A menudo se nos advierte sobre los peligros de los altos niveles de sal en nuestra dieta, pero los riesgos del consumo de sal y los efectos de la sal en el cuerpo, incluido el cerebro, no están del todo claros.

En un reciente estudio con ratones, los científicos relacionan los cambios en el intestino causados ​​por una dieta rica en sal con un flujo sanguíneo deficiente en el cerebro. Esta reducción en el flujo sanguíneo puede eventualmente llevar a un deterioro cognitivo que podría revertirse cambiando nuevamente a una dieta normal. El estudio, publicado en Nature Neuroscience, también proporciona pistas moleculares para tratar estos problemas.

“Durante años, los investigadores se han preguntado cómo una dieta con alto contenido de sal daña el cerebro”, dijo Jim Koenig, Ph.D., director del programa en el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud en los EE.UU., que apoyó el estudio. “Este experimento con ratones proporciona un diagrama celular y molecular detallado de cómo comienzan los problemas en el intestino y abre caminos inesperados hacia nuevos tratamientos”.

Durante la investigación, los ratones fueron alimentados con una dieta alta en sal (HSD) que contiene 16 veces la cantidad de cloruro de sodio que se encuentra típicamente en su alimento. Después de ocho semanas, sus cerebros mostraron una reducción del 20 al 30 por ciento en el flujo sanguíneo en comparación con los ratones que comían alimentos normales.

Esta caída en el flujo sanguíneo estuvo acompañada por la aparición de síntomas parecidos a la demencia, incluidos defectos en la capacidad de los ratones con HSD para reconocer objetos, navegar por un laberinto y construir un nido correctamente. Cuando los ratones regresaron a una dieta normal, tanto el flujo sanguíneo como la cognición mejoraron, lo que sugiere que los efectos negativos del consumo excesivo de sal podrían ser reversibles.

“El cerebro es extremadamente dependiente de obtener la cantidad correcta de sangre en el momento adecuado. Si el flujo sanguíneo no se ajusta a lo que el cerebro necesita, las cosas van mal”, dijo el Dr. Costantino Iadecola, director y presidente del Instituto de Investigación de la Mente y el Cerebro de la Familia en Weill Cornell Medicine en la ciudad de Nueva York, y autor principal de este estudio.

Para estudiar más a fondo cómo la sal afecta el flujo sanguíneo en el cerebro, se tomaron vasos sanguíneos de cerebros de ratones alimentados con una dieta rica en sal y se cultivaron en un plato. Normalmente, estos vasos se tensan (contraen) para reducir el flujo sanguíneo o se relajan (dilatan) para aumentar el flujo. Sin embargo, los tomados de ratones con HSD no se dilatan adecuadamente cuando se estimulan para hacerlo. Una mirada más cercana reveló una reducción en la función de la enzima eNOS que es responsable de producir óxido nítrico (NO), una señal potente para que los vasos sanguíneos se dilaten.

Cuando el aminoácido L-arginina, que puede aumentar la actividad de la eNOS y la producción de NO, se añadió a las placas que contenían vasos sanguíneos de ratones con HSD, las células respondieron normalmente. Cuando se inyectó L-arginina en ratones HSD directamente, también se rescataron los defectos en la cognición.

“Estos hallazgos juntos muestran que una dieta alta en sal afecta la actividad de la enzima eNOS, que a su vez conduce a problemas con el flujo sanguíneo y la cognición”, dijo el Dr. Iadecola, quien forma parte del consejo asesor estratégico y recibe una tarifa de consultoría de parte de Broadview Ventures Inc., entidad creada por el consejo de la Fundación Leducq, organización que dirige su esfuerzo al apoyo de investigación científica. “Pero la pregunta sigue siendo cómo la ingesta de sal podría llevar a estos efectos en el cerebro”.

Una pista provino de la evidencia que muestra que comer niveles altos de sal cambia el sistema inmunológico del intestino, un descubrimiento que fue informado por primera vez por científicos que estudian los efectos de la sal en un modelo de esclerosis múltiple. Específicamente, una dieta alta en sal incrementó la apariencia de las células inmunes TH17. Estas células TH17 secretan una molécula, IL-17, que puede tener efectos tóxicos en los vasos sanguíneos.

Debido a que los investigadores no observaron ninguna célula TH17 en el cerebro de los ratones con HSD, llegaron a la conclusión de que debía ser IL-17, que se movía por todo el sistema circulatorio, el que actuaba directamente sobre los vasos sanguíneos del cerebro.

Los resultados combinados de tres experimentos adicionales ayudaron a confirmar esta hipótesis. Primero, la HSD no produjo efectos en los cerebros de los ratones que carecían del gen para la IL-17. En segundo lugar, los efectos de la HSD podrían revertirse tratando ratones con un anticuerpo que se une a IL-17 y evita que afecte a los vasos sanguíneos. En tercer lugar, se observaron efectos similares a los producidos por HSD en ratones normales que se inyectaron directamente con IL-17.

En conjunto, estos hallazgos sugieren que es IL-17, liberada por las células del intestino en respuesta a una dieta rica en sal, que actúa sobre los vasos sanguíneos del cerebro para afectar el flujo sanguíneo.

En los seres humanos, los altos niveles de sal en la dieta se han asociado durante mucho tiempo con la presión arterial alta, y el aumento de la evidencia ha relacionado la presión arterial y la salud cerebral. Sin embargo, la presión arterial de los ratones con HSD no se vio afectada, lo que sugiere un mecanismo muy específico e independiente para los cambios que se observan aquí.

“Este estudio se suma a nuestra creciente comprensión de cómo el intestino puede modular la función cerebral”, dijo el Dr. Koenig. “Desde una perspectiva de salud pública, el hecho de que estos efectos se puedan revertir al detener la ingesta de sal es muy importante y podría ayudarnos a mejorar la salud en áreas donde muchas personas consumen una dieta alta en sal”.

En futuros experimentos, el Dr. Iadecola y sus colegas planean investigar más a fondo cómo la disminución de la producción de NO y el flujo sanguíneo conduce a cambios en la cognición.

Bibliografía: Faraco et al. Dietary salt promotes neurovascular and cognitive dysfunction through a gut-initiated TH17 response. Nature Neuroscience. January, 2018. doi: 10.1038/s41593-017-0059-z

Fuente: www.nih.gov

Trabajo de calidad acompañado de servicio; cuidado esmerado y riguroso seguimiento profesional; atención cálida y oportuna con una sonrisa. Nos exigimos las mejores combinaciones para crear la ecuación perfecta que garantice el tratamiento eficiente, confiable y seguro de su tumor o lesión cerebral.

Somos Gamma Knife Center Ecuador: la confiabilidad y precisión de la más alta tecnología sueca de radiocirugía estereotáctica, unida a la solvencia del mejor equipo médico especializado del país, a su alcance desde 2011.

Estamos acreditados ante la Red Pública Integral de Salud (IESS, ISSFA, ISSPOL, MSP) y de aseguradoras privadas del país. ¡Consúltenos!