Los tumores cerebrales infantiles son masas o crecimientos de células anormales que se producen en el cerebro de un niño o en el tejido y las estructuras cercanas. Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebrales infantiles: algunos no cancerosos (benignos) y otros cancerosos (malignos).
El tratamiento y la probabilidad de recuperación (pronóstico) dependen del tipo de tumor, su ubicación dentro del cerebro, si se ha diseminado, y la edad y el estado de salud general de tu hijo. Debido a que se están desarrollando tecnologías y tratamientos nuevos de manera constante, puede haber varias opciones disponibles en distintas instancias del tratamiento.
En general, el tratamiento de los tumores cerebrales en los niños es bastante diferente del tratamiento en los adultos, por lo que es muy importante contar con la pericia y la experiencia de los especialistas pediátricos en neurología y cáncer.
Síntomas
Los signos y síntomas de un tumor cerebral en los niños varían ampliamente y dependen del tipo, el tamaño, la ubicación y la velocidad de crecimiento del tumor. Es posible que no sea sencillo detectar algunos signos y síntomas porque son similares a los de otras afecciones.
Estos son algunos de los síntomas más frecuentes de un tumor cerebral infantil:
Otros posibles signos y síntomas, según la ubicación del tumor, pueden comprender los siguientes:
Cuándo consultar al médico
Pide una consulta con el médico de tu hijo si tiene signos y síntomas que te preocupan.
Causas
En la mayoría de los casos, se desconoce la causa exacta del tumor cerebral infantil.
Los tumores cerebrales infantiles son, normalmente, tumores cerebrales (tumores que comienzan en el cerebro o en los tejidos cercanos). Los tumores cerebrales primarios comienzan cuando las células normales tienen errores (mutaciones) en el ADN. Estas mutaciones permiten que las células crezcan y se dividan a una mayor velocidad, y que continúen viviendo cuando las células sanas morirían. El resultado es una masa de células anormales que forman un tumor.
Los niños pueden presentar muchos tipos diferentes de tumores cerebrales (que pueden ser cancerosos o no).
Factores de riesgo
En la mayoría de los niños que padecen tumores cerebrales primarios, la causa del tumor no es evidente. Sin embargo, ciertos tipos de tumores cerebrales, como el meduloblastoma o el ependimoma, son más frecuentes. Si bien es poco habitual, un antecedente familiar de tumores cerebrales o de síndromes genéticos puede aumentar el riesgo de padecer tumores cerebrales en algunos niños.
Diagnóstico
Si sospechas que tu hijo tiene un tumor cerebral, el médico puede recomendar varias pruebas y procedimientos para llegar al diagnóstico y determinar las opciones de tratamiento. Citamos algunos.
Examen neurológico. Este examen puede incluir, entre otras cosas, el control de la visión, la audición, el equilibrio, la coordinación, la fuerza y los reflejos de tu hijo. La dificultad en ciertas áreas puede proporcionar pistas sobre la parte del cerebro que podría verse afectada por un tumor cerebral.
Pruebas de diagnóstico por imágenes. Las pruebas de diagnóstico por imágenes ayudan a determinar la ubicación y el tamaño del tumor cerebral. Con frecuencia, se realiza una resonancia magnética (RM). Se puede utilizar junto con una RM especializada, como la resonancia magnética funcional o la espectroscopia por resonancia magnética. Otras pruebas de diagnóstico por imágenes incluyen la tomografía computarizada y la tomografía por emisión de positrones.
Biopsia. La extracción de una muestra de tejido para su análisis (biopsia) se puede realizar como parte de una cirugía para extirpar el tumor cerebral. O bien, si es difícil acceder al tumor cerebral o se encuentra en una zona sensible que podría resultar dañada por una cirugía extensiva, se puede realizar una biopsia estereotáctica con aguja. El neurocirujano pediátrico perfora un pequeño orificio en el cráneo, inserta una aguja delgada a través del orificio y extrae tejido con la aguja. La muestra de biopsia se analiza en un laboratorio para determinar los tipos de células y su nivel de agresividad.
Diagnóstico de medicina de precisión. Además del análisis de biopsia tradicional, también se puede examinar el tejido tumoral para detectar mutaciones genéticas y la base molecular del tumor. La terapia con medicamentos con diana específica puede entonces adaptarse a las necesidades del individuo.
