No encuentras las llaves del carro… ¡otra vez! O has empezado a cocinar tu plato favorito y te has olvidado de la receta. O tal vez acabas de entrar a tu sala de estar y ahora no tienes claro por qué estás ahí. Parece que el bandido de la memoria ataca en los momentos más inoportunos. Pero ¿cómo sabes si un lapsus de memoria no es gran cosa o si en verdad es algo más preocupante?

“No toda pérdida de memoria debería preocuparnos al punto de pensar que se trata de la enfermedad de Alzheimer. Existen muchas otras causas de pérdida de memoria, y la mayoría de ellas se pueden tratar”, afirma el neuropsicólogo Aaron Bonner-Jackson, PhD. Descubra de la mano de un experto qué afecciones provocan pérdida de memoria y qué puede hacer al respecto.

¿Qué problemas de salud causan la pérdida de memoria y el olvido?

Varias condiciones de salud pueden provocar pérdida de memoria y olvidos, entre ellos:

Depresión y ansiedad

¿Pueden la depresión y la ansiedad provocar pérdida de memoria? La respuesta corta: sí. “A las personas que padecen depresión o ansiedad les puede resultar más difícil recordar eventos o hechos específicos”, señala el doctor Bonner-Jackson. Y algunos estudios incluso han vinculado al estrés crónico con la inflamación cerebral.

La depresión también se ha relacionado con la demencia. Algunas investigaciones han llegado a la conclusión de que la depresión puede ser uno de los primeros signos de alerta temprana de demencia. “Tanto la demencia como la depresión pueden provocar una menor cantidad de materia gris en el cerebro”, añade. “La materia gris es responsable de la memoria y las emociones”.

Enfermedad de la tiroides

Una tiroides con un rendimiento deficiente (hipotiroidismo) o con un rendimiento excesivo (hipertiroidismo) puede provocar síntomas cognitivos. Esto se debe a que la glándula con forma de mariposa es la principal productora de hormonas del cuerpo que regulan el funcionamiento de los órganos, incluido el cerebro.

“Las afecciones tiroideas pueden provocar pérdida de memoria y confusión mental”, indica el doctor Bonner-Jackson. “Pero son altamente tratables. La mayoría de las personas mejoran con una pastilla tiroidea diaria”.

Diabetes

Mantener niveles estables de azúcar (glucosa) en sangre es fundamental para controlar la diabetes. “El azúcar en sangre es la principal fuente de energía del cuerpo. Si los niveles no son los adecuados, pueden afectar su capacidad de funcionamiento”, explica el doctor Bonner-Jackson. “Con el tiempo, un exceso de azúcar en sangre puede dañar el cerebro. Un nivel demasiado bajo puede provocar hipoglucemia, que en casos graves provoca confusión”.

La diabetes también puede dañar los vasos sanguíneos, aumentando el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Sin un flujo sanguíneo adecuado a su cerebro, la memoria puede verse afectada.

COVID-19

Si bien la mayoría de las personas se recuperan del COVID-19 sin problemas, alrededor del 20% al 30% desarrollan síntomas de “COVID prolongado” semanas después. Estos síntomas incluyen problemas de memoria, especialmente al almacenar y recordar nuevos recuerdos. Los científicos aún están tratando de determinar quiénes tienen más probabilidades de presentar problemas cognitivos después de una infección por COVID-19. Algunos creen que es el resultado de una inflamación cerebral.

Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme se puede contraer a través de las garrapatas. Cuando una garrapata infectada le pica, esta puede transmitir bacterias al torrente sanguíneo durante varios días.

“La enfermedad de Lyme causa inflamación en todo el cuerpo y en el sistema nervioso”, comenta el doctor Bonner-Jackson. “Uno de los principales síntomas de la enfermedad de Lyme es una erupción cutánea en forma de diana en el lugar donde le picó la garrapata. Sin un tratamiento oportuno, los síntomas pueden progresar hasta provocar pérdida de memoria y cambios de humor, junto a una serie de otros problemas. Afortunadamente, los antibióticos pueden ayudar”.

Enfermedad de Alzheimer y demencia

La demencia es un trastorno cerebral que puede afectar la memoria y otras funciones mentales. La enfermedad de Alzheimer es uno de los tipos de demencia más conocidos.

La demencia daña y destruye las células cerebrales. La pérdida de memoria resultante suele comenzar de forma leve y gradualmente se vuelve más grave.

Ciertos medicamentos pueden ayudar a aliviar los síntomas durante un tiempo. “Si sospecha que tiene signos de demencia o está en riesgo de padecerla, consulte a un especialista para que le realice una evaluación detallada”, recomienda el doctor Bonner-Jackson. “Su médico puede ayudarle a crear un plan personalizado para evitar el empeoramiento tanto de la pérdida de memoria como de otros síntomas durante el mayor tiempo posible”.

Medicamentos que pueden causar pérdida de memoria

Algunos medicamentos resultan ser un verdadero dilema: si bien pueden prevenir enfermedades y ayudarlo ante un problema de salud, también pueden provocar efectos secundarios perjudiciales.

Los medicamentos que pueden causar pérdida de memoria y confusión incluyen:

• Antidepresivos
• Antihistamínicos
• Medicamentos contra las náuseas
• Relajantes de la vejiga
• Medicamentos para la presión arterial
• Estatinas
• Esteroides
• Tranquilizantes

“A medida que envejece, usted puede volverse más vulnerable a estos efectos secundarios negativos”, puntualiza el doctor Bonner-Jackson. “Converse detenidamente con su médico si nota cualquier nueva laguna, confusión o niebla mental. Si el medicamento administrado fuese el culpable, existen muchas alternativas. Podemos cambiar la medicación para evitar tales efectos”.

Cómo mejorar su memoria

El doctor Bonner-Jackson dice que existen formas comprobadas de mejorar la salud del cerebro, las que pueden ayudar a reducir el riesgo de padecer Alzheimer y demencia.

“Pero tenga en cuenta que la pérdida de memoria no significa automáticamente que haya algún problema de salud o que usted vaya a desarrollar Alzheimer. Resolver el problema puede implicar la necesidad de practicar meditación u otras técnicas para aliviar y combatir el estrés, dormir más o llevar una dieta equilibrada”, concluye Bonner-Jackson. “La clave es prestar atención a la pérdida de memoria y hablar con su médico para averiguar qué la está causando”.

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