¿Quién no ama las vacaciones? Contrariamente a lo que se cree, mucha gente. Quizás tengas una relación tensa con tu familia. O te gusta tu familia, pero viven lejos, y pasarás este feriado solo. Tal vez has sufrido una pérdida, y la temporada navideña te está despertando recuerdos dolorosos.

Algunas personas detestan el consumismo y el exceso de regalos. Incluso aquellos a quienes les gusta celebrar pueden estresarse al tener que inflar su presupuesto o estar a la altura de las expectativas de alegría de los demás. Y si eres introvertido, las reuniones navideñas y las fiestas de trabajo pueden parecer una tortura.

“Hay todo tipo de formas de sentirse mal en esta época del año”, afirma el reconocido psicólogo norteamericano Scott Bea, PsyD. “Y si no te sientes feliz, toda la alegría forzada que te rodea puede hacerte sentir aún peor en comparación”.

Sin embargo, intenta recordar que hay otros que también están en tus zapatos. “Todos estamos en una batalla con nuestros propios cerebros y tratando de hacer lo mejor que podemos”, dice el Dr. Bea.

Dale la vuelta a la depresión navideña

Si te sientes Grinchy, estos consejos pueden ayudarte a llegar al otro lado.

No te castigues. Si no experimentas en ti el espíritu navideño, no cedas ante la culpa o la preocupación. Date una compasión muy merecida. “Sus sentimientos en torno a las vacaciones son emociones válidas”, dice el Dr. Bea.

Di lo que sientes. Sé honesto con tus amigos y familiares acerca de tus sentimientos. Si has perdido a un ser querido y no estás preparado para una fiesta, exprésalo. Si su presupuesto es ajustado, explíquelo a su familia. Sugiera con libertad saltarse los regalos.

“La comunicación es la clave para el éxito de todas las relaciones humanas. Comuníquese abiertamente sobre estas cosas sin sentir vergüenza”, añade.

Mantén perfil bajo. Si alguna vez hubo un momento para no seguir el ritmo de convivencia con los vecinos de toda la vida, fue cuando estos erigieron un árbol de Navidad de 12 pies, envolvieron su casa con 3 millas de luces parpadeantes y organizaron un intercambio de galletas en el vecindario.

Reduzca lo que pueda para que sus vacaciones sean manejables. Omita las tarjetas navideñas, dé bonos o certificados de regalo en lugar de bufandas tejidas a mano y confirme con antelación su no asistencia a esa fiesta de Año Nuevo excesivamente elegante. “Atrévase a ser imperfecto”, dice el Dr. Bea. “Deje que sus tradiciones evolucionen hacia una tensión más baja”.

Maneja las expectativas. Sin embargo, antes de abandonar todas sus prácticas navideñas, hable con su familia. Decidan juntos qué tradiciones les hacen sentir bien y cuáles no valen la pena. “Recuerde a su familia que todos se beneficiarán si mantienen expectativas razonables”, anota el Dr. Bea.

Crea nuevas tradiciones navideñas. Si la cena con su familia disfuncional arruina todo su diciembre, pregúntese: ¿Realmente necesita seguir adelante con esa práctica? ¿Puedes celebrar con amigos en su lugar? Si todo el banquete lo deja sintiéndose lento y asqueroso, planifique una caminata o escuchar música relajante.

No obstante, si estás triste, no tendrás a nadie a quien felicitar en las vísperas de Año Nuevo; en su lugar, recluta a un amigo, vean una película divertida, compartan una tertulia distendida. “Si sus antiguas tradiciones no han sido ideales, cree algunas rutinas nuevas que sean exclusivamente suyas”, sugiere el Dr. Bea.

Mejora tu autocuidado. Hacer ejercicio, comer bien, dormir lo suficiente y cuidar de sí mismo es algo que debe hacer durante todo el año. Pero es especialmente importante sacar tiempo para el cuidado personal durante las vacaciones. “Estos son los mejores regalos para darse a sí mismo”, comenta el Dr. Bea.

Contrarresta el mal tiempo. Las vacaciones a menudo van de la mano con la severidad del clima; en algunos lados con días fríos, oscuros y sombríos. En otros, con olas de severo calor y humedad. Eso solo puede alterar más tu estado de ánimo. Además, las personas tienden a ser más sedentarias y menos sociables durante el mes de diciembre.

Propóngase mover su cuerpo y pasar este tiempo realizando sana actividad al aire libre, si esto le resulta factible. Si experimenta depresión estacional, el Dr. Bea recomienda invertir en una lámpara de terapia de luz para alegrar su estado de ánimo.

Acércate a otros. Puedes sentirte muy solitario si te percibes como el único que no disfruta de la felicidad navideña. Tómate un tiempo para conectarte con los demás. Haga preguntas genuinas para interactuar e involucrarse en un nivel más profundo con los primos a los que solo ve una vez al año. Comuníquese con amigos que puedan sentirse abrumados o solos. Emplee en este tiempo de pandemia las efectivas herramientas que nos enlazan en segundos con todo el mundo (Zoom, vídeollamadas, etcétera). “Dar el regalo de nuestro tiempo y atención a los demás también activa una buena química cerebral para nosotros mismos”, sugiere el Dr. Bea.

Nada se hará en ti, sin ti. En definitiva, la mejor forma de sobrevivir a la temporada es ser auténticamente fiel a sus necesidades y sentimientos. Eso no significa que debas burlarte de la forma en que otros celebran, pero puedes elegir hacer las cosas a tu manera. “Está bien ser poco convencional”, dice el Dr. Bea. “Encuentre algo propio que le brinde paz y ten un plan para que esto suceda”.

Tus sentimientos cuentan: ¡no permitas que te abata la tristeza!

Recuerda: no estás solo. Cuando no te sientes animado a compartir, no te dejes invadir por la sensación de que eres el único que olvidó tomar su dosis extra grande de alegría. Lo más importante de cara a tu salud física y emocional es saber que existen sanas estrategias que puedes utilizar para mejorar tu estado de ánimo, lidiar con la depresión navideña y sobrevivir con éxito las vacaciones de fin de año. ¡Ánimo!

Fuente: un artículo publicado en el portal de health.clevelandclinic.org

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