Mito: Los tumores cerebrales son muy raros
El hecho cierto es que no son “raros”, sino de incidencia infrecuente o baja. Históricamente se los consideraba así, en tanto no existían ni la tecnología ni los exámenes con los que hoy contamos para diagnosticarlos. A la fecha, los tumores cerebrales son fácilmente detectados tanto con la tomografía computarizada (TC) como con la resonancia magnética (RMI).
Mito: Modificar el estilo de vida contribuirá a prevenir el aparecimiento de tumores cerebrales
Las modificaciones en torno al estilo de vida no previenen los tumores cerebrales, aunque resulta indudable que esta actitud es importante frente a otro tipo de dolencias, en las cuales ciertos rigores y cuidados abonan decididamente al bienestar y salud general del individuo.
Realizar ejercicio con regularidad, llevar una dieta apropiada y balanceada, y evitar la ingesta de sustancias tóxicas, son en sí mismas prácticas necesarias y saludables.
Mito: El control de seguimiento al paciente después de realizada la radiocirugía es necesario solo por un breve período
Su médico es el más indicado para proporcionarle las instrucciones de control de cara a su caso. Generalmente, se recomienda un seguimiento anual después de practicado el tratamiento, dado que estas dolencias son de tipo recurrente.
Mito: Una vez sometido a tratamiento o a cirugía, ¿los tumores pueden ser prevenidos?
Los tumores –de cualquier tipo– no pueden ser prevenidos. La detección temprana se consigue únicamente a través del control regular con imágenes; esto posibilita identificarlos incluso cuando su tamaño es muy pequeño, lo cual facilitará también su oportuno tratamiento, evitando el aparecimiento de posibles secuelas.
Mito: Los tumores cerebrales provienen de “golpes en la cabeza”
No existe ninguna evidencia científica de que el trauma craneal sea causal directa del aparecimiento de tumores cerebrales.
Mito: Los tumores cerebrales son “hereditarios”
En general, los tumores cerebrales no se heredan. Existen contadas excepciones; entre ellas el Síndrome Li-Fraumeni (LFS) o ciertas enfermedades genéticas tales como: Neurofibromatosis (NF), Von Hippel- Lindau (VHL), Sturge-Weber (SWS), etcétera, en las cuales se da un importante componente genético y por ello de orden hereditario.
Mito: El uso de secadores de pelo causa tumores cerebrales
Al igual que con los mitos antes detallados, no existe ninguna certeza manifiesta que relacione el uso de secadores de pelo con tumores cerebrales.
Mito: El consumo de Aspartamo y otros edulcorantes causa tumores en el cerebro
La asociación entre el Aspartamo y los tumores cerebrales data desde 1966; no obstante, este tema cobró auge en las décadas del ochenta y noventa. A pesar de existir varios estudios que pusieron de manifiesto una inquietante relación entre el consumo de este aditivo alimentario y la aparición de tumores y cáncer, la ciencia no cuenta con una evidencia clara e rotunda que confirme al 100% este supuesto. Cabe por tanto aconsejar el uso moderado y racional de edulcorantes.
Gamma Knife Center Ecuador: ¡un horizonte de salud confiable y seguro!