Los​​ dolores de cabeza​​ y las migrañas se encuentran entre los dolores más frustrantes y frecuentes que podemos experimentar. Incluso un dolor leve en el área de la cabeza puede hacernos menos dispuestos y capaces de abordar las tareas cotidianas.

Los tipos más comunes de dolores de cabeza son migrañas, dolores de cabeza tensionales y dolores de cabeza sinusales. Generalmente, los dolores de cabeza comenzarán como un tipo de dolor sordo que tiende a aumentar en severidad a medida que avanza la dolencia. Dependiendo del tipo de dolor​​ este​​ tiende a apuntar a diferentes áreas de la cabeza. Un denominador común de la mayoría de los dolores de cabeza es que el dolor reside gradualmente durante un período de tiempo.

Contrariamente a la creencia popular, los dolores de cabeza pueden surgir por varias razones diferentes. Estas razones incluyen la dieta, el nivel de hidratación, el entorno laboral y/o doméstico y nuestra salud en general. Además, los dolores de cabeza también pueden señalar áreas potenciales con problemas de salud.

La mayoría de las veces, los dolores de cabeza son relativamente inofensivos. Sin embargo, en raras ocasiones, un dolor de cabeza puede ser un signo de una afección grave como aneurisma, accidente cerebrovascular,​​ tumor cerebral​​ o hemorragia​​ cerebral. Obviamente, si un dolor de cabeza es prolífico o dura mucho tiempo, se debe buscar tratamiento inmediato. Esto incluye lo que se denomina un "dolor de cabeza en trueno" o uno que aparece de repente e invoca un dolor intenso.

1. Dolor de cabeza tensional: estrés y ansiedad

Encabezando nuestra lista está el dolor de cabeza tensional, con mucho el tipo​​ de dolor de cabeza más común que sufren las personas. El dolor de cabeza por tensión es constante y se concentra alrededor de las sienes o cerca de la parte posterior de la cabeza y el cuello. Además, el dolor se puede sentir por encima y por debajo de los ojos.

Los profesionales médicos creen que este tipo de dolor de cabeza​​ es causado por la contracción de los músculos del cuello y el cuero cabelludo,​​ que es una reacción común al estrés o​​ la​​ ansiedad. Es común que los dolores de cabeza intensos por tensión se confundan con migrañas. Sin embargo, las migrañas producen más efectos secundarios que los dolores de cabeza por tensión, como mareos, náuseas y vómitos.

El té de jengibre es excelente para​​ aminorar​​ la inflamación, lo que puede ayudar a reducir o eliminar el dolor. Agregar aceite de menta a la línea del cabello​​ (la​​ parte superior de la frente donde crece el vello en el cuero cabelludo)​​ puede relajar los músculos alrededor de la cabeza y el cuello, lo que alivia aún más el dolor. ¡La combinación​​ de estos dos ingredientes puede​​ ser la cura exacta que necesitamos!

2. Migraña: dieta y estilo de vida poco saludables

Las migrañas afectan a casi 40 millones de personas en los Estados Unidos y​​ pueden ser de naturaleza debilitante. El dolor que se experimenta durante una migraña es severo y recurrente, y suele palpitar en un lado de la cabeza. En aproximadamente el 30%​​ de los episodios de migraña, el dolor afecta a ambos lados de la cabeza. Es común que el dolor de la migraña se irradie desde la parte superior de la cabeza y se mueva hacia abajo.

De todas las condiciones de dolor de cabeza, las migrañas tienen los efectos secundarios neurológicos más prolíficos. La larga lista de síntomas incluye: mareos, sensibilidad al sonido y la luz, alteraciones visuales, hormigueo y entumecimiento de la cara, junto con náuseas y/o vómitos.

Los factores genéticos y ambientales pueden influir en la susceptibilidad a las migrañas. Una dieta carente de nutrientes también puede tener efecto, en particular, comer una cantidad desproporcionada de alimentos procesados ​​y salados. Los patrones de sueño poco saludables y el consumo excesivo de medicamentos también pueden desencadenar un episodio de migraña.

Se ha demostrado que las​​ vitaminas B12​​ y los ácidos grasos Omega-3 ayudan a aliviar el dolor de la migraña. Hacer ejercicio aeróbico adecuado puede​​ favorecer​​ a disuadir los episodios de migraña. Algunas personas han informado que los beneficios del ejercicio aeróbico en el tratamiento de las migrañas en realidad anulan la necesidad de continuar con la medicación.

3. Dolor de cabeza sinusal: deshidratación o uso excesivo de medicamentos

Los dolores de cabeza sinusales son otro tipo común que​​ puede revelar ciertos hábitos de vida poco saludables. Como su nombre lo indica, los dolores de cabeza sinusales son el resultado directo de problemas dentro del área de los senos nasales, detrás del puente de la nariz y dentro de la frente o los pómulos. Cuando estas áreas llenas de oxígeno se inflaman, a menudo debido a una reacción alérgica o una infección (las razones más comunes), las vías para drenar la mucosidad de los senos nasales se bloquean. Este bloqueo puede provocar un dolor en los senos nasales que se parece mucho a un dolor de cabeza.

El dolor continuo y a menudo severo que resulta de un dolor de cabeza sinusal seguramente se sentirá dentro de los pómulos, la frente o el puente de la nariz. Es común que quienes sufren de dolor de cabeza sinusal experimenten un dolor cada vez mayor a medida que se mueve la cabeza. Además del dolor,​​ los dolores de cabeza sinusales generalmente incluyen otros síntomas como secreción nasal, fiebre o hinchazón de la cara.

Como se mencionó, la mayoría de los dolores de cabeza sinusales son el resultado directo de alergias o infecciones. Sin embargo, los dolores de cabeza sinusales también pueden ocurrir debido al uso excesivo de medicamentos descongestionantes o analgésicos. Estos síntomas de dolor pueden verse agravados por una hidratación inadecuada.

No debería sorprender, entonces, que beber muchos líquidos sea importante para aliviar los dolores de cabeza sinusales. La inflamación de los senos nasales se puede reducir bebiendo agua tibia o té. La vitamina C es excelente para prevenir posibles infecciones, y el jengibre fresco contiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas​​ que obvian​​ la necesidad de​​ acudir a​​ medicamentos potentes.

Fuente: un artículo publicado en el portal​​ www.powerofpositivity.com

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