SEGUNDA OPINIÓN MÉDICA

Obtener una segunda opinión médica es derecho de todo paciente. Adicionalmente, resulta un elemento de fundamental importancia porque este puede convertirse en una esperanza de vida.

Con relativa frecuencia los pacientes, sus familiares y amigos, suelen sugerir segundas opiniones a lo largo de la etapa de investigación, lo cual resulta absolutamente normal de cara a la total comprensión y confirmación del diagnóstico o de un tratamiento de importancia a seguir.  Esta es a no dudar una condición esperada frente a cualquier médico principal competente; bajo esta premisa, un buen profesional jamás temerá que su paciente obtenga una opinión adicional o el apoyo de un colega, sobre todo cuando hablamos de una lesión cerebral.

Es derecho fundamental del paciente –y por lo mismo altamente recomendable– obtener una segunda opinión médica cuando se presenta una enfermedad de difícil diagnóstico, cuyo tratamiento a seguir implique un alto riesgo de muerte o de secuelas que afecten la calidad de vida de la persona. Así también, en todos aquellos casos en los que haya sido desahuciado el paciente; o cuando el médico o el paciente tengan serias dudas sobre el diagnóstico, pronóstico y alternativas de tratamiento.

Ante ello, tanto amigos como familiares se encuentran el absoluta libertad de plantear otras alternativas que el especialista no haya mencionado o considerado. En muchos casos, el médico tratante es quien directamente recomienda buscar una segunda opinión.

De hecho, al momento de contar con la información que aporta este recurso accedemos a las respuestas de inquietudes tan importantes como:

  • ¿Estoy frente al diagnóstico correcto?
  • ¿Existen otras alternativas de tratamiento?
  • ¿Cuál es a la fecha el tratamiento disponible más efectivo para mi problema?
  • ¿Qué sucedería si no me trato oportunamente?
  • ¿Necesito una cirugía en forma inmediata?
  • ¿Cuento con una alternativa menos riesgosa y más efectiva?

Si usted decide obtener una segunda opinión independiente, es de veras importante comunicarse con el médico principal, no solo en pro de obtener la información necesaria para tal revisión, sino para mantener al médico responsable debidamente enterado del tema. Este servicio ayuda no únicamente al paciente que tiene dudas sobre el tratamiento debido a su calificación de enfermedad de alto riesgo, sino también al médico a cargo.