Las metástasis cerebrales se producen cuando las células cancerosas se desprenden de su lugar original. Las células pueden viajar a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático y propagarse (hacer metástasis) al cerebro, donde comienzan a multiplicarse.
El cáncer de pulmón es el que con mayor frecuencia genera una metástasis cerebral. Le siguen el de mama, algunos sarcomas o el melanoma. Asimismo, hay otros tipos de cáncer, como el de colon o el de próstata en los que es muy raro que se diseminen al cerebro.
En la mayoría de los casos la metástasis se localiza en los hemisferios cerebrales, mientras que en un 15% de los casos es el cerebelo el que resulta afectado, y en un 5% el tronco encefálico. También hay que señalar el hecho de que en la mayoría de los casos se puede encontrar más de una metástasis cerebral.
El tratamiento para las personas cuyo cáncer se extendió al cerebro puede incluir cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o tratamientos combinados.
Síntomas de la metástasis cerebral
Aunque las metástasis cerebrales se suelen diagnosticar tras la realización de una tomografía axial computarizada (TAC), una tomografía de emisión de positrones (PET) o una resonancia magnética (IRM), lo cierto es que hay una serie de síntomas que pueden inducir la sospecha de su existencia, siendo los más frecuentes los siguientes:
Tratamiento de la metástasis cerebral
El tratamiento de las metástasis cerebrales es generalmente de carácter paliativo y está dirigido al control de los síntomas y al mantenimiento de la calidad de vida y la capacidad de desarrollar las actividades cotidianas. Hay que tener en cuenta que gran parte de los fármacos que se utilizan en quimioterapia para el tratamiento de los tumores primarios no son capaces de pasar la barrera hematoencefálica, por lo que no actúan sobre la metástasis cerebral.
Por esta razón, en función de los síntomas manifestados por el paciente se aplicarán diferentes tratamientos farmacológicos: corticoesteroides —para reducir la inflamación y la presión intracraneal—, anticonvulsivos, anticoagulantes para prevenir la formación de trombos, analgésicos para el dolor de cabeza, etcétera.
Cuando esta es la única metástasis que ha generado el cáncer primario y los síntomas son muy severos, en ocasiones se plantea la posibilidad de optar por la cirugía para eliminarla, ya que de este modo se puede aliviar la presión del tumor sobre zonas del cerebro que controlan funciones importantes como la visión o el habla. Pero en muchas ocasiones, sea por la extensión de la metástasis o por la dificultad que supone acceder a ella en una intervención quirúrgica se puede aplicar un tratamiento de radiocirugía, que permite reducir el haz de radiación de forma selectiva a la metástasis, preservando las zonas sanas de su acción.
Normalmente, este tipo de tratamiento se realiza mediante un dispositivo al que se denomina Gamma Knife, que hace converger múltiples haces de radiación gamma sobre la superficie del cerebro que se debe necrosar para eliminar la metástasis, lo que implica un estudio radiológico muy extenso y una planificación muy meticulosa valiéndose de un programa informático.
Fuente: contenido científico publicado en el portal www.sanitas.es
El tratamiento con la técnica sueca de Gamma Knife® tiene como objetivo fundamental la destrucción de tumores —benignos o malignos— localizados en el cerebro, al tiempo que consigue minimizar la exposición del tejido sano adyacente a la lesión a combatir.
La radiocirugía estereotáctica resulta de enorme utilidad para tratar patologías cerebrales que debido a su ubicación resultan inoperables a través de la cirugía abierta, o en aquellas circunstancias en las cuales el paciente no se encuentra en condiciones de tolerar anestesia general.
Entre las principales ventajas de esta técnica de vanguardia cabe citar que, al ser un tratamiento no invasivo, elimina los riesgos de infecciones u otras posibles complicaciones que suelen derivarse de las cirugías convencionales.
El procedimiento ambulatorio se lleva a cabo en una única sesión y no es necesario el uso de anestesia general, salvo en el caso de niños. Además, no se establece limitación alguna con relación a la edad del paciente o a la existencia de otra patología no relacionada.
A lo largo de una década, Gamma Knife Center Ecuador ha atendido exitosamente a más de 1.600 pacientes, cuyas historias emotivas, personales y llenas de valor nos han permitido ratificar día con día nuestra misión de servicio a la comunidad.
Para atenderlo mejor, nuestro centro está debidamente acreditado ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de las principales aseguradoras privadas del país.
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