Hoy quería hablarles de un concepto que es muy cercano y querido para mi corazón: el espacio de sujeción.

¿Has oído hablar de él alguna vez? ¿Sabes cómo describirlo?

Primero comenzaré con la definición y luego les daré un ejemplo.

Mantener el espacio significa estar presente física, mental y emocionalmente para alguien. Significa centrarse en alguien para que lo apoyes cuando sienta sus sentimientos. No obstante, un aspecto importante de mantener el espacio es administrar el juicio mientras estás presente.

Como cuando le dices a un paciente que tiene cáncer cerebral grado IV e inoperable, y que incluso con los mejores tratamientos, su tiempo es muy corto. Entonces mantienes el espacio.

No dices nada. Te sientas allí, y les brindas apoyo sentándote allí junto a sus emociones. No corres para ofrecer falsas esperanzas. No te apresuras a hablar del 5% de los pacientes que responden a la terapia más nueva. No tratas de ver el lado positivo, cambiar el tema o peor aún, salir a toda prisa de la habitación.

Mantienes el espacio. A veces, te sientas durante dos minutos. A veces, diez minutos. Sin decir nada. Se siente como un tiempo increíblemente largo; sin embargo, me gustaría poder expresarles cómo esta acción está soportando el peso de esa noticia con el simple hecho de estar sentado allí. Espacio de espera.

Es una habilidad notable para aprender. Como médica paliativa, tengo mis habilidades para sentarme ahí con tu sufrimiento. Puede que no sepa en qué estás pensando o por lo que estás pasando, pero estoy dispuesta a sentarme allí y estar a tu lado mientras lo descubres.

Decirle a un paciente que tiene una enfermedad terminal es un poco como decirle a alguien: “Nuestro avión está a punto de estrellarse”. Excepto que de alguna manera tú te vas a salvar, y ellos no. Mantener el espacio es quedarse con ellos mientras se acercan a esta caída libre. Por malo que sea ser testigo, recuerda que estás dejando esta experiencia con vida.

Un capellán muy querido, natural de Alemania, me explicó sintéticamente cómo se siente una consulta paliativa:

• Es como abrir la puerta a la vida del paciente, al iniciar una conversación sobre la noticia de su tiempo limitado en la Tierra; algunos corren hacia usted (esos son los que siempre supieron que algo andaba mal y sus médicos les aseguraban lo contrario).
• Algunos permanecen en la puerta y ni siquiera se mueven (conmocionados, aturdidos, en negación y entumecidos).
• Algunos cierran la puerta en tu cara (ira, frustración y traición).

Mantener el espacio significa que cualquier cosa que decidan hacer en esa puerta, está bien. Nunca se trata de ti. Siempre se trata de ellos y de lo que necesitan. Mantienes el espacio como si abrieras esa puerta. Y te quedas ahí sin decir una palabra o sin intentar cambiar su idea sobre lo que quieren hacer en esa puerta. Eso es espacio de retención.

La meditación es un poco así.

La gente piensa que la meditación significa respirar buenos pensamientos y exhalar malos pensamientos. No, se trata de la conciencia real de los pensamientos.

Es como tener espacio para tus pensamientos. Pero la simple conciencia de los pensamientos es enorme. Llamarlos por sus nombres.

Oye, ¡hola ira! Te veo, inseguridad. Puedo sentirte, soledad.

Cuando podemos nombrar nuestras emociones y mantener un espacio para ellas, sucede algo mágico. No son más nuestros dueños: los poseemos. Podemos elegir cómo manejarlos.

Oh, veo que estoy enojado porque tuve este pensamiento… Evidentemente, es una práctica diaria, alejarse de los sentimientos y pensamientos que cruzan nuestra mente y verlos pasar como nubes en el cielo.

La conciencia de que todo estará bien. Que hay un cielo azul y un sol sobre las nubes. Que morir es parte de la vida, no algo separado de ella. Esto nos permite vivir el momento y apreciar todo lo que tenemos ahora.

Mantener espacio para los demás. Mantener el espacio para nuestras emociones y poder sonreír cuando nos desenredamos. Inhalar y exhalar profundamente para volver a centrar nuestra mente.

Intente tener espacio para un ser querido hoy. Reflexione luego sin agobios cómo se sintió al hacerlo.

Ejercitar la compasión es adquirir conciencia del sufrimiento de uno mismo y del de otros seres, junto con el deseo de ayudar a sobrellevarlo. La compasión solo es posible, cuando la comprensión está presente. Una tarea de todos. ¡Ánimo!

FUENTE: reproducimos un extracto del artículo de la doctora Faryal Michaud, especialista en cuidados paliativos, publicado en el portal www.kevinmd.com

En Gamma Knife Center Ecuador celebramos nueve años manteniendo intacto el propósito de proyectarnos como un rayo de esperanza dirigido a mejorar o extender la calidad de vida de nuestros pacientes con tumores cerebrales.

Para ello, nos enfocamos en un sostenido proceso de innovación en sistemas y procedimientos internos que, junto a una óptima capacitación, garantiza que tanto el servicio como los resultados, cumplan con las exigentes normas suecas que demanda la casa fabricante.

Gamma Knife^®: el estándar de oro de la radiocirugía cerebral.