La enfermedad cerebrovascular o enfermedad vascular cerebral, se refiere a múltiples afecciones que afectan los vasos sanguíneos y la circulación sanguínea en el cerebro, tales como un accidente cerebrovascular y una malformación vascular.

La enfermedad cerebrovascular es la segunda principal causa de muerte en el mundo. También es la quinta principal causa de muerte en los EE. UU.

Además de causar discapacidad física, las enfermedades cerebrovasculares pueden resultar en el desarrollo y progresión de deterioro cognitivo y demencia.

Asimismo, los expertos en salud asocian también el daño cerebrovascular subclínico, es decir, las anomalías cerebrales observadas en las primeras etapas de la enfermedad cerebrovascular antes de que sus síntomas se hagan evidentes, con un mayor riesgo de demencia.

Las modificaciones saludables en el estilo de vida, como hacer cambios en la dieta, aumentar los niveles de actividad física y dejar de fumar, pueden reducir el riesgo de enfermedad cerebrovascular.

Por ejemplo, existe una relación entre una mayor ingesta de pescado y un menor riesgo de accidente cerebrovascular. El pescado es una excelente fuente de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que pueden mediar estos beneficios en la salud cerebrovascular.

Sin embargo, la evidencia de que el consumo de pescado reduce el daño cerebral vascular antes de la aparición de la enfermedad cerebrovascular es mixta.

Un estudio transversal reciente investigó el vínculo entre el consumo de pescado y el daño cerebral vascular en adultos mayores sanos antes de la aparición de la enfermedad cerebrovascular.

El estudio informa una asociación entre comer pescado dos o más veces por semana y niveles más bajos de anomalías cerebrales relacionadas con el daño cerebral vascular, especialmente en personas menores de 75 años.

La autora principal del estudio, la doctora Cecilia Samieri, investigadora principal de la Universidad de Burdeos en Francia, explica: “Nuestros resultados son emocionantes porque muestran que algo tan simple como comer dos o más porciones de pescado a la semana se asocia con menos lesiones cerebrales y otros marcadores de daño cerebral vascular, mucho antes de que aparezcan signos evidentes de demencia. Sin embargo, comer tanto pescado no tuvo un efecto protector en las personas de 75 años o más”. El estudio aparece en la revista Neurology.

Evaluación de la salud cerebrovascular

El citado estudio analizó los datos recopilados entre marzo de 1999 y marzo de 2001, como parte de una investigación cuyo objetivo es comprender la relación entre las enfermedades vasculares y la demencia en personas de 65 años o más.

El análisis involucró a 1.623 participantes con una edad promedio de 72,3 años, residentes en Dijon, Francia. Se excluyeron del estudio aquellas personas que tenían un diagnóstico de demencia, antecedentes de accidente cerebrovascular u hospitalización por enfermedades cardiovasculares.

Los investigadores evaluaron la extensión del daño cerebrovascular subclínico mediante resonancias magnéticas cerebrales.

Analizaron las resonancias magnéticas para detectar la presencia de tres marcadores asociados con daño cerebrovascular subclínico:

• Anomalías de la materia blanca
• Infartos
• Ampliación de espacios perivasculares

La materia blanca consta de fibras nerviosas o axones que transmiten mensajes entre las regiones del cerebro. La enfermedad cerebrovascular puede provocar la degeneración de las fibras nerviosas y dañar la vaina de mielina que rodea las fibras nerviosas. Esto conduce a anomalías en la sustancia blanca.

Los infartos son regiones de tejido muerto que resultan de un suministro sanguíneo inadecuado. A menudo, esto se debe a un coágulo de sangre en un vaso sanguíneo.

Los espacios perivasculares son espacios llenos de líquido que rodean los vasos sanguíneos. Cuando están agrandados, se asocian con la enfermedad de vasos sanguíneos pequeños cerebrales.

Cada uno de estos marcadores predice el grado de deterioro cognitivo relacionado con la enfermedad cerebrovascular. Sin embargo, estudios previos han demostrado que una sola medida obtenida mediante la combinación de múltiples marcadores de enfermedad cerebrovascular puede ser un mejor predictor del deterioro cognitivo que cualquier marcador individual.

Los científicos se refieren a una medida combinada de múltiples marcadores de enfermedad cerebrovascular como la carga global de enfermedad cerebrovascular.

Enfermedad cerebrovascular subclínica e ingesta de pescado

En el momento de la inclusión, los investigadores evaluaron la ingesta semanal de los participantes de varios alimentos, como carne, pescado, frutas y verduras, legumbres y cereales, con la ayuda de un breve cuestionario.

Evaluaron la relación entre la carga global de enfermedad cerebrovascular y la frecuencia de ingesta de pescado. Observaron un vínculo entre una mayor frecuencia de ingesta de pescado y niveles más bajos de marcadores de enfermedades cerebrovasculares.

Los participantes que consumían pescado dos o más veces por semana tenían niveles combinados más bajos de marcadores de enfermedad cerebrovascular que los que consumían pescado con menos frecuencia.

Además, la fuerza de la asociación entre los niveles más bajos de marcadores de enfermedad cerebrovascular y la frecuencia de la ingesta de pescado se vio influida por la edad. Esta asociación fue más fuerte en los participantes más jóvenes de 65 a 69 años, pero no fue estadísticamente significativa en los individuos de más de 75 años.

Los investigadores observaron resultados similares después de ajustar múltiples variables, como la edad, el sexo, los niveles de actividad física, los niveles de educación, el volumen cerebral y la ingesta de alimentos.

Los expertos en salud asocian la presión arterial alta con un mayor riesgo de enfermedad cerebrovascular. Los autores del estudio actual observaron una asociación similar entre los niveles de marcadores de enfermedad cerebrovascular y la presión arterial alta, independientemente de la edad de los participantes.

Para contextualizar aún más los resultados, los investigadores compararon el impacto de la presión arterial alta en los marcadores de enfermedades cerebrovasculares con la frecuencia de la ingesta de pescado.

En los participantes de 65 a 69 años, el consumo de pescado dos veces por semana tuvo un efecto similar sobre los niveles de marcadores de enfermedad cerebrovascular que la presión arterial alta, pero en la dirección opuesta.

Además, la magnitud del efecto de consumir pescado cuatro o más veces por semana sobre los niveles de marcadores de daño cerebral vascular fue el doble que la presión arterial alta.

El doctor Jyrki Virtanen, profesor asociado de la Universidad del Este de Finlandia, que no participó en el estudio, al ser entrevistado por Medical News Today comentó: “Este es un estudio interesante y potencialmente importante, ya que mostró que la ingesta de pescado puede ser beneficiosa para el cerebro y que es posible detectar beneficios incluso antes de que aparezcan signos o síntomas evidentes“.

“Un hallazgo interesante fue también que la asociación beneficiosa se observó principalmente entre los participantes más jóvenes”, explicó. “Esto puede significar que, para obtener los beneficios de la ingesta de pescado en la salud del cerebro, se debe consumir pescado con regularidad en edades más tempranas”.

Fuente: una investigación de Deep Shukla publicada en el portal www.medicalnewstoday.com

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