Exámenes para ver si el cáncer se propagó. Si se sospecha que el tumor cerebral de tu hijo puede ser el resultado de un cáncer que se ha propagado desde otra parte del cuerpo, el médico puede recomendar pruebas y procedimientos para determinar dónde comenzó el cáncer.
Tratamiento
El tratamiento para el tumor cerebral pediátrico depende del tipo, el tamaño y la ubicación del tumor, así como de la edad de tu hijo y de su salud general.
Cirugía
Si se localiza un tumor cerebral en un lugar accesible para una operación, el neurocirujano pediátrico de tu hijo trabajará para extraer la mayor cantidad de tumor de la forma más segura posible.
En algunos casos, los tumores son pequeños y fáciles de separarse del tejido cerebral que los rodea, lo cual hace que sea posible una extracción quirúrgica completa. En otros casos, los tumores no pueden separarse del tejido que los rodea, o bien están ubicados cerca de partes sensibles dentro del cerebro, lo cual hace que la cirugía sea riesgosa. En estos casos, el neurocirujano pediátrico extirpa la mayor cantidad posible del tumor.
Incluso extraer una parte del tumor cerebral puede ayudar a reducir los signos y síntomas. La cirugía para extraer el tumor cerebral pediátrico conlleva riesgos, como infección o sangrado. Otros riesgos pueden depender de la parte del cerebro de tu hijo en donde esté localizado el tumor. Por ejemplo, la cirugía de un tumor que se encuentra cerca de los nervios que están conectados a los ojos podría implicar un riesgo de pérdida de la visión.
Radioterapia tradicional
La radioterapia usa haces de alta energía, como rayos X o protones, para matar las células del tumor. La radioterapia puede provenir de una máquina fuera del cuerpo (radioterapia de haz externo) o, en muy pocos casos, la radiación se puede colocar dentro del cuerpo cerca del tumor cerebral (braquirradioterapia).
La radioterapia de haz externo se puede centrar solo en la parte del cerebro de tu hijo donde está ubicado el tumor o se puede aplicar a todo el cerebro (radioterapia total del cerebro). La radioterapia total del cerebro, por lo general, se utiliza para tratar el cáncer que se ha expandido hasta el cerebro desde alguna otra parte del cuerpo.
Los efectos secundarios de la radioterapia dependen del tipo y de la dosis de radiación que recibe tu hijo. Los efectos secundarios frecuentes durante o inmediatamente después de la radiación son fatiga, caída temporal del cabello, irritación del cuero cabelludo y dolores de cabeza. A veces se manifiestan náuseas y vómitos, pero los medicamentos contra las náuseas pueden ayudar a controlar esos síntomas.
Terapia con rayo de protones
La terapia con rayo de protones, solamente disponible en unos pocos grandes centros de cuidado de la salud en los Estados Unidos, administra dosis mayores de radiación dirigidas a los tumores cerebrales, lo que minimiza la exposición a la radiación por parte de los tejidos sanos cercanos. Esto parece reducir los efectos secundarios a corto y a largo plazo, y disminuye la posibilidad de presentar nuevos tipos de cáncer.
La terapia con rayo de protones es especialmente beneficiosa para niños con ciertos tipos de tumores cerebrales porque el cerebro de los niños todavía está en desarrollo y es muy sensible, incluso, a los efectos de las dosis de radiación bajas y medias.
Radiocirugía
La radiocirugía estereotáctica utiliza múltiples haces de radiación para brindar una modalidad de radioterapia altamente enfocada a fin de destruir las células tumorales en una zona muy pequeña. Cada haz de radiación no es particularmente poderoso, pero el punto en donde todos los haces se encuentran, en el tumor cerebral, recibe una dosis muy grande de radiación para matar las células del tumor.
Existen diferentes tipos de tecnología que se utilizan en la radiocirugía que suministran radiación para tratar los tumores cerebrales, como el bisturí de rayos gamma (Gamma Knife). Por lo general, la radiocirugía se realiza en un solo tratamiento y, en la mayoría de los casos, tu hijo puede regresar a casa el mismo día.
Quimioterapia
La quimioterapia usa medicamentos para matar las células del tumor. Aunque los medicamentos pueden tomarse por vía oral en forma de pastilla, los medicamentos se suelen administrar por vía venosa (quimioterapia intravenosa) en niños que padecen tumores cerebrales pediátricos. Hay muchos otros medicamentos de quimioterapia disponibles y las opciones dependen del tipo de cáncer.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo y de la dosis del medicamento. Los efectos secundarios generales de la quimioterapia comprenden náuseas, vómitos, caída temporal del cabello y reducción de la producción de células sanguíneas (mielodepresión).
Terapia dirigida con medicamentos
Los tratamientos con medicamentos dirigidos se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos dirigidos pueden producir la muerte de las células cancerosas.
Por ejemplo, una terapia con medicamento dirigido que se usa para tratar un tipo de cáncer cerebral llamado «glioma de grado bajo» es el bevacizumab (Avastin). Este medicamento, que se administra a través de una vena (por vía intravenosa), suspende la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo cual interrumpe el suministro de sangre al tumor y mata las células tumorales.
En la actualidad, se utilizan medicamentos como el dabrafenib, el vemurafenib, el trametinib, el everólimus y otros medicamentos más para tratar tumores cerebrales si se identifica el objetivo molecular en el tumor.
Con una mejor comprensión de la base molecular para la formación del tumor, existen diversos ensayos clínicos que se están realizando con terapia de medicamentos dirigidos.
Rehabilitación después del tratamiento
Debido a que los tumores cerebrales pueden presentarse en partes del cerebro que controlan las habilidades motoras, el habla, la vista y el pensamiento, podría necesitarse rehabilitación como parte de la recuperación. Es posible que el médico te derive a servicios que pueden ayudar a tu hijo, tales como los siguientes:
Ensayos clínicos
Los ensayos clínicos son estudios de tratamientos nuevos. Estos estudios pueden brindarle a tu hijo la oportunidad de probar las últimas opciones de tratamiento, pero es posible que no se conozcan los riesgos de efectos secundarios. Según el tipo y la agresividad del tumor y la posibilidad de recuperación (pronóstico) de tu hijo, considera preguntarle al médico si podría ser candidato para participar en un ensayo clínico.
Medicina alternativa
Se han realizado pocas investigaciones sobre tratamientos alternativos y complementarios para los tumores cerebrales. No se han comprobado tratamientos alternativos que curen los tumores cerebrales, y algunos podrían ser perjudiciales.
Sin embargo, algunos enfoques complementarios, como la terapia de juego, la musicoterapia o los ejercicios de relajación, podrían ayudar a tu hijo a afrontar el tumor cerebral y su tratamiento. Habla con el equipo de atención médica de tu hijo sobre los beneficios de estos tipos de actividades.
Estrategias de afrontamiento y apoyo
A continuación, te ofrecemos consejos que guiarán a los padres y familiares a lo largo del tratamiento de cáncer de cerebro de tu hijo.
En el hospital
Cuando tu hijo tenga consultas médicas u hospitalizaciones:
En casa
Después del alta:
Preparación antes de la cita
Consulta con el médico de tu hijo si tiene algún signo o síntoma que te preocupe. Si se sospecha la presencia de un tumor cerebral, una derivación a un especialista con experiencia en tumores cerebrales pediátricos puede proporcionar el mejor resultado.
Considera pedirle a un familiar o a un amigo que te acompañe a la consulta para que te ayude a recordar toda la información que te proporcionen.
A continuación, encontrarás información que los ayudará a ti y a tu hijo a prepararse para la consulta y a saber qué esperar del médico.
¿Qué puedes hacer?
Antes de la consulta de tu hijo, haz una lista con lo siguiente:
En el caso de un tumor cerebral pediátrico, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son las siguientes:
No dudes en hacer todas las preguntas que te surjan.
¿Qué esperar del médico?
Es probable que el médico te haga varias preguntas a ti y a tu hijo. Prepárate para responderlas a fin de dejar tiempo para tratar otros temas que quieras abordar. El médico de tu hijo puede preguntarte lo siguiente:
Fuente: middlesexhealth.or
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Sus insuperables servicios —especializados en la aplicación de esta innovadora técnica sueca— están encaminados a tratar patologías que tradicionalmente requerían cirugía convencional. El centro se especializa también en la eficaz detección de dolencias intracraneales, consideradas como las más difíciles de diagnosticar en el campo de la neurocirugía.
La radiocirugía estereotáctica que ofrece GKCE está dirigida a combatir lesiones y trastornos funcionales del cerebro. El procedimiento de tipo ambulatorio, en lugar de acceder a este órgano mediante una incisión quirúrgica, utiliza el bisturí de rayos gamma para tratar anormalidades, tumores u otros desórdenes vasculares, para lo cual administra con precisión submilimétrica una dosis alta de radiación concentrada en un objetivo localizado, y en una sola sesión, sin lesionar el tejido adyacente.
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