Dos estudios publicados en Scientific Reports sostiene que ver u oír pájaros podría ser bueno para nuestro bienestar mental.
La investigación ha demostrado consistentemente que más contacto e interacción con la naturaleza están asociados con una mejor salud corporal y cerebral.
Las aves parecen ser una fuente específica de estos beneficios curativos. Están en casi todas partes y proporcionan una forma de conectarnos con la naturaleza. E incluso si están escondidos en los árboles o en la maleza, aún podemos deleitarnos con sus canciones.
“Lo especial de los cantos de los pájaros es que incluso si las personas viven en entornos muy urbanos y no tienen mucho contacto con la naturaleza, los cantos de los pájaros nos vinculan con entornos naturales vitales e intactos”, sostiene Emil Stobbe, estudiante de posgrado en neurociencia ambiental en el Instituto Max Planck para el Desarrollo Humano y autor de uno de los estudios.
Investigaciones recientes también sugieren que escuchar grabaciones del canto de los pájaros, incluso a través de auriculares, puede aliviar las emociones negativas.
Los encuentros cotidianos con las aves se asocian con una mejor salud mental.
En un estudio, los investigadores pidieron a 1.300 participantes que recopilaran información sobre su entorno y bienestar tres veces al día utilizando una aplicación para teléfonos inteligentes llamada Urban Mind.
A los participantes no se les dijo explícitamente que los investigadores estaban observando pájaros; la aplicación también recopilaba datos sobre otros signos vitales, como la calidad del sueño, la evaluación subjetiva de la calidad del aire y los detalles de la ubicación. Pero las 26.856 evaluaciones ofrecieron un rico conjunto de datos de lo que se asocia con el bienestar mental en tiempo real en el mundo real.
Al analizar los datos, los investigadores encontraron una asociación positiva significativa entre ver u oír pájaros y mejorar el bienestar mental, incluso teniendo en cuenta otras posibles explicaciones, como la educación, la ocupación o la presencia de vegetación y agua, que se han asociado con una salud mental positiva.
Los beneficios persistieron mucho más allá del encuentro con las aves. Si un participante informó haber visto o escuchado pájaros en un momento dado, su bienestar mental era mayor, en promedio, horas más tarde, incluso si no se encontraba con pájaros en el siguiente registro.
Ryan Hammoud, candidato a doctorado en el Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King’s College de Londres y autor del estudio, lo llamó un “vínculo duradero”.
Curiosamente, las aves benefician tanto a los participantes sanos como a los que han sido diagnosticados con depresión, que es una de las enfermedades mentales más comunes en todo el mundo y no siempre responde a los tratamientos farmacéuticos convencionales.
Esto tiene una implicación interesante para tratar de proteger y preservar los entornos para mantener la vida de las aves, dijo Hammoud, “porque las personas con depresión muestran efectos positivos hacia el canto de las aves y la vida de las aves en el área”.
Es posible que el canto de los pájaros que está escuchando a diario ya esté mejorando su estado de ánimo.
Un segundo estudio encontró que escuchar clips de audio cortos —de solo seis minutos— del canto de los pájaros, podría reducir los sentimientos de ansiedad, depresión y paranoia en participantes sanos.
“Escuchar el canto de los pájaros a través de los auriculares pudo llegar a las mismas vías que podrían ser beneficiosas para el bienestar mental”, explicó Hammoud, quien no participó en el segundo estudio. “Ese es un hallazgo muy, muy agradable”.
Los investigadores pidieron a 295 participantes en línea que autoevaluaran sus estados emocionales y realizaran una prueba de memoria cognitiva. Luego asignaron aleatoriamente a los participantes a escuchar el canto de los pájaros o el ruido del tráfico, de mayor o menor diversidad. Finalmente, hicieron que los sujetos volvieran a medir sus estados emocionales y cognitivos.
Los participantes que escucharon cantos de pájaros más diversos (con las acrobacias acústicas de ocho especies) informaron una disminución en los síntomas depresivos además de una disminución significativa en los sentimientos de ansiedad y paranoia. Y aquellos que escucharon cantos de pájaros menos diversos (dos especies de pájaros) también informaron una disminución significativa en los sentimientos de ansiedad y paranoia.
Por el contrario, escuchar ruidos de tráfico más o menos diversos empeoraba los síntomas de los estados depresivos.
La investigación muestra los “aspectos curativos de la naturaleza o también los efectos no tan positivos del entorno urbano”, señaló Stobbe, autor del segundo estudio.
Investigaciones anteriores sobre los efectos en la salud de los sonidos de la naturaleza encontraron que incluso podrían conferir beneficios cognitivos, aunque el segundo estudio no replicó ese hallazgo.
Las aves nos ayudan a sentirnos más conectados con la naturaleza y sus efectos sobre la salud, dijo Stobbe, y cuanto más conectados estamos con la naturaleza, más podemos beneficiarnos de esos efectos.
Una hipótesis sobre los efectos saludables de la naturaleza, conocida como la teoría de la restauración de la atención, postula que estar en la naturaleza es bueno para mejorar la concentración y disminuir la fatiga mental asociada con vivir en ambientes urbanos estresantes. Los estímulos naturales, como el canto de los pájaros, pueden permitirnos participar en una “fascinación suave” que mantiene nuestra atención, pero también permite que se reponga.
La naturaleza, y el canto de los pájaros, también reducen el estrés. Investigaciones anteriores han encontrado que el tiempo que se pasa en espacios verdes al aire libre puede reducir la presión arterial y los niveles de cortisol, afirmó Hammoud.
Todavía no se comprende cómo el canto de los pájaros afecta nuestro cerebro, pero los estudios de neuroimagen han encontrado respuestas cerebrales de reducción del estrés a otras formas de exposición a la naturaleza.
Caminar en la naturaleza frente a un entorno urbano disminuyó la denominada rumiación autoinformada (el problema de engancharse a los pensamientos), que está relacionada con el riesgo de depresión y otras enfermedades mentales, y disminuyó la actividad en una parte de la corteza prefrontal del cerebro asociada con la rumiación. Ver paisajes verdes involucra la corteza cingulada posterior, que está asociada con las respuestas de estrés conductual y puede ayudar a regular la reducción de las respuestas de estrés por la exposición a la naturaleza.
Salir a ver pájaros también tiende a fomentar una mayor actividad física, que tiene su propio conjunto de beneficios para la salud mental; y hacer ejercicio al aire libre puede, a su vez, aumentar los beneficios para nuestra la salud.
Sé consciente
Cuando salimos a la calle, es fácil olvidar que los pájaros también están ahí cantando a todo pulmón si no les prestamos atención.
“Intenta ser consciente. Y eso es en realidad todo lo que necesita hacer”, dijo Stobbe. “Y con este pequeño paso, usted puede estar un paso más cerca de obtener esos efectos beneficiosos o mejorar el tiempo que pasa al aire libre”.
Sé curioso
¿Qué es ese pájaro? Aplicaciones para teléfonos inteligentes como Merlin Bird ID y BirdNet, ambas producidas por el Laboratorio de Ornitología de Cornell, pueden ayudar a identificar el ave que produce el canto y visualizar su espectrograma (una herramienta fundamental de análisis que se implementa en el estudio de la comunicación acústica para representar de forma visual cualquier tipo de señal acústica). Aplicaciones como estas o eBird también ayudan a identificar el ave que estás viendo por su tamaño, colores y ubicación.
Herramientas como BirdCast brindan mapas en vivo de las migraciones de aves en su área y revelan cuánta actividad de aves puede seguir de cerca.
Involúcrese activamente
Podemos disfrutar de nuestros amigos emplumados en cualquier nivel de intensidad. Usted puede observar y escuchar pájaros en su propio patio o en parque cercano a casa. También puede encontrar un grupo de observación de aves y conocer a otros observadores de aves en su área.
Manténgase presente
Podemos encontrar más alegría saboreando los pájaros que vemos y las canciones que escuchamos. Un estudio preliminar reciente encontró que los observadores de aves que prestaron atención a la alegría que sentían por cada ave reportaron mayores beneficios para la salud mental que aquellos que simplemente contaron las aves que vieron.
Los cantos de los pájaros se pueden usar para calmar nuestras mentes en un mundo estresante, o en un entorno clínico para tratar a pacientes con ansiedad o paranoia, sugieren ambos estudios.
“Las personas pueden usar técnicas de tratamiento o prevención fáciles y accesibles simplemente escuchando un CD de audio de aspectos que representan la naturaleza”, recomienda Stobbe. “O, por supuesto, adentrarse en la naturaleza e intentar buscar esos efectos y sus saludables beneficios”.
Fuente: un artículo de Richard Sima publicado en el portal www.washingtonpost.com
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