Cuestionar las intenciones verdaderas de las personas es saludable cuando se trata de políticos u ofertas de televenta; pero mantener ese escepticismo con amistades, colegas y familia conducirá a su cerebro de modo indefectible a pagar un alto precio.

Las personas con altos niveles de desconfianza cínica tienen tres veces más de probabilidades de desarrollar demencia. Así lo establece una reciente investigación publicada en la revista científica Neurology.

Cuando los investigadores de Finlandia y Suecia entrevistaron a los participantes de un estudio realizado a lo largo de diez años, pudieron determinar que aquellos sujetos que respondían con cinismo en forma consistente y que consideraban que las demás personas actuaban motivadas únicamente por intereses egoístas, son individuos propensos a desarrollar demencia.

Esa duda incesante hace daño y lesiona al cerebro –llegando incluso a reducir su masa–. Numerosos estudios demuestran que los cínicos tienen altos niveles de inflamación y riesgo de desarrollar complicaciones cardiacas. La publicación de la Academia Estadounidense de Neurología señaló también que ya otras investigaciones vincularon esa desconfianza con otros problemas de salud, tales como los males cardiacos.

“Estos resultados se suman a las pruebas de que la visión que se tiene de la vida y la personalidad pueden crear un impacto en la salud de la persona”, según lo señala la autora principal del estudio, Anna Maija Tolppanen, de la Universidad del Este de Finlandia, en Kuopio.

“Las emociones negativas son una forma de estrés que desgasta al cuerpo”, dice el psicólogo Rob Dobrenski, PhD. Cuando la mente se mantiene constantemente negativa, el estrés agrava partes del cuerpo tales como el sistema inmune, el cual queda con menos reservas para mantener un estado de salud sano.

Si la intuición le induce a cuestionar las intenciones de todo aquello que se le presenta, ¿está el Alzheimer en su futuro? De seguro esto será menos probable si usted rompe el ciclo cínico.

“El cinismo puede ser la reacción automática, si tenemos la tendencia de buscar y procesar información que sustente lo que creemos”, dice Dobrenski. Esto significa que si crees que tu amigo que busca atención, intenta ser el foco de atención en su cumpleaños, tú encontrarás evidencia para sustentarlo.

Un estudio de la Universidad Emory de Atlanta demostró que las acciones altruistas activaban neuronas que responden a la dopamina, una sustancia relacionada con las conductas adictivas. Los científicos descubrieron que la pequeña y valiente acción de cooperar con otra persona, de optar por la confianza en lugar de dar lugar al cinismo, y de ser generoso como medio de desterrar el egoísmo, permite que su cerebro se ilumine de alegría.

Además, está ampliamente comprobado que las personas con buenas relaciones familiares y sociales, con una vida no excesivamente estresante y con “personalidad positiva”, desarrollan menos enfermedades que las personas con diferente humor y estilo de vida.

Proteja su salud cerebral con una actitud positiva. Cultive su inteligencia emocional. Esta última puede ayudarle a minimizar o corregir las emociones negativas, mejorando en gran medida su salud física y emocional, y optimizando sus relaciones en general.