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Esto es lo que causa el cerebro congelado

Le pasa a casi todo el mundo. Después de tomar una cucharada de helado o un rápido sorbo de cualquier bebida muy fría, nos llega esa súbita sensación que recorre nuestra cabeza, haciendo que esta comience a latir y que el dolor primero se clave en la frente y luego se irradie a través del cráneo.

La molestia continúa incluso cuando cierras los ojos y haces aquella típica mueca de dolor; un momento después, desaparece, permitiéndote volver a disfrutar de tu helado.

Al igual que las repentinas tormentas eléctricas y las picaduras de mosquitos con comezón, la congelación cerebral es uno de los inconvenientes del verano. También conocido como dolor de cabeza helado, dolor de cabeza por estímulo frío o por su nombre científico difícil de pronunciar, ganglioneuralgia esfenopalatino, este es un tipo de dolor repentino e intenso que puede tomarte por sorpresa, incluso cuando lo hayas experimentado muchas veces antes.

Y aunque es difícil que el dolor de cabeza de una jaqueca o una migraña sinusal sea de una hora de duración, la congelación cerebral también se categoriza como un tipo de dolor de cabeza incluido en las Clasificaciones Internacionales de Trastornos de Cefalea. Para entender qué desencadena esta sensación y descubrir cómo aliviar el dolor rápidamente o evitar que arruine tu indulgencia con el helado, buscamos en primer lugar a la ciencia detrás de los doctores e investigadores.

 

¿Qué es exactamente la congelación cerebral?

En realidad tu cerebro no se congela. La congelación cerebral ocurre cuando una sustancia fría, como el helado por ejemplo, se introduce detrás de la nariz y el paladar, ha explicado la Dra. Lauren Natbony, neuróloga del Hospital Mount Sinai en la ciudad de Nueva York a la revista Time Health. Cuando el paquete de nervios en esta parte de la boca siente algo frío, envía un mensaje instantáneo al cerebro, lo que hace que las arterias y los vasos sanguíneos reaccionen. Como resultado, tu cabeza comienza a latir.

“El dolor aparece poco después de que algo frío haya tocado el paladar y, por lo general, se lo deriva a la frente”, dice la Dra. Anne MacGregor, especialista en dolor de cabeza en Barts y en la Escuela de Medicina y Odontología de Londres en el Reino Unido. El dolor viene rápido, en la medida que la temperatura fría de tu helado o bebida golpea esos nervios. “Dura pocos segundos, pero a veces minutos”, antes de desaparecer, apunta MacGregor.

Por sí mismo, la congelación cerebral es inofensiva, y el fenómeno no está asociado con ninguna condición neurológica preocupante. Sin embargo, está relacionado con las migrañas. Las personas que sufren de migrañas tienden a ser más propensas a la congelación cerebral, añade Natbony, porque los mismos nervios en el paladar son responsables de desencadenar ambos tipos de dolor de cabeza.

 

Por qué ocurre

“Muchos expertos consideran que esta sensación ocurre cuando una sustancia fría toca el paladar o la parte trasera de la garganta provocando que los vasos sanguíneos se encojan y dilaten rápidamente”, afirma la especialista y profesora de Medicina Interna en Harvard, la doctora Celeste Robb-Nicholson.

No obstante, la explicación es la siguiente: los receptores del dolor situados cerca de esos vasos detectan la incomodidad y envían el mensaje a través del nervio trigémino hasta el cerebro. El detonante de este malestar es en realidad una arteria situada en el cerebro.

Dado que este nervio también se encarga de transmitir las sensaciones de estímulos fríos en la cabeza, el cerebro entiende que es desde allí de donde provienen. “Es lo que se denomina ‘dolor referido’”, añade la experta de Harvard.

Sin embargo, en el año 2012, un grupo de investigadores de Harvard, liderados por el Dr. Jorge Serrador, descubrieron que el detonante de este dolor es en realidad una arteria situada en el cerebro y no los pequeños vasos situados en la boca y la garganta.

Los participantes del estudio debían levantar la mano cuando sentían que el cerebro se congelaba y, de nuevo, cuando el dolor paraba.

Precisamente en el momento en el que sentían el dolor, los investigadores pudieron ver que aumentaba el riego sanguíneo en la arteria, aumentando su tamaño, y poco después, cuando desaparecía, la arteria volvía a contraerse.

 

¿Cómo puedo deshacerme de eso?

La congelación cerebral es temporal y no es algo lo suficientemente grave como para tomar un día de descanso por enfermedad. Pero si se te presenta súper intenso o simplemente no quieres lidiar con la explosión, hay soluciones.

MacGregor sugiere beber agua tibia (pero no caliente) con lentitud a medida que va apareciendo la congelación del cerebro. El agua tibia mitigará la sensación de frío en su paladar, por lo que su cabeza no debería palpitar tan intensamente o durante tanto tiempo.

Otro recurso conocido sugiere colocar la lengua o la punta del dedo contra el techo del paladar, cubriendo el mayor espacio posible, lo que calentará los nervios de forma similar a como lo hace el agua tibia. Natbony dice sin embargo, que ninguna ciencia respalda este truco, razón por la que carece de todo sentido intentarlo. “Si introduces calor durante la congelación cerebral, debería funcionar”.

 

Cómo prevenir la congelación cerebral

Por supuesto, la forma más fácil de no padecer con la congelación cerebral es evitar el consumo de alimentos y bebidas congeladas, dice MacGregor. Pero en el verano, o en unas vacaciones cálidas y soleadas, eso no es tan realista ni divertido.

Por lo tanto, la recomendación básica para no pasar por esta horrible y dolorosa experiencia es beber o comer pequeñas cantidades y dar el tiempo a la garganta para calentarse entre cada bocado. Procure ingerir su helado o granizado muy lentamente, en especial durante la mordida inicial, para que los nervios en su paladar no se vean abrumados por la sensación de frío. Asimismo, intente comer alimentos fríos hacia la parte frontal de la boca, lo cual le ayudará a evitar a aquellas terminaciones nerviosas sensibles hacia la parte posterior que desencadenan la congelación cerebral, sugiere Natbony.

Por desagradable que pueda resultarle no es necesario preocuparse. Aunque haya sido incluido en la clasificación elaborada por la Sociedad Internacional del Dolor de Cabeza, la cefalea del helado se trata de algo completamente inocuo.

 

Fuente: time.com / lavanguardia.com

 

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