Un diagnóstico de tumor cerebral es un evento que altera la vida. No hay una manera “correcta” de sentirse. Probablemente habrá días en los que se sienta optimista y positivo y otros días en los que sienta que su mundo se ha derrumbado.

La incertidumbre es uno de los aspectos más desafiantes del diagnóstico de un tumor cerebral. Incluso con el mejor pronóstico posible, es posible que usted se pregunte si el tumor regresará. Muchas personas que viven con un tumor cerebral o que se están recuperando del tratamiento de estas lesiones experimentan cambios significativos en su desempeño cotidiano.

Impacto emocional de un tumor cerebral

Lidiar con un tumor cerebral puede ser una montaña rusa emocional; asustado y enojado un día, luego esperanzado y positivo al día siguiente. Es probable que su vida sea diferente de lo que era antes, pero sepa que no está solo. Es posible encontrar una manera de aceptar el último desarrollo de la vida y concentrar su energía en adaptarse a esta nueva realidad.

Aunque la respuesta emocional exacta de cada individuo es única, muchas personas con un tumor cerebral informan haber pasado por las mismas seis fases. Todos son comunes.

Conmoción

Nada te prepara para el momento en que escuchas las palabras “tienes un tumor cerebral”. Es posible que se sienta aletargado o confundido. No se sorprenda si su primera reacción es una mirada en blanco y un sentimiento de disociación (el estado de estar o sentirse desconectado) en lugar de un estallido emocional. Este es un mecanismo de defensa que usa tu mente para evitar sentirse abrumado.

Negación

A medida que avanza desde el shock inicial, es natural negar que algo esté mal y actuar como si nada hubiera pasado. La negación es otro mecanismo de defensa que la mente usa para evitar procesar el impacto total de un diagnóstico de tumor cerebral en un momento dado.

Enfado

En cuanto deje de bloquear los pensamientos sobre su diagnóstico de tumor cerebral, es posible que comience a enojarse. No está listo para aceptar esta noticia. Es común atacar a los que más amas, incluyendo a tu familia, amigos e incluso a los médicos. Cuando comience a sentirse enojado, vea si puede comunicar sus sentimientos. No hay nada de malo en decir: “Estoy tan enojado hoy”. Dar voz a sus emociones le permite abordarlas y reclutar a otros para que lo ayuden a superarlas.

Culpa

Superficialmente, la culpa no parece ser una reacción racional a su diagnóstico. Sin embargo, existe una buena posibilidad de que, en algún momento, comience a buscar “razones” en su interior. Puede pensar: “Si hubiera hecho más ejercicio… si no hubiera comido toda esa comida chatarra… si hubiera ido al médico la primera vez que tuve dolor de cabeza… tal vez todo estaría bien”. Usted no hizo nada para causar su tumor. Incluso la comunidad médica no está segura de por qué algunas personas desarrollan tumores cerebrales y otras no.

Ansiedad y depresión

Es común experimentar ansiedad y depresión como resultado de un diagnóstico de tumor cerebral. Si percibe latidos cardíacos acelerados, pérdida de apetito, trastornos del sueño o sentimientos abrumadores de desesperanza y tristeza que simplemente no desaparecen, informe a su médico. Es posible que él pueda brindarle orientación para superarlos o bien conectarlo con otros recursos para ayudarlo.

Aceptación

Con el tiempo, la mayoría de las personas con un tumor cerebral aceptan su diagnóstico y se preparan para enfrentar los desafíos de su tratamiento y su nueva vida. Si bien su diagnóstico de tumor cerebral lo colocará en un camino que no anticipó, comprender claramente su diagnóstico, las opciones de tratamiento y las emociones puede ayudarlo a seguir adelante con su vida más fácilmente. Conozca las formas en que otros lo están enfrentando conectándose con otros pacientes, sobrevivientes y cuidadores de tumores cerebrales a través de grupos de apoyo, comunidades de apoyo en línea y conexiones entre pares.

Adaptarse a la “nueva normalidad”

Su nueva “normalidad” puede incluir hacer cambios en la forma en que come, las cosas que hace e incluso sus fuentes de apoyo. También puede significar repensar sus objetivos laborales y profesionales o ver su vida de manera diferente. A pesar de estos desafíos, muchas personas que viven con un tumor cerebral informan haber experimentado una profunda sensación de nuevo significado en sus vidas.

Estos son algunos consejos que le ayudarán a vivir bien con un tumor cerebral:

• Tómelo un día a la vez: la ansiedad por el futuro es natural, pero no se adelante. Trate de concentrarse en el día de hoy.
• Configure su computadora para proporcionar recordatorios automáticos de fecha y hora para citas y reuniones.
• Establezca metas y prioridades para usted mismo. Cree listas de verificación de lo que ha logrado y lo que aún debe hacer. Enorgullézcase de las pequeñas victorias.
• Use herramientas visuales y auditivas, como códigos de colores o un temporizador, para ayudarlo a completar las tareas.
• Manténgase involucrado con familiares, amigos o grupos religiosos y/o comunitarios cuando sea posible: permanezca abierto a aceptar el apoyo y la asistencia de las personas cercanas a usted.
• Complemente su tratamiento con ejercicio y una dieta saludable: un programa de ejercicio sensato combinado con una dieta saludable puede ayudarlo con la fatiga relacionada con el tratamiento, mejorar la fuerza y la movilidad, y ayudarlo a lidiar con la ansiedad y la depresión. Consulte a un nutricionista para comprender qué cambios dietéticos saludables son mejores para usted.
• Busque una comunidad de apoyo: a menudo es útil hablar con otras personas que están pasando experiencias similares como pacientes diagnosticados con tumores cerebrales.
• Acuda a centros especializados en la atención de tumores cerebrales. Contar con tecnología de punta y profesionales hace la diferencia al momento de tomar decisiones sobre el mejor tratamiento a seguir.

Fuente: contenido publicado en el portal www.abta.org

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