Un neurocirujano es un médico especialista que trata enfermedades y afecciones que afectan el sistema nervioso, que incluye el cerebro, la columna vertebral, la médula espinal y los nervios periféricos. Los neurocirujanos brindan tratamiento no quirúrgico y quirúrgico, según la naturaleza de la lesión o enfermedad, a pacientes de todas las edades. En la práctica, estos expertos tratan ampliamente con poblaciones pediátricas y adultas.

Si bien la responsabilidad principal de un neurocirujano implica realizar una cirugía para resolver problemas relacionados con el sistema nervioso, la función también requiere evaluar y diagnosticar a los pacientes. Esto se complica por el hecho de que muchos de ellos son admitidos en un hospital con situaciones de emergencia impredecibles, lo que significa que un neurocirujano no tiene oportunidad de programar o prepararse previamente.

Si bien la cirugía electiva para varias afecciones es un aspecto de la profesión, la cirugía de emergencia inesperada (por ejemplo, para un aneurisma) también es parte del trabajo. Y además de las tareas diarias, estas emergencias no programadas comprometen una parte sustancial de la neurocirugía.

A la fecha, la neurocirugía representa una de las especialidades más exitosas y prestigiosas. Continúa liderando el camino en investigación, educación y avances en tecnologías quirúrgicas, que sirven a todas las áreas de la medicina.

Cabe destacar, sin embargo, que el campo de la neurocirugía sigue siendo raro para las mujeres. Si bien algunos establecimientos especializados cuentan con el privilegio de tener en su personal a una de ellas. Menos del 10% de los residentes de neurocirugía son mujeres, aunque alrededor de la mitad de todos los residentes médicos son mujeres.

Compasión y comunicación

Al tratar tanto con los pacientes como con sus familias en lo que puede ser un campo increíblemente emotivo y difícil, un neurocirujano debe aportar habilidades tanto en la compasión como en la comunicación. Además, la neurocirugía requiere un extenso trabajo en equipo (y, por lo tanto, habilidades de comunicación) con otros profesionales médicos. Ambos aspectos son un sello distintivo y un énfasis en centros de atención especializada a nivel mundial.

Además del equipo de expertos en el que se basa el tratamiento, un neurocirujano también debe comunicarse con los médicos de traumatología en la sala de emergencias, así como con neurólogos y oncólogos. La comunicación también puede extenderse a los fisioterapeutas y a los médicos de familia de los pacientes.

Los neurocirujanos también son responsables de mantenerse actualizados en un campo médico en constante cambio, que incluye aspectos como la investigación y los ensayos clínicos. Ya sea a través de conferencias médicas u otras redes, esto requiere la colaboración con colegas, específicamente con otros médicos y científicos.

Educación y entrenamiento

Los neurocirujanos tienen uno de los períodos de formación más largos de cualquier especialidad médica. Los años de entrenamiento son necesarios por la complejidad del sistema nervioso.

La formación avanzada también permite a los neurocirujanos utilizar algunas de las técnicas más sofisticadas de la medicina. Pocas especialidades médicas se acercan a la neurocirugía en cuanto a avances tecnológicos. Los neurocirujanos utilizan imágenes cerebrales tridimensionales, neurocirugía estereotáctica sin incisiones, microscopios quirúrgicos y otras técnicas de vanguardia para tratar a los pacientes.

La educación y la formación para convertirse en neurocirujano incluyen la realización de:

• Cuatro años de educación premédica en un colegio o universidad
• Cuatro años de escuela de medicina que resulten en un título de MD o DO
• Pasantía de un año en cirugía general
• De cinco a siete años en un programa de residencia en neurocirugía
• Una posible beca después de la residencia para especializarse en un área en particular
• Educación continua (reuniones anuales, conferencias, suscripciones en revistas científicas, investigación) para mantenerse al día con los avances realizados en el complejo campo de la neurocirugía.

Para cuando la mayoría de los neurocirujanos completan su formación, habrán alcanzado un total de 15 o más años de educación después de la escuela secundaria y requerirán siete años de residencia, dos años más que, por ejemplo, un cirujano ortopédico.

Campo de acción de la especialidad

La Neurocirugía es una disciplina de la Medicina y una especialidad de la cirugía que se ocupa del estudio y tratamiento (esto es, la prevención, diagnóstico, evaluación, terapéutica, cuidado intensivo y rehabilitación) de las enfermedades quirúrgicas o potencialmente quirúrgicas del sistema nervioso central, periférico y autónomo, incluyendo sus cubiertas, vascularización y anejos como la hipófisis, así como del manejo operatorio y no operatorio del dolor, cualquiera que sea la edad del paciente.

Los especialistas en este campo están considerados no solo como unos cirujanos excepcionalmente hábiles en su técnica sino también, en muchos aspectos, como neurofisiólogos en la práctica clínica.

Los neurocirujanos son descritos como profesionales que emplean el tiempo de sus carreras trabajando entre las salas clínicas, los laboratorios experimentales y los quirófanos. Desarrollan su labor atendiendo problemas, planteando preguntas y designando técnicas de investigación adecuadas para su resolución.

Es una especialidad que requiere una gran destreza manual, así como la voluntad de aceptar tanto sucesos dramáticos como fracasos a largo plazo en el tratamiento de pacientes.

¿Cómo es un día normal de trabajo?

Los neurocirujanos trabajan en jornadas muy prolongadas. En este tiempo cubren sus rondas de visitas en el hospital, consultas, diagnósticos, cirugías, etcétera.

Además, y dependiendo del lugar donde desarrollan su labor, destinan su tiempo a tareas de investigación, formación de residentes, asistencia a reuniones de comités médicos, y labores administrativas.

Asimismo, dedican tiempo a la lectura de publicaciones médicas y periódicos especializados, actividad que no es señalada de manera tan regular en el resto de las especialidades quirúrgicas.

Algunos de ellos describen algunas áreas de especial interés como la neurocirugía pediátrica o cirugía vascular relacionada con el tipo de intervenciones de la especialidad.

A todo ello se suma, la atención de un número elevado de llamadas de urgencia nocturnas.

Fuentes: www.senec.org   www.brainlab.org   ana-neurosurgery.com

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