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Aprender con música puede cambiar la estructura del cerebro

Hace tiempo que sabemos que la música puede jugar un importante papel en el aprendizaje. De hecho, aprender con música estimula distintas partes del cerebro. En este sentido, diferentes estudios han demostrado que disfrutar de determinadas canciones o melodías mejora la memoria de los pacientes con algunos tipos de demencias, como el Alzheimer.

La música puede ayudarnos a retener mejor la información y a optimizar el aprendizaje, ya que los sonidos pueden ayudar a mantener nuestra atención, evocar emociones y estimular imágenes visuales. Partiendo de esta premisa, estudiantes de todas las edades podrían utilizar este tipo de ayuda para mejorar su concentración y hacer más fuerte el recuerdo de la materia que están intentando asimilar.

Una de las grandes ventajas de utilizar música en el aprendizaje es que se puede elegir un estilo concreto para cada fin. De hecho, los expertos sugieren qué estilo resulta óptimo para adquirir un conocimiento concreto.

¿Qué música es mejor para estudiar?

Ante todo cabe hacer una necesaria diferenciación: no es lo mismo estudiar que aprender. Mientras que el objetivo del estudio es el aprendizaje, no todo aprendizaje llega a través del estudio. De hecho, a pesar de que sabemos que la música puede jugar un papel importante en el aprendizaje, muchos expertos aseguran que, para estudiar, lo mejor es el silencio.

Sin embargo, la música puede ser muy buena aliada para crear ambiente. En este sentido, se ha encontrado que determinadas melodías pueden mejorar ciertas habilidades cognitivas, como la inteligencia espacial. También se ha comprobado que la música puede ayudar a crear el estado perfecto de la mente para estudiar.

Por ejemplo, se puede usar una “melodía optimista” para motivar el aprendizaje, especialmente canciones con letras que fomentan el pensamiento positivo. También podemos usarla para elevar los niveles de energía, para enfocar la atención o para relajarnos en los descansos.

Otra cosa bien distinta es utilizar la música como recurso para estimular la memoria y hacer que los recuerdos dejen una huella más profunda en ella, de modo que el aprendizaje se convierta en algo más sensorial y/o interactivo. En este sentido, determinado tipo de melodías o de letras pueden ser grandes aliadas para padres y profesores.

Mención aparte merece la utilización de la música cuando esta se emplea para mantener la concentración en situaciones en las que no es posible estar en silencio o resulta muy difícil aislarse de otro tipo de ruidos que dificultan la concentración. De hecho, a muchas personas les cuesta mantener la atención cuando hay ruidos externos.

En este sentido, investigadores del Instituto Politécnico Rensselaer de la Universidad en Troy, Nueva York, descubrieron recientemente que la adición de un elemento natural podría aumentar el estado de ánimo y el enfoque.

Así, los sonidos de la naturaleza pueden enmascarar tanto el habla inteligible como el ruido blanco, al tiempo que mejoran el funcionamiento cognitivo, optimizando la capacidad de concentración.

Si bien es cierto que este estudio se centraba en aumentar la productividad de los trabajadores, en cierto modo podemos generalizar sus resultados para atenuar problemas de concentración durante el estudio debido a ruidos externos.

Aprender habilidades físicas con música produce cambios en el cerebro

Mención aparte merece el aprendizaje de destrezas o habilidades físicas. En un nuevo estudio, elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo, y que ha sido publicado en la revista médica Brain & Cognition, se ha encontrado que el uso de señales musicales para aprender o practicar una tarea física (aprendizaje implícito o procedimental) desarrolla significativamente una parte importante del cerebro.

Los investigadores encontraron que las personas que practicaban un movimiento básico con música mostraban una mayor conectividad estructural entre las regiones del cerebro que procesaban el sonido y controlaban el movimiento.

Los hallazgos se centran en las vías de la sustancia blanca: el cableado que permite que las células cerebrales se comuniquen entre sí. Dicho estudio podría tener incluso implicaciones positivas para futuras investigaciones sobre rehabilitación para pacientes que han perdido cierto grado de control del movimiento.

Experimentación y resultados

Para el estudio, los investigadores dividieron a treinta voluntarios diestros en dos grupos y les propusieron aprender una nueva tarea que implicaba secuencias de movimientos de los dedos, realizados con la mano no dominante. Un grupo aprendió la tarea con pistas musicales, mientras que el otro grupo lo hizo sin ellas.

Después de cuatro semanas de práctica, ambos grupos de voluntarios desempeñaron igualmente bien las secuencias de aprendizaje. Sin embargo, tras el análisis de las imágenes de resonancia magnética, el estudio encontró que el grupo que aprendió con música mostraba un aumento significativo en la conectividad estructural en el lado derecho del cerebro, mientras que el grupo que aprendió sin música no mostró ningún cambio.

Es por esto que el equipo espera que la investigación futura determine si la música puede ayudar con tipos especiales de programas de rehabilitación motora, tales como aquellos que suelen aplicarse después de un accidente cerebrovascular.

El proyecto interdisciplinario reunió a investigadores del Instituto de Música en Desarrollo Humano y Social de la Universidad de Edimburgo; el Centro de Imágenes de Investigación Clínica y el Centro de Ciencias Cerebrales Clínicas y de Neuropsicología Clínica de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos.

La Dra. Katie Overy, quien dirigió el equipo de investigación, dijo: “El estudio sugiere que la música tiene una importancia clave. Hace mucho que sabemos que la música anima a las personas a moverse. Este estudio proporciona la primera evidencia experimental de que agregar pistas musicales para aprender nuevas tareas motoras puede conducir a cambios en la estructura de la sustancia blanca en el cerebro”.

 

Fuentes: Edd McCracken para www.ed.ac.uk.news / www.lamenteesmaravillosa.com

 

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