Las causas de una conmoción cerebral incluyen caídas (especialmente en adultos mayores), accidentes automovilísticos y lesiones deportivas u otros traumatismos físicos. La recuperación puede tardar hasta tres meses. Si después de ese tiempo todavía usted presenta síntomas como dolores de cabeza, confusión mental o visión doble, su conmoción cerebral se considerará persistente y los médicos continuarán tratando los síntomas que persistan. También pueden recomendarle que espere hasta que un médico le dé el visto bueno para reanudar actividades que requieran esfuerzo físico. El objetivo es evitar lesiones adicionales en la cabeza durante la recuperación.

Si sufre otra conmoción cerebral mientras se recupera de la primera, corre el riesgo de padecer problemas a largo plazo, incluido un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer, enfermedad de Parkinson y encefalopatía traumática crónica. Además, es posible que sus reflejos no sean tan agudos durante la recuperación, lo que podría ralentizar su respuesta en caso de una caída o un impacto en la cabeza.

El tratamiento de las conmociones cerebrales ha evolucionado en la última década gracias a la investigación básica y a las observaciones del personal militar y de los atletas profesionales que han sufrido conmociones cerebrales. Los médicos ya no dicen a las personas que permanezcan en una habitación obscura y que se abstengan de realizar actividades que requieran esfuerzo físico y mental hasta que los síntomas desaparezcan. Hoy en día, los médicos recomiendan un retorno gradual a las actividades habituales. Un estudio de 2020, publicado en Neurotrauma Reports concluyó que los pacientes que regresan a los niveles de actividad previos a la lesión demasiado rápido pueden tener peores resultados, pero los pacientes que no aumentan los niveles de actividad con el tiempo corren el riesgo de sufrir síntomas prolongados.

Encontrar el equilibrio entre regresar demasiado rápido o demasiado lento es único para cada persona, y depende de si los síntomas reaparecen y cuándo. Por ejemplo, si ya no tiene dolores de cabeza mientras descansa, pero estos regresan cuando sale a correr, se le recomendará abstenerse de hacerlo hasta que se encuentre libre de todo síntoma durante la ejecución del esfuerzo físico.

Para favorecer el proceso de recuperación, los neurólogos recomiendan dormir bien por la noche y descansar durante el día, y evitar actividades agotadoras que exijan mucho esfuerzo mental (por ejemplo, cuadrar una chequera) o que pudieran ponerlo en riesgo de esquiar o incluso subirse a una montaña rusa. Recomendamos otras medidas prácticas, como tomar únicamente los medicamentos aprobados por su médico, abstenerse de consumir alcohol hasta que el doctor se lo autorice, anotar las cosas que le resulten difíciles de recordar y limitar el uso de la computadora, incluidos los videojuegos.

Alguna vez se pensó que la conmoción cerebral ocurre solo si alguien pierde el conocimiento, pero los neurólogos ahora reconocen que la mayoría de las conmociones cerebrales implican una alteración transitoria de la conciencia. Los médicos buscan síntomas agudos como náuseas o vómitos, problemas de equilibrio, mareos, pérdida de memoria, confusión y falta de concentración. Los síntomas que son más evidentes días o semanas después pueden incluir fatiga, ansiedad, depresión y dificultades para dormir (no poder conciliar el sueño o permanecer dormido, o dormir demasiado).

Para reducir el riesgo de sufrir una conmoción cerebral, utilice siempre el cinturón de seguridad cuando esté en un automóvil y use un casco cuando ande en bicicleta, patineta o scooter. Si se cae de cabeza o recibe un golpe en la cabeza por cualquier motivo, consulte de inmediato a un profesional de la salud para que pueda comenzar el tratamiento y la orientación, si es necesario. Recuerde: una evaluación médica oportuna puede salvar vidas.

Fuente: un artículo de Michael S. Jaffee, MD, FAAN, publicado en el portal www.brainandlife.org

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