La Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) lanzó una nueva propuesta de clasificación de las epilepsias y de los tipos de crisis, después de 30 años de haberse realizado su última revisión. Sus creadores apuestan por la flexibilidad.
Los autores reconocen que esta propuesta responde más a criterios prácticos que a conocimientos científicos objetivos. Para ello parten de una definición básica. ¿De qué se trata la epilepsia? ¿Es acaso una dolencia, un trastorno, una enfermedad o las tres cosas?
La ILAE la califica como enfermedad. E incluso amplía su declaración indicando que es una enfermedad que está curada si el paciente no ha precisado medicación antiepiléptica en cinco años y no ha tenido crisis a lo largo de diez.
Dicha liga, mediante dos artículos publicados en la revista Epilepsia (tres si tomamos en cuenta el manual de instrucciones), propone que la clasificación tenga tres niveles, comenzando por determinar el tipo de crisis. Posteriormente, si es posible, el tipo de epilepsia y, finalmente, el síndrome epiléptico.
Proponen partir por clasificar el inicio de las crisis; a saber: focal, parcial o desconocido.
En las crisis focales se debería especificar si se ve alterado el nivel de consciencia de la persona, aun cuando no pueda hablar o responder durante una crisis. A continuación, se evalúa si tiene una afectación motora o no. Bajo estas condiciones se identifican las crisis en un solo hemisferio del cerebro.
En las personas con crisis generalizadas recomiendan también especificar si estas tienen un compromiso motor o no. Ofrecen además la descripción de síntomas específicos que permiten un mayor nivel de detalle en la clasificación. Este es el caso de las convulsiones que involucran los circuitos de ambos hemisferios del cerebro.
De otro lado, en las crisis de inicio desconocido se describen varias características que pueden estar presentes; por ejemplo: alteraciones motoras o espasmo epiléptico.
Estos nuevos términos facilitarán la comprensión del paciente y los motivos para restringirles ciertas actividades como el manejar vehículos. Los autores de este nuevo sistema de clasificación buscan “comunicación transparente y clara para ayudar a los pacientes a entender su condición, sus limitaciones y promover un mejor control de las convulsiones, así como un óptimo manejo de comunicación entre familiares y médicos”.
Aunque no siempre se puede llegar a identificar el tipo de epilepsia que tiene una persona, el análisis clínico realizado junto con los resultados del electroencefalograma pueden conducirnos a definir el tipo como uno de los siguientes:
*Este último tipo es una nueva propuesta de la actual clasificación formulada por la ILAE.
No es suficiente reconocer el tipo de crisis y el tipo de epilepsia. Intentar definir su causa es igual de importante, sobre todo de cara al tratamiento. La actual propuesta plantea seis tipos de causas:
Los investigadores no olvidan mencionar que muchas alteraciones tales como problemas de aprendizaje o del comportamiento pueden acompañar también a las personas que padecen de epilepsia.