conversados en extenso con su neurólogo, neurocirujano o geriatra de ser el caso.

Con la incorporación del novísimo equipo Icon®, Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) se encuentra habilitado para ofrecer este tipo de cirugía funcional.

Fuentes: www.elsevier.es   www.medlineplus.gov

 

Con presencia en nuestro país desde 2011, Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) es el líder absoluto en el campo de la radiocirugía cerebral.

Nuestros servicios —especializados en la aplicación de esta innovadora tecnología sueca de renombre mundial— están encaminados a tratar patologías que tradicionalmente requerían cirugía convencional.

La radiocirugía estereotáctica que ofrece GKCE está dirigida a combatir lesiones y trastornos funcionales del cerebro. El procedimiento de tipo ambulatorio, en lugar de acceder a este órgano mediante una incisión quirúrgica, utiliza el bisturí de rayos gamma para tratar anormalidades, tumores u otros desórdenes vasculares, para lo cual administra con precisión submilimétrica una dosis alta de radiación concentrada en un objetivo localizado, y en una sola sesión, sin lesionar el tejido adyacente.

Gamma Knife Icon® resulta de enorme utilidad para tratar aquellos tumores cerebrales que debido a su localización resultan inoperables a través de la cirugía abierta, o en aquellas circunstancias en las cuales el paciente no se encuentra en condiciones de tolerar anestesia general.

Para servirlo mejor, GKCE está debidamente acreditado ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y las principales aseguradoras privadas.

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