SOMOS LO QUE RECORDAMOS
Los sucesos del 10 de Agosto de 1809 son considerados como el Primer Grito de la Independencia de Ecuador, pues fue este el germen y la llamarada que motivó luego a otros patriotas, a tomar la posta libertaria sellada definitivamente en 1822.
La salvaguarda de la memoria histórica se ha convertido en una obligación moral de nuestra época, en tanto nos permite valorar el legado de aquellos que teniendo dentro de sí una poderosa proyección de soberanía, construyeron con valentía y dedicación los cimientos de nuestra nacionalidad.
Como gratos herederos de esta gesta emancipadora que trazó caminos de progreso y justicia, de dignidad e igualdad para nuestro pueblo, celebremos hoy con civismo esta fecha con el mismo vigor de quienes ganaron para nuestra bella capital el justo título de “Luz de América”.
“Suprimid, de la historia americana, la acción anunciadora de Eugenio Espejo; quitad la conspiración de la Navidad de 1808; dejad a un lado el grito singular del 10 de Agosto de 1809; olvidad, si podéis, la masacre del 2 de Agosto de 1810, y entonces nadie os podría explicar el destino del Ecuador. Los anales de América quedarían truncos; faltaría la piedra capital de libertad que hoy satisface y honra al continente, el pedestal de nuestra autonomía presente, la clave de la actual comunidad esférica”. Jorge Salvador Lara, académico e historiador ecuatoriano, en el libro La Patria Heroica, edición de la Universidad Alfredo Pérez Guerrero, Quito 2009.