Los pepinillos
¿Los pepinillos son buenos para tu salud?
16 mayo, 2025
Mostrar todo

El científico que probó su propia medicina para enfrentar un cáncer cerebral

un cáncer

El australiano Richard Scolyer, uno de los principales expertos mundiales en melanoma, enfrentó el desafío más grande de su vida cuando le diagnosticaron un cáncer cerebral terminal. Lejos de rendirse, él decidió probar en sí mismo un tratamiento revolucionario basado en inmunoterapia. Su historia es una lección de valentía, ciencia y humanidad que podría cambiar el futuro del cáncer cerebral.

Un diagnóstico devastador para un hombre en su mejor momento

Richard Scolyer era la imagen del éxito personal y profesional. Reconocido mundialmente por su trabajo en melanoma, su vida era plena y activa: además, competía como atleta de resistencia en torneos internacionales. Pero todo cambió la mañana del 20 de mayo de 2023, cuando perdió la conciencia y convulsionó en una habitación de hotel en Polonia.

Tras ser trasladado al hospital universitario de Cracovia, una resonancia reveló una masa en su lóbulo temporal. Él, que había diagnosticado cáncer tantas veces, entendió al instante lo que eso significaba. Doce días después, una biopsia en Sídney confirmó sus peores temores: glioblastoma de grado 4 tipo IDH-wildtype, uno de los tumores cerebrales más agresivos y letales.

El pronóstico era sombrío. “No quería morir. Amaba mi vida”, declaró Scolyer. A pesar de la devastación emocional, decidió enfrentarse a lo desconocido con coraje y criterio científico. Su historia tomó un giro inusual: convertirse en paciente de su propio experimento médico. Su diagnóstico, lejos de detenerlo, lo empujó a explorar nuevas posibilidades terapéuticas que podrían beneficiar a otros en el futuro.

Inmunoterapia: el arma prometedora que nunca se había probado en este tipo de cáncer

Durante años, Scolyer y su colega Georgina Long habían trabajado en tratamientos de inmunoterapia para melanoma avanzado. Esta técnica consiste en activar el sistema inmune del paciente para identificar y destruir células cancerígenas. En melanoma, los resultados habían sido extraordinarios: la tasa de supervivencia a cinco años subió del 5% al 55%.

Pero para el glioblastoma, el panorama era completamente distinto. El tumor se comporta como raíces que se extienden por el cerebro, haciendo imposible eliminarlo completamente con cirugía o radioterapia. Los tratamientos tradicionales apenas prolongaban la vida, sin ofrecer esperanza real de cura.

Aun así, Long propuso un enfoque radical: aplicar la inmunoterapia experimental desarrollada para el melanoma en el caso de Richard. Nunca se había hecho antes. Las probabilidades estaban en su contra: solo un 5% de éxito, con un 60% de riesgo de morir por los efectos secundarios. Pero él aceptó. “Parecía que valía la pena intentarlo”, dijo.

El tratamiento comenzó con una combinación de tres inmunoterapias administradas por vía intravenosa. Hubo complicaciones: fiebre, erupciones, enzimas hepáticas elevadas. Pese a eso, Scolyer no se rindió. Siguió corriendo, entrenando y se aferraba a la vida con disciplina y determinación. Su propio cuerpo se convirtió en el campo de prueba de una terapia que, si funcionaba, podría abrir una nueva puerta en la medicina oncológica.

Una cirugía emocional y un resultado inesperadamente esperanzador

Veintiocho días después del episodio en Polonia, Scolyer fue operado en Sídney por la neurocirujana Brindha Shivalingam. La intervención duró seis horas y fue especialmente emotiva, pues no es habitual operar a un amigo cercano, menos aún bajo una situación tan extrema. Shivalingam explicó que su principal cuidado fue no “quitarle lo que hace a Richard ser Richard”.

La cirugía retiró partes del tumor, y el resultado de la patología sorprendió al equipo médico. Las células inmunitarias de Scolyer estaban activadas y atacando el tumor, señal de que el tratamiento experimental estaba generando una respuesta positiva. Era una pequeña victoria dentro de una batalla incierta, pero un rayo de esperanza para un tipo de cáncer que, hasta entonces, no ofrecía ninguna.

El experimento personal de Scolyer se convirtió en algo mucho más grande: una prueba viviente de que la ciencia aún tiene caminos por descubrir, incluso en los escenarios más oscuros. Su decisión, tomada en uno de los momentos más vulnerables de su vida, podría inspirar una revolución en el tratamiento del cáncer cerebral y él lo sabía: “Si esto sirve para salvar a otros en el futuro, habrá valido la pena”.

Sobre Richard Scolyer

Richard Scolyer está vivo, aunque actualmente lucha contra un tumor cerebral recurrente. En marzo de 2025, se le informó que su cáncer cerebral había regresado y que la cirugía no tuvo éxito. Sin embargo, ha expresado su imperecedera gratitud por su familia y su equipo médico. A la fecha continúa enfocándose en pasar tiempo con sus seres queridos.

En mayo de 2023, le diagnosticaron un glioblastoma en el cerebro. El Melanoma Institute Australia señala que fue la primera persona en el mundo en recibir inmunoterapia combinada antes de extirpar el tumor. Scolyer fue elegido “Australiano del Año” en 2024, y anteriormente, en 2021, fue nombrado “Oficial de la Orden de Australia” por sus contribuciones a la medicina, especialmente en el campo del melanoma y el cáncer de piel.

Fuente: un artículo publicado en el portal www.theguardian.com

 

A lo largo de 13 años, Gamma Knife Center Ecuador (GKCE) ha mantenido intacta su misión de proyectarse como un rayo de esperanza dirigido a mejorar o extender la calidad de vida de cientos de pacientes con lesiones cerebrales.

La innovadora tecnología sueca Gamma Knife Icon® —considerada como el estándar de oro de la radiocirugía cerebral—, elimina tumores benignos y cancerosos, metástasis y neuralgias del trigémino, con un sofisticado sistema que envía, de una sola vez, altas dosis de radiación directamente al punto afectado, sin tocar tejidos circundantes.

Es una modalidad de radioterapia no invasiva que sirve para el tratamiento exclusivo de patologías intracraneales y pequeños tumores alojados en el cerebro que requiere únicamente de anestesia local. Constituye, en toda regla, una solución ambulatoria para diagnósticos complejos.

Nuestro centro, con base en la ciudad de Guayaquil, brinda un servicio humano y profesional con probados resultados de excelencia, en los que se contemplan rigurosamente —a cada paso del proceso—, los exigentes niveles de calidad, seguridad y eficiencia que demanda la casa fabricante.

Todos los protocolos médicos y procedimientos administrativos están a la vanguardia de centros similares a nivel internacional, con la ventaja añadida de que GKCE le permite acceder a la atención especializada que demanda la gravedad de un tumor cerebral, con inmediatez, efectividad y sin salir del país.

Trabajamos enfocados en brindar soluciones seguras que abran nuevas expectativas a quienes enfrentan desalentadoras enfermedades catastróficas, y hacemos nuestra su lucha de valentía, espíritu y energía. Con este fin, estamos acreditados ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y las principales aseguradoras privadas.

En GKCE practicamos una profunda vocación de servicio orientada a cuidar celosamente su salud cerebral. ¡Consúltenos